Las bambalinas del Cl¨ªnico
La fundaci¨®n de investigaci¨®n cumple nueve a?os convertida en un referente
Un lech¨®n sonrosado, anestesiado, asistido por un respirador y rodeado de la ¨²ltima tecnolog¨ªa sanitaria reposa sobre una camilla bajo la atenta mirada de dos investigadores. La escena corresponde a hace varias semanas, pero ensayos como ¨¦ste -en el que se prueba la eficacia de un f¨¢rmaco- se suceden todos los d¨ªas en la fundaci¨®n del hospital Cl¨ªnico de Valencia, as¨ª como de nuevos medicamentos contra el c¨¢ncer o sofisticados estudios gen¨¦ticos.
A pocos metros de la vor¨¢gine asistencial de uno de los principales hospitales de Espa?a, en unas tranquilas dependencias situadas en las mismas entra?as de la facultad de Medicina, la fundaci¨®n de investigaci¨®n del Cl¨ªnico acaba de cumplir nueve a?os en los que, sin hacer demasiado ruido, se ha convertido en un referente de la ciencia sanitaria aplicada a la cl¨ªnica en ¨¢reas como la investigaci¨®n cardiovascular, oncol¨®gica, los estudios gen¨¦ticos o las alteraciones metab¨®licas.
El centro destaca en estudios de oncolog¨ªa, gen¨¦tica o lesiones metab¨®licas
La ubicaci¨®n en la que se encuentra la fundaci¨®n -en la facultad pero estrechamente vinculado al hospital- es toda una met¨¢fora. Esta herramienta de investigaci¨®n es el fruto de la suma de esfuerzos del Cl¨ªnico y de la Universitat de Val¨¨ncia dirigidos a "maximizar la eficiencia de los fondos p¨²blicos" para investigaci¨®n, como apunta su responsable, el catedr¨¢tico de Bioqu¨ªmica y Biolog¨ªa Molecular Juan Vi?a. Todo ello bajo una f¨®rmula que permite obtener financiaci¨®n tanto de las distintas Administraciones -europeas, estatales o auton¨®micas- como de entidades privadas y con la vista puesta en trasladar todos los esfuerzos a la cama del enfermo que, literalmente, se encuentra al otro lado de la calle.
En el caso de este lech¨®n, se trata de saber si el sevofluorano, es eficaz con distr¨¦s respiratorio, una alteraci¨®n severa de la funci¨®n pulmonar, y si este anest¨¦sico inhalado adem¨¢s de poder llegarse a administrar a pacientes con este tipo de lesi¨®n tiene efectos antiinflamatorios. A pocos metros del particular quir¨®fano en el que se encuentra el cerdo est¨¢ el animalario donde ratas, cobayas y conejos esperan su turno. Otros pacientes se recuperan en un peque?o establo, como es el caso de otro lech¨®n al que se le acaba de practicar una terapia experimental contra el infarto.
La experimentaci¨®n animal, con escrupuloso respeto a todos los requisitos que marcan los protocolos, es s¨®lo una parte de las actividades que se desarrollan en la fundaci¨®n. Otra de las ¨¢reas estrella es Oncolog¨ªa. Hay varios ejemplos que ilustran el peso que tiene la investigaci¨®n en c¨¢ncer y el hueco que se ha abierto la fundaci¨®n en esta parcela en pocos a?os.
Uno es el extraordinario respaldo cient¨ªfico que tiene esta la actividad asistencial. As¨ª las 30 personas que integran el Servicio de Oncolog¨ªa y Hematolog¨ªa del hospital Cl¨ªnico est¨¢n apoyadas por otros 20 investigadores dedicados a trabajar en estas enfermedades. Gracias a estos esfuerzos, el Cl¨ªnico es de los pocos centros de Espa?a que participan en ensayos cl¨ªnicos tipo 1.
