Palabras mayores
Estados Unidos y Europa, incluida Espa?a, se aprestan a intervenir en el sistema financiero
Transcurrido m¨¢s de un a?o y medio de crisis financiera, puede decirse con cierta rotundidad que, hasta ahora, los remedios para corregirla han fracasado. Ni siquiera se ha conseguido fijar con un m¨ªnimo de certeza la cuant¨ªa de activos da?ados en todo el mundo por el abuso del riesgo, el apalancamiento sin garant¨ªas y las titulizaciones sin valor. No es descartable que la Administraci¨®n de Obama acabe seminacionalizando los dos m¨¢s importantes: el Citigroup y el Bank of America. Son palabras mayores en un pa¨ªs que ha hecho del capital privado una segunda religi¨®n. Las conversaciones para inyectar capital p¨²blico en el primero a cambio de acciones parecen continuar; se baraja una participaci¨®n p¨²blica del 40%. Por el momento, el Tesoro est¨¢ dispuesto a transformar las acciones preferentes actuales por las que den totalidad de derechos pol¨ªticos.
Las decisiones radicales no van a quedar limitadas a EE UU. Los Gobiernos de los principales pa¨ªses de la UE han intervenido de distinta forma a favor de sus bancos, desde la nacionalizaci¨®n, como el brit¨¢nico, a la recapitalizaci¨®n a cambio de acciones, con o sin derechos pol¨ªticos. Francia est¨¢ dispuesta a inyectar m¨¢s capital en sus bancos, igual que Alemania. Es la tercera fase de la crisis financiera, en la cual los Gobiernos parecen dispuestos a llegar a cualquier grado de intervenci¨®n para salvar el sistema financiero.
En Espa?a, hasta ahora, no ha sido necesaria ninguna intervenci¨®n extraordinaria, pero no cabe descartarla. De hecho, el vicepresidente Pedro Solbes lo sugiri¨® ayer directamente: "Hay que estar preparado para posibles intervenciones". Una vez que la opini¨®n p¨²blica est¨¢ advertida, convendr¨ªa que las autoridades econ¨®micas explicaran las f¨®rmulas con las que se vestir¨¢n esas intervenciones. No es lo mismo apadrinar la fusi¨®n de bancos o cajas de ahorros -como la CCM y Unicaja-, para curar los balances de alguna entidad afectada, que ingresarla en el Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos. Hace bien Solbes en preferir el m¨¦todo del Fondo; en ¨¦l se aclaran las responsabilidades de gesti¨®n de forma m¨¢s completa y transparente que mediante la fusi¨®n.
Tanto el Gobierno como la oposici¨®n deber¨ªan ser conscientes de la excepcionalidad del momento y trabajar juntos en las terapias. Est¨¢ en peligro gran parte del bienestar. Son palabras mayores a las que deben prestar tanta atenci¨®n como se les est¨¢ prestando en EE UU, Francia o Alemania.
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