Di¨¢logo
El otro d¨ªa, escribiendo sobre Jade Goody, una joven enferma que intentaba vender a las televisiones la exclusiva de su agon¨ªa, utilic¨¦ la frase siguiente: "Su padre era toxic¨®mano. Su madre, lesbiana. Careci¨® de educaci¨®n y de expectativas". Los t¨¦rminos estaban copiados de una entrevista con la propia joven. La frase sonaba mal y sigue sonando mal: parece equiparar la toxicoman¨ªa con la homosexualidad, y puede deducirse de ella que con una madre lesbiana se acaba careciendo de educaci¨®n y de expectativas. No es el caso, al menos en mi opini¨®n.
Varias personas me han reprochado, con raz¨®n, la inclusi¨®n del presunto lesbianismo materno entre los antecedentes de la persona en cuesti¨®n. Cit¨¦ el asunto porque, por lo visto, la orientaci¨®n sexual de la madre (que, como el padre, era aficionada a los estupefacientes) no result¨® muy del gusto de la hija, ella sabr¨¢ por qu¨¦. A m¨ª me es del todo indiferente.
Las quejas llegadas a mi buz¨®n se refer¨ªan exclusivamente, es curioso, a la madre y a la homosexualidad. Ning¨²n toxic¨®mano (insisto en que aqu¨ª no equiparamos nada) ha dicho nada, y quiz¨¢ hab¨ªa tambi¨¦n razones para la queja. El consumo de drogas es poco aconsejable, en especial para ejercer de padre; he conocido, sin embargo, padres toxic¨®manos que han educado razonablemente bien a sus hijos. Se deduce de ello que los toxic¨®manos son menos activos que otros colectivos a la hora de reivindicar su imagen y sus derechos. Quiz¨¢ los estupefacientes les reducen a un estado de pasividad contemplativa.
Dec¨ªa todo esto porque una de las personas que se molestaron en escribirme, para denostar mi supuesta homofobia, se tom¨® incluso el trabajo de introducir un virus en el mensaje. M¨¢xima eficacia: el ordenador qued¨® para el arrastre.
Dado que represalias vigorosas de ese tipo podr¨ªan repetirse, creo que ha llegado el momento de interrumpir la estimulante correspondencia directa que ven¨ªa manteniendo con algunos lectores, y agradecer muy sinceramente todos los mensajes recibidos hasta ahora. Parece que en elpais.com abrir¨¢n espacio para opiniones debajo de esta columnita. El sistema resulta sin duda m¨¢s seguro y permite que la gente dialogue entre s¨ª. Veremos.
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