Prostitutas con licencia; clientes clandestinos
Europa debate c¨®mo se protege mejor a las trabajadoras del sexo: con regulaci¨®n o con represi¨®n - Varios pa¨ªses se apuntan a multar a los usuarios - Espa?a ni ordena ni castiga: tolera sin m¨¢s
En Suecia est¨¢ prohibido comprar servicios sexuales, pero no venderlos. En Holanda, la prostituci¨®n se considera un trabajo con derecho a Seguridad Social. En Dinamarca, las meretrices pagan impuestos, pero no tienen derecho a subsidio por enfermedad ni a prestaci¨®n por desempleo. En Espa?a, la prostituci¨®n no est¨¢ autorizada, pero tampoco prohibida, y las trabajadoras del sexo viven en un limbo de alegalidad: la regulaci¨®n se limita a la "preservaci¨®n del orden p¨²blico" y a castigar los delitos contra la libertad sexual o el aprovechamiento de situaciones de debilidad.
Los intentos por ordenar o abolir esta pr¨¢ctica han fracasado en Espa?a. En abril de 2007, una comisi¨®n parlamentaria alegaba la imposibilidad de hacerlo porque "prostituci¨®n y tr¨¢fico de personas son fen¨®menos ligados y relacionados que no pueden separarse".
"La prioridad ahora es detener a los mafiosos", afirma Bibiana A¨ªdo
El modelo abolicionista no logra acabar con el comercio sexual
Las ordenanzas desplazan a las meretrices sin que ¨¦stas desaparezcan
En Holanda los burdeles pagan impuestos y Seguridad Social
Prostitutas se ven acosadas "con la excusa de la lucha contra la trata"
Los locales de alterne quedan siempre fuera de las regulaciones
El debate no es ¨²nico de Espa?a. Tampoco lo es la situaci¨®n de alegalidad en la que viven las prostitutas. Sin embargo, en otros pa¨ªses donde hasta el momento se absten¨ªan de legalizar o prohibir soplan vientos de cambio. Reino Unido e Italia, por ejemplo, ultiman medidas para disuadir a los clientes y terminar con la prostituci¨®n. O al menos, como en el caso italiano, ocultarla.
En Espa?a, las pol¨ªticas no van m¨¢s all¨¢ de unas cuantas ordenanzas municipales que sancionan el ejercicio de la prostituci¨®n en la calle, y de varias campa?as publicitarias que, con el mensaje Tu dinero hace mucho da?o. Porque t¨² pagas existe la prostituci¨®n, se han difundido en Madrid o Valencia.
No se sabe cu¨¢ntas personas ejercen la prostituci¨®n en Espa?a. No hay estudios. Tampoco cifras. Sin embargo, aunque reconoce que no existen datos fiables, el Gobierno asegura que una inmensa mayor¨ªa de ellas lo hacen forzadas. "Seg¨²n estimaciones policiales, aproximadamente el 90% de las mujeres que ejercen la prostituci¨®n en los clubes de alterne, carretera, saunas, etc¨¦tera, son extranjeras y la mayor¨ªa de ellas son traficadas", asegura la ministra de Igualdad, Bibiana A¨ªdo, por correo electr¨®nico.
Este dato, unido a las conclusiones de la comisi¨®n parlamentaria, llev¨® el pasado diciembre a aprobar un plan integral contra la trata de seres humanos para su explotaci¨®n sexual. Con ¨¦l, sostiene el Gobierno, se proteger¨¢ a las prostitutas que denuncien a sus explotadores. A ¨¦stos se les aplicar¨¢n medidas como el decomiso expr¨¦s de todos sus bienes.
Este plan, dotado con 44 millones de euros, es un paso importante para algunos que creen que la gran mayor¨ªa de las prostitutas lo hace a la fuerza y hace falta un modelo como el sueco, que proh¨ªba pagar por el sexo. "Legalizar la prostituci¨®n ser¨ªa una barbaridad. Supondr¨ªa un sello de garant¨ªa para los explotadores de mujeres y ni?os", sostiene Roc¨ªo Nieto, presidenta de la Asociaci¨®n para la Prevenci¨®n, Reinserci¨®n y Atenci¨®n de la Mujer Prostituida (Apramp). Esta organizaci¨®n ayuda a las trabajadoras del sexo que son explotadas a salir de la prostituci¨®n, las asesora legalmente y las apoya para que encuentren otros trabajos.
