Hollywood baila al son de Pen¨¦lope

En un pasillo del teatro Kodak, rodeada de fot¨®grafos de la organizaci¨®n, Pen¨¦lope Cruz rompi¨® a llorar. Toda la emoci¨®n contenida de una semana de promoci¨®n pre Oscar, de aguantar nervios que comenzaron a aflorar en la alfombra roja, y de mantener controlada la conmoci¨®n que vivi¨® en el escenario de la gala con la estatuilla en la mano... todos esos sentimientos salieron a flote y la madrile?a de 34 a?os, la primera actriz espa?ola en obtener el galard¨®n, decidi¨® liberar la tensi¨®n.

"Lo necesitaba para pasar la noche. Es que todav¨ªa no me lo creo. El momento de presentaci¨®n de las cinco actrices ha sido precioso, pero largo, y el coraz¨®n me iba a mil por hora. Cuando Tilda Swinton me mir¨® tras abrir el sobre, en ese momento m¨¢gico fue cuando pens¨¦ que me iba a caer redonda", cont¨®.

"El coraz¨®n me iba a mil por hora, cre¨ª que me iba a caer redonda" (Cruz)

El gal¨¢n australiano convirti¨® la noche del cine en una sucursal de Broadway

En aquel pasillo tambi¨¦n debi¨® de recordar a un polic¨ªa que la semana pasada en Madrid, y mientras Cruz cruzaba la ciudad en coche justo antes de viajar a Los ?ngeles, le grit¨®: "?Tr¨¢enos el Oscar!". O en las noches de vigilia para ver la ceremonia de los Oscar en Alcobendas su ciudad natal, que acaba de confesar en su discurso de agradecimiento: "Pas¨¦ all¨ª mucho tiempo: la primera casa, mi primer colegio, mi primera escuela de ballet... All¨ª tambi¨¦n trabajaban mis padres. No ten¨ªa muy claro si iba a hablar de Alcobendas en el discurso. Pero tuve que hacerlo".

Los recuerdos infantiles de Pen¨¦lope Cruz son muy parecidos a los de su amiga Kate Winslet, mejor actriz por The reader. Winslet, que se apunt¨® al posible desmayo de Pen¨¦lope al inicio de su agradecimiento, llevaba a?os "ensayando la cara de perdedora

[era su sexta candidatura]", antes de comentar que su discurso hab¨ªa empezado a prepararlo en el ba?o de su casa con ocho a?os, un bote de champ¨² y mucha imaginaci¨®n. Sean Penn, mejor actor por Mi nombre es Harvey Milk, prefiri¨® centrarse en sus amigos, en la verg¨¹enza que supon¨ªa la prohibici¨®n de los matrimonios homosexuales en California y en homenajear a su rival y colega Mickey Rourke, renacido de sus cenizas con El luchador.

La cuarta candidatura interpretativa recay¨® en Heath Ledger, el Joker de El caballero oscuro. Con la sala puesta en pie en tributo al fallecido actor australiano, sus padres y su hermana agradecieron el premio, que pasar¨¢ a manos de Matilda, la hija de tres a?os de Ledger. "La estatuilla estar¨¢ donde ella est¨¦".

Todos ellos quedaron casi eclipsados por la bacanal musical de Hugh Jackman, que transform¨® el escenario del teatro Kodak, ornamentado con 92.000 cristales swarovski, en una sucursal de Broadway. La prensa estadounidense no se pone de acuerdo sobre si el show fue acertado o no, pero la audiencia televisiva ha subido un 6%.

Slumdog millionaire, gran triunfadora de la noche, estuvo a punto de no ser distribuida y quedar s¨®lo para el mercado de DVD, pero la r¨¢pida intervenci¨®n de la productora y distribuidora Fox Searchlight -responsables a?os anteriores de Peque?a Miss Sunshine y Juno-, han dado un final de cuento de hadas a un drama amoroso que se desarrolla entre el concurso de televisi¨®n ?Qui¨¦n quiere ser millonario? y la miseria de las calles de Bombay.

Se cumpli¨® lo que la alfombra roja ya hab¨ªa presagiado: que la gran familia del cine iba a honrar a Slumdog millionaire y a la madrile?a. All¨ª mismo alabaron su trabajo desde sus rivales a compa?eros como Ben Kingsley y Sof¨ªa Loren, amigas como Kate Winslet, el distribuidor en Estados Unidos de Vicky Cristina Barcelona, Harvey Weinstein, el modisto Valentino o el tenor Pl¨¢cido Domingo. Por si quedaban dudas, Angelina Jolie par¨® para confesar: "Quiero trabajar con ella". En el escenario del Kodak, poco antes de obtener el premio, Anjelica Huston le dedic¨® el halago final: "Bajo tu belleza se esconde el alma de una aut¨¦ntica cometa".

El a?o que viene, con Los abrazos rotos, de Pedro Almod¨®var, y Nine, de Rob Marshall, Pen¨¦lope Cruz podr¨ªa seguir la racha espa?ola que empez¨® Javier Bardem en la pasada edici¨®n con No es pa¨ªs para viejos. Y en Alcobendas, mientras, alguna ni?a so?ar¨¢ despierta a las cinco de la madrugada.