Los 'narcos' viajan bajo el agua
Cargados con coca¨ªna y bautizados l¨²gubremente como "ata¨²des", submarinos construidos clandestinamente en la jungla navegan desde Colombia rumbo al norte a trav¨¦s de las aguas del Pac¨ªfico, para distribuir toneladas de droga en el mercado estadounidense.
Las embarcaciones semisumergibles, que se deslizan justo por debajo de la superficie del mar y dejan ver s¨®lo una cabina de cristal o unos tubos de metal, son el nuevo recurso de los narcotraficantes para eludir la vigilancia de las fuerzas de seguridad. El piloto y la tripulaci¨®n, no m¨¢s de cinco personas, se api?an en el escaso espacio de la nave -unos 18 metros de largo por tres y medio de ancho- y viajan desde la costa del Pac¨ªfico colombiana hasta Guatemala o M¨¦xico, donde descargan su cargamento para enviarlo a EE UU, seg¨²n la Guardia Costera estadounidense.
Sin cuarto de ba?o ni cocina, el calor puede ser abrasador en el estrecho espacio que los contrabandistas comparten en la popa, a escasos metros de los motores de di¨¦sel. "Lo llaman el ata¨²d", en alusi¨®n a los repetidos naufragios mortales registrados en las etapas iniciales de su desarrollo, dice el contraalmirante Joseph Nimmich, al mando de un departamento de la Guardia Costera que agrupa a varios cuerpos de seguridad estadounidenses para controlar el tr¨¢fico de drogas.
Nimmich estima que al a?o se construyen entre 60 y 75 de estos narcosubmarinos en astilleros clandestinos en la selva colombiana. Su coste es de unos 500.000 d¨®lares (390.000 euros) cada unidad, est¨¢n fabricados con fibra de vidrio y son capaces de transportar hasta ocho toneladas de coca¨ªna. Esto supone que los narcos podr¨ªan contar con una flota lo suficientemente grande como para transportar casi la totalidad de la producci¨®n anual de coca¨ªna de Colombia, que, seg¨²n la ONU, asciende a 600 toneladas al a?o.
Nimmich afirma que estos aparatos son cada vez m¨¢s sofisticados y han incorporado sistemas de refrigeraci¨®n para no generar una marca de calor que podr¨ªa ser detectada por los sistemas de radar infrarrojo. Su traves¨ªa puede durar hasta dos semanas. Durante el d¨ªa, las embarcaciones semisumergibles reducen su velocidad para evitar que su estela sea detectada.
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