Las vejigas se resienten en Xinzo
El uso de ¨®rganos de vaca para hacer ruido en Entroido entra en crisis
El Entroido limiao es cosa de vejigas. Secas e infladas como globos. Enormes. M¨¢s de 3.000 aparatos urinarios de vacuno a reventar de aire aturden cada a?o con su roce constante las calles de Xinzo en uno de los carnavales m¨¢s reconocidos de Espa?a, Fiesta de Inter¨¦s Tur¨ªstico Nacional. Los grandes ¨®rganos hinchados son se?a de identidad de las famosas pantallas, vestimenta tradicional del Entroido en la comarca. Dos bolsas de piel estiradas dan muestra del poder¨ªo de la pantalla que las porta. A mayores vejigas, m¨¢s ruido. Y ¨¦ste es el prop¨®sito: emitir un grueso sonido animal y simular acoso hacia cualquier viandante no disfrazado.
A una media de 5 o 6 euros la pieza, el negocio es un extra considerable para las escasas familias que preparan los recipientes de vacuno para vender. Pero la crisis parece hincarle el diente tambi¨¦n a la tradici¨®n. "Vendimos poco, a ver si en estos d¨ªas", resume Antonio G¨®mez, uno de los principales proveedores. G¨®mez se retrata en su casa, rebosante de hinchadas bolsas urinarias esparcidas por los suelos o colgadas de ganz¨²as como lacones, en v¨ªspera de los d¨ªas grandes del carnaval limiano.
Cuestan seis euros y desde el tiempo de los celtas simbolizan el poder judicial
G¨®mez acudi¨® a comienzo del invierno a un matadero coru?¨¦s y compr¨® m¨¢s de mil vejigas. En Xinzo no las suministran. El ¨²nico matadero del pueblo, O Rubio, se dedica casi s¨®lo a la ternera y al cerdo. Y las pocas vacas que matan las env¨ªan a Madrid. "Regalamos las vejigas si nos las piden; no las guardamos", comenta un empleado. A Antonio G¨®mez no se las regalan. El matadero coru?¨¦s se las vende "a un euro la pieza congelada, si no las compra nadie, acaban tir¨¢ndolas".
Ahora ¨¦l tiene un buen resto, tra¨ªdo a los pocos, que campa por los suelos en estampa memorable. Y azotan al poder judicial al que, desde los tiempos de los celtas representan, junto a los l¨¢tigos, los inflados y secos ¨®rganos urinarios vacunos. La m¨¢scara de la pantalla encarna el religioso.
En este caso, el rito no es s¨®lo la vestimenta. Ni el correr por las calles armando una bulla colosal. El rito es tambi¨¦n la previa recolecci¨®n de las vejigas, peregrinando por los mataderos: "No es f¨¢cil encontrarlas porque hay que saber extraerlas y en la mayor¨ªa de los casos las cortan tan justas que no se pueden atar". Pero con las m¨¢scaras es distinto. Lo confirma Juan, artesano de la comarca: "M¨¢s que vender, solemos hacer arreglos en los desperfectos".
Desde el Ayuntamiento sostienen que, con crisis o sin ella, el Entroido va a m¨¢s. El teniente de alcalde, Daniel Blanco, asegura que aunque tarden en venderse, "se agotar¨¢n". Blanco reconoce que si en a?os anteriores los vecinos ten¨ªan un par de disfraces de pantallas "este a?o tienen uno", pero la fiesta "va a m¨¢s". Se han ocupado las 200 plazas hoteleras de la villa y alquilado pisos vac¨ªos. En plena efervescencia electoral. Aunque los candidatos, m¨¢s que nunca de expedici¨®n en el rural, han dado calculados rodeos para evitar el tri¨¢ngulo m¨¢gico (Xinzo, Ver¨ªn y Laza) en donde pantallas, cigarr¨®ns y peliqueiros imponen su incuestionable autoridad.
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