Otras voces, sin embargo, apuntan que el plan contra la trata est¨¢ bien, pero que no es m¨¢s que "una forma de mirar hacia otro lado". "De no tomar ninguna decisi¨®n". Es la visi¨®n de Hetaira, un colectivo que lucha por los derechos de las prostitutas. Para esta asociaci¨®n, el Gobierno se ha sacado las cifras "de la manga". Sostienen que para la mayor¨ªa de las que la ejercen, la prostituci¨®n es un trabajo voluntario. Creen, adem¨¢s, que con la regulaci¨®n se frenar¨ªa la explotaci¨®n que sufren algunas mujeres. "La prostituci¨®n forzada se ampara en la ilegalidad que ahora mismo existe en este trabajo. Habr¨ªa que regular los sectores de la econom¨ªa sumergida susceptibles de la explotaci¨®n de la inmigraci¨®n", sostiene Cristina Garaiz¨¢bal, portavoz de Hetaira, un colectivo que lucha por los derechos de las prostitutas.
?Qu¨¦ modelo es el m¨¢s adecuado? ?Se har¨¢ algo por la regulaci¨®n o por la abolici¨®n? "No estamos ahora en ese debate. Ahora la prioridad es detener a los mafiosos que explotan a las mujeres, y que ellas se sientan protegidas", dice la ministra Bibiana A¨ªdo. La titular de Igualdad explica que el plan es un instrumento de lucha contra la esclavitud de mujeres en nuestro pa¨ªs. Con ¨¦l, asegura, Espa?a cumple con las recomendaciones de la ONU y el Consejo de Europa. El plan sit¨²a a Espa?a, dice, "como un pa¨ªs comprometido en la lucha contra una cuesti¨®n deleznable como ¨¦sta".
Mientras sigue la discusi¨®n y la situaci¨®n de las prostitutas empeora -mucho m¨¢s ahora con la crisis econ¨®mica-, otros pa¨ªses hacen balance. Es el caso de Suecia. Su ley contra la compra de servicios sexuales cumple ahora 10 a?os. Pagar por sexo es un delito en ese pa¨ªs y la polic¨ªa persigue a los clientes de las prostitutas. La normativa sanciona al comprador con penas de c¨¢rcel y multas. Hasta el momento y desde 1999 han sido denunciadas 1.800 personas por vulnerar la ley que proh¨ªbe la compra de sexo. Hasta 2007, un total de 619 han sido condenadas. Sin embargo, ninguno ha sido condenado a penas de privaci¨®n de libertad.
"La ley contra la compra de servicios sexuales supuso un avance enorme para la sociedad sueca. Desde entonces son muchos los ciudadanos que han tomado conciencia de la explotaci¨®n a la que se ve¨ªan sometidas las mujeres prostitutas. Es un gran paso para la igualdad y seguimos trabajando en ello", asegura la ministra de Igualdad e Integraci¨®n de Inmigrantes, Nyamko Sabuni. En una encuesta realizada en 2008 sobre la legislaci¨®n sueca contra la prostituci¨®n, el 70,6% de los entrevistados se manifest¨® a favor de seguir con la normativa vigente.
Y es que, tras la aprobaci¨®n de la ley se produjo una desaparici¨®n casi total de la prostituci¨®n callejera en las grandes ciudades de Suecia. Sin embargo, con el paso del tiempo, la prostituci¨®n ha vuelto, aunque en menor dimensi¨®n. Se calcula que en torno a un 30% menos que hace 10 a?os.
Es decir, las prostitutas est¨¢n fuera de las calles, pero el modelo abolicionista no ha conseguido terminar con el comercio sexual. Ahora se hace de manera m¨¢s oculta. Se disimula m¨¢s a los ojos de la sociedad. Los expertos apuntan a que ahora la mayor parte se pacta por Internet y a trav¨¦s de la telefon¨ªa m¨®vil. Tambi¨¦n ha aumentado el turismo sexual a pa¨ªses donde la prostituci¨®n est¨¢ permitida, como Dinamarca, que adem¨¢s cuenta con el punto a favor de la cercan¨ªa.