Estas pruebas son las primeras que se hacen en humanos para probar una nueva medicaci¨®n y medir la dosis recomendada y c¨®mo se comporta en el cuerpo. "M¨¢s de 150 pacientes han participado en estos ensayos", apunta Andr¨¦s Cervantes, jefe cl¨ªnico de Oncolog¨ªa, que trabaja en el departamento junto a Ana Lluch, jefa de servicio.
Pero no todos los trabajos son experimentales. Hay algunos, por ejemplo los que se desarrollan en los laboratorios de estudios gen¨¦ticos, que ya se han incorporado a la pr¨¢ctica cl¨ªnica y ya se benefician de ellos los pacientes del hospital. Es el caso del barrido para detectar la eficacia del tratamiento convencional al c¨¢ncer de colon.
En un notable porcentaje de pacientes (un 40%), una alteraci¨®n en el gen KRAS frena el efecto de la medicaci¨®n contra el tumor, por lo que a estos pacientes no s¨®lo se le administra un tratamiento in¨²til que cuesta entre 2.000 y 3.000 euros por paciente, sino que han de soportar molestos efectos secundarios evitables. De ah¨ª, que a todos estos pacientes se les practique el test gen¨¦tico para determinar el mejor arsenal terap¨¦utico que se le administrar¨¢.
Toda esta actividad, y las decenas de proyectos financiados por Programas Marco europeos, el Instituto de Salud Carlos II del Ministerio de Sanidad, el Ministerio de Ciencia e Innovaci¨®n o la Generalitat Valenciana, adem¨¢s de iniciativas privadas, descansa en una plantilla "muy joven y din¨¢mica", como destaca Vi?a: "Aqu¨ª la rotaci¨®n del personal investigador es constante y hay una elevada movilidad, la gente no viene a calentar el sill¨®n". Eso s¨ª "todos con Seguridad Social, incluso los becarios, de lo que estoy muy orgulloso". Y que, tal y como est¨¢ la ciencia, no es todo lo com¨²n que deber¨ªa ser.
Fondos provenientes de las ant¨ªpodas
Una de las grandes virtudes de una fundaci¨®n como la que posee el hospital Cl¨ªnico de Valencia es la posibilidad de recibir fondos privados. Y durante estos a?os, el dinero ha llegado de las procedencias m¨¢s diversas.
Uno de los casos m¨¢s curiosos es el protagonizado por Matteo de Nora, un millonario que en la pasada Copa del Am¨¦rica celebrada en Valencia se convirti¨® en uno de los principales financiadores del equipo New Zealand. Tras sufrir un accidente en un rally, competici¨®n a la que es un gran aficionado, fue atendido en el servicio de Neurolog¨ªa del Cl¨ªnico. De Nora qued¨® encantado del trato recibido en el hospital valenciano, pero se qued¨® con una molesta secuela: un leve pero persistente ruido en el o¨ªdo (denominado ac¨²feros o timnitus) para el que no existe tratamiento.
"Se enter¨® del funcionamiento de la fundaci¨®n y decidi¨® donar 500.000 euros para investigar en este campo", recuerda Vi?as. Dicho y hecho. En estos momentos, una joven investigadora, Esperanza Bas, trabaja para buscar una soluci¨®n a los ac¨²feros gracias a esta aportaci¨®n y una de las becas Bancaixa con que cuenta la fundaci¨®n.
Existen otros casos menos ex¨®ticos pero igual de curiosos. "Recuerdo a una persona que tras recibir tratamiento en oncolog¨ªa organiz¨® una cena ben¨¦fica para recaudar fondos para la fundaci¨®n", apunta el director de esta instituci¨®n Juan Vi?as. Este paciente consigui¨® reunir 120.000 euros. Hubo otro paciente agradecido que don¨® de su bolsillo 6.000 euros, y una pareja que en sus bodas de oro pidi¨® que en lugar de regalos, ingresaran dinero a cuenta de la fundaci¨®n. "En oncolog¨ªa a todo el que quiere ayudar, le remiten a la fundaci¨®n", comenta Vi?as.
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