Premio al antif¨²tbol
Al Villarreal le falta claridad y pegada ante la cargada defensa del Panathinaikos
El f¨²tbol no siempre es generoso con los que defienden sus nobles valores. Le sucedi¨® ayer al Villarreal, que se march¨® con una mal resultado pese a ofrecer casi todo lo que hace grande a este juego: ambici¨®n, estilo y buen gusto. Le falt¨® remate, eso s¨ª, en una noche espesa de sus goleadores, especialmente Rossi, que se ofusc¨® en el momento de la verdad. El premio se lo llev¨® el antif¨²tbol griego, lleno de faltas, de p¨¦rdidas de tiempo y de defensores por todas partes. Karagounis sac¨® petr¨®leo de la bunkerizaci¨®n de su equipo con una volea a la que Diego L¨®pez no pudo darle r¨¦plica. Poco despu¨¦s, Rossi abri¨® de nuevo con un gol de penalti la eliminatoria, que est¨¢ muy en el aire porque, a pesar de haber desaprovechado la ventaja del Madrigal, el Villarreal tiene todo el derecho a sentirse favorito. Es mucho mejor equipo.
VILLARREAL 1 - PANATHINAIKOS 1
Villarreal: Diego L¨®pez; ?ngel, God¨ªn, Fuentes, Bruno; Cazorla, Senna, Eguren (Pir¨¨s, m. 61), Ibagaza (Cani, m. 69); Rossi y Llorente (Nihat, m. 61). No utilizados: Viera; Venta, Cygan y Mati Fern¨¢ndez.
Panathinaikos: Galinovic; Goumas (Gabriel, m. 46), Vintra, Sarriegui; Nilsson, Gilberto, Sim?o, Wawrzyniak; Karagounis (Salpingidis, m. 84), Spiropoulus; y Mantzios (Rukavina, m. 90). No utilizados: Tzorvas; Cleyton, David e Ivanschitz.
Goles: 1-0. M. 59. Karagounis bate a Diego L¨®pez de disparo lejano. 1-1. M. 67. Rossi de penalti cometido por Wawrzyniak a Pir¨¨s.
?rbitro: Honrad Plautz (Austria). Amonest¨® a Goumas, Gilberto Silva, Marcos Senna y ?ngel.
Unos 24.000 espectadores en El Madrigal.
Gilberto Silva estuvo lamentable, con una actuaci¨®n indigna de un campe¨®n mundial
El Villarreal jug¨® con paciencia y precisi¨®n en una primera parte en la que, sin embargo, se fundi¨® cada vez que consigui¨® encarar al meta Galinovic. Es decir, le falt¨® claridad en la definici¨®n. Tanto Rossi como Eguren e incluso Cazorla desperdiciaron claras ocasiones. El conjunto de Pellegrini se sinti¨® muy superior a su rival y quiso expresarlo desde el primer momento hasta el ¨²ltimo. Para eso cont¨® con un Ibagaza por fin muy fino, en la mejor versi¨®n que recit¨® tantas veces en el Mallorca, y con un socio de una dimensi¨®n futbol¨ªstica tan parecida: Cazorla. Entre ambos crearon espacios milim¨¦tricos para que su equipo sumara m¨¢s de 200 pases que, al final del primer tiempo, se quedaron sin bot¨ªn.
Las previsiones de Pellegrini se quedaron cortas: el Panathinaikos se defend¨ªa con cinco de partida; despu¨¦s con 10. S¨®lo Mantzios, el delantero, ten¨ªa permiso para quedarse en el campo del adversario. Tres centrales expeditivos, entre ellos el vasco Sarriegui, y un sinf¨ªn de faltas para desmoronar todo el juego del Villarreal. Algunas, como la bestial entrada de Gouma a Rossi, merecedoras de algo m¨¢s que una amarilla. Pese a que en el banquillo se sienta un t¨¦cnico holand¨¦s, Ten Cate, el Panathinaikos record¨® a la selecci¨®n griega en la pasada Eurocopa. La misma falta de inter¨¦s atacante. La misma tendencia a destruir todo lo que le llega.
Karagounis, eso s¨ª, est¨¢ mucho mejor que en el verano pasado. El veterano centrocampista es el alma del Panathinaikos, el que, como dijo Valverde, empuja a sus compa?eros, les grita, les contagia un entusiasmo que es lo m¨¢s sobresaliente de este equipo. Adem¨¢s de sus lanzamientos de faltas, siempre en b¨²squeda de la rosca desestabilizadora. As¨ª, en la estrategia, fue la ¨²nica manera que ten¨ªa el Panathinaikos de asustar a Diego L¨®pez, que estuvo a punto de cometer uno de los errores del a?o: retrocedi¨® tanto ante un disparo sin importancia que, cuando lo detuvo, estaba con los pies dentro de su porter¨ªa. Gilberto Silva reclam¨® gol y, en la repetici¨®n, tambi¨¦n lo pareci¨®. El brasile?o, por cierto, protagoniz¨® una actuaci¨®n lamentable, indigna de quien fuera campe¨®n del mundo en 2002. Y sigue siendo titular en la selecci¨®n de Dunga.
Pellegrini avanz¨® m¨¢s a sus laterales tras la reanudaci¨®n, en un intento por encontrar desde los extremos lo que no se hab¨ªa encontrado desde los interiores. Pero ?ngel estuvo muy desacertado por la derecha. Y Bruno, que cumpli¨® por el otro lado, no es lateral y se nota. El Panathinaikos tambi¨¦n avanz¨® filas e, inopinadamente, Karagounis hall¨® la ocasi¨®n que hab¨ªa estado esperando: una volea desde la frontal del ¨¢rea que sali¨® disparada hacia la escuadra izquierda de Diego L¨®pez. La mano izquierda del portero respondi¨® demasiado blanda. El Madrigal se qued¨® helado. El Villarreal pas¨® unos minutos de desconcierto hasta que Pellegrini reaccion¨® con la entrada de Pir¨¨s y Nihat. El franc¨¦s tard¨® apenas unos minutos en ser objeto del penalti que le permitir¨ªa empatar a Rossi. Con su imperial presencia, el veteran¨ªsimo Pir¨¨s hab¨ªa cambiado la cara del Villarreal, que someti¨® a un asedio al conjunto griego, ante el entusiasmo, ahora s¨ª, del Madrigal. Un asedio infructuoso por falta de luz en los ¨²ltimos metros.
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