Un reciente informe del Consejo Nacional de Sanidad de Suecia aseguraba que no se puede afirmar que la ley haya hecho disminuir el n¨²mero de prostitutas. Algo para muchos imposible. "Lo que ha hecho la ley es aumentar los riesgos de violencia contra las trabajadoras del sexo. Ha hecho que trabajar con seguridad sea muy dif¨ªcil", argumenta la Asociaci¨®n de Trabajadoras del Sexo de Suecia. Desde esta organizaci¨®n sostienen que el abolicionismo promueve una mayor destreza de las redes de trata de seres humanos y de los proxenetas. Creen que la normativa ha expulsado a la prostituci¨®n hacia un mundo mucho m¨¢s opaco a la vigilancia policial. "Las prostitutas est¨¢n m¨¢s desamparadas", alegan.
Sin embargo, seg¨²n fuentes policiales, la ley parece funcionar como una barrera que dificulta que las redes de proxenetas operen. La polic¨ªa sostiene que en Suecia hay unas mil mujeres extranjeras explotadas sexualmente, frente a las 15.000 de Finlandia. En ese pa¨ªs se present¨® una propuesta de imitar la ley del pa¨ªs vecino, que sin embargo no prosper¨®.
Pero aunque Suecia fue el primer pa¨ªs en prohibir la compra de sexo, ahora no es el ¨²nico. Noruega aplica desde el 1 de enero de este a?o una ley como la sueca; se penaliza tambi¨¦n la compra de servicios sexuales en otros pa¨ªses. Una forma de perseguir el turismo sexual.
El modelo contrario es el holand¨¦s. All¨ª, desde 2000, hay una ley que regula la prostituci¨®n como un trabajo. Esta normativa legaliz¨® los burdeles y obliga a sus propietarios a pagar impuestos y la Seguridad Social de las prostitutas. Las trabajadoras del sexo necesitan, adem¨¢s, una autorizaci¨®n municipal para ejercer.
Sin embargo, nueve a?os despu¨¦s de la ley holandesa algunos sostienen que siguen existiendo problemas de tr¨¢fico de mujeres y prostituci¨®n forzada. "En Holanda las mujeres y chicas que se prostituyen sufren regularmente amenazas, golpes, violaciones y amedrentamiento por parte de proxenetas y clientes", argumenta Heleen Mees. Esta abogada y economista -que sostiene que la prostituci¨®n es una forma de esclavitud y que nunca se hace voluntariamente- forma parte de un proyecto para reducir hasta erradicar los barrios rojos, las zonas de calles llenas de vitrinas y escaparates donde ellas ofrecen sus servicios.
"Es f¨¢cil darse cuenta de que hay personas que practican el sexo por otras razones distintas que las de la procreaci¨®n. Por placer, por diversi¨®n o por otras razones. Tambi¨¦n hay personas que tienen m¨¢s de un compa?ero sexual o que cambian de pareja cada noche. Pero, ?qu¨¦ sucede si un hombre o una mujer combinan esos factores? Que es una trabajadora o un trabajador del sexo", argumentan desde el sindicato de prostitutas Hilo Rojo.
Esta asociaci¨®n sostiene que, a pesar de la ley, las mujeres no est¨¢n del todo protegidas: dependen de que los empresarios les paguen la Seguridad Social. Adem¨¢s, dicen, los empresarios se resisten a pagar sus costes en impuestos y cotizaciones. Hilo Rojo cree que, a pesar de la regulaci¨®n, la prostituci¨®n sigue siendo un trabajo "estigmatizado". El jueves, la organizaci¨®n cristiana Scharlaken Koord comenz¨® una campa?a por todo el pa¨ªs para "ayudar" a las prostitutas a encontrar un "trabajo normal".
?En qu¨¦ espejo ha de mirarse Espa?a? Las opiniones siguen divididas. Sin embargo, todas creen que algo ha de cambiar. "Habr¨ªa que plantear alternativas para las mujeres y planes de intervenci¨®n para evitar que estuvieran explotadas", asegura Roc¨ªo Nieto, de Apramp. La presidenta de esta asociaci¨®n considera que, excepto el Plan de Trata del Gobierno, el resto de acciones lo ¨²nico que han hecho es empeorar la situaci¨®n de las mujeres. "Con las ordenanzas que no permiten a las mujeres trabajar en las calles, la prostituci¨®n ha aumentado en los lugares invisibles: en los pol¨ªgonos, en los clubes, en las barras americanas. Quitarlas de la calle no soluciona el problema, lo traslada. Las mujeres no han desaparecido, se han trasladado", dice.
Un punto que s¨ª comparte Hetaira. "Han aumentado los niveles de acoso de las trabajadoras del sexo, de acoso policial", dice Cristina Garainz¨¢bal. Sin embargo, adem¨¢s de a las normativas municipales, la portavoz de Hetaira apunta hacia otro motivo: "Las mujeres que han decidido ganarse la vida con la prostituci¨®n est¨¢n siendo invisibilizadas, olvidadas. Contra ellas est¨¢n cargando las instituciones. Todo con la excusa de la lucha contra la trata". Garainz¨¢bal critica la pol¨ªtica "inmovilista" del Gobierno. "Si realmente pensamos que todas las trabajadoras del sexo son v¨ªctimas de la trata no entiendo c¨®mo no act¨²an de manera m¨¢s eficaz. El problema es que no es cierto. Confundir ambas cosas minimiza el da?o, el crimen de la prostituci¨®n forzada, y tambi¨¦n niega los derechos de quienes est¨¢n ejerci¨¦ndola voluntariamente", apunta. Su colectivo y otros critican que se ataque siempre a las prostitutas que ejercen en las calles y que, sin embargo, se cierre los ojos con los locales de alterne.
El Gobierno mantiene que su prioridad es terminar contra la trata de seres humanos. La ministra de Igualdad explica que, adem¨¢s del plan, que se aprob¨® el 12 de diciembre, se han puesto en marcha medidas de sensibilizaci¨®n, conocimiento y prevenci¨®n. Campa?as dirigidas a la poblaci¨®n general, empresas de viajes, instituciones y organizadores de eventos. No piensan por ahora en hacer ninguna ley que regule o proh¨ªba. De momento se centran en terminar con la trata de seres humanos. "La trata con fines de explotaci¨®n sexual supone una de las manifestaciones m¨¢s crueles de la desigualdad afectando especialmente a mujeres y ni?as en muchos lugares del mundo", sostiene A¨ªdo.
?Trabajo o forma de esclavitud?
Europa se divide entre dos modelos: el que ve la prostituci¨®n como un trabajo y el que sostiene que es una forma de esclavitud y la proh¨ªbe.
- Holanda. En este pa¨ªs, la prostituci¨®n est¨¢ regulada como un trabajo desde el a?o 2000. La ley obliga a los propietarios de los burdeles a pagar impuestos y la Seguridad Social de las prostitutas. ?stas, que deben tener una licencia municipal, tienen derecho a Seguridad Social y a cobrar el paro.
- Suecia. En 1999 entr¨® en vigor la ley contra la compra de servicios sexuales. Esta normativa proh¨ªbe pagar por el sexo y penaliza al cliente con multas de prisi¨®n y econ¨®micas.
- Alemania. Este pa¨ªs tambi¨¦n es partidario de la regulaci¨®n. En ¨¦l, como en Holanda, las prostitutas son consideradas como trabajadoras y gozan de prestaciones sanitarias.
- Espa?a. No existe ninguna ley que proh¨ªba ni permita la prostituci¨®n. Las prostitutas ejercen su trabajo en la alegalidad. Muchos aseguran que la mayor¨ªa son v¨ªctimas de las mafias. Otros creen que las esclavas sexuales existen, pero tambi¨¦n las que lo hacen voluntariamente.
- Dinamarca. Las prostitutas pagan impuestos, pero no tienen paro ni Seguridad Social.
- Reino Unido. Planea perseguir a los clientes de mujeres que son obligadas a prostituirse. Se les sancionar¨¢ con multas de hasta 1.200 euros. Conozca o no la situaci¨®n de la prostituta.
- Italia. Este pa¨ªs toleraba la prostituci¨®n en la calle o en casas particulares. Ahora empieza a penalizar a clientes y prostitutas con multas econ¨®micas de 300 a 3.000 euros.
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