La mujer roza la igualdad (pero en la ficci¨®n)
Las series rompen con los t¨®picos y las colocan en roles hasta ahora masculinos
?Se han roto los estereotipos de g¨¦nero en las series? No, pero se detecta una tendencia positiva respecto a la situaci¨®n de hace tres a?os. A esta conclusi¨®n ha llegado el estudio Construcci¨®n de g¨¦nero y ficci¨®n televisiva en Espa?a, escrito por Elena Gal¨¢n, profesora de Comunicaci¨®n Audiovisual en la Universidad Carlos III, de Madrid, tras analizar varias producciones nacionales e internacionales desde 2005.
Para Gal¨¢n cada vez son m¨¢s frecuentes las tramas donde la mujer adopta roles, hasta ahora, feudo de los hombres. "Existe una evoluci¨®n en los contenidos, propiciados por los cambios sociales, que muestran un nuevo modelo de mujer que trabaja fuera de casa y tiene un mayor poder adquisitivo". Y as¨ª, ahora, los personajes femeninos se convierten en directoras de centros de urgencias (Hospital Central) -"despu¨¦s de ofrecerle primero el cargo a un hombre", recuerda Gal¨¢n- o en jueces (Acusados) pasando por inspectoras de polic¨ªa (Cazadores de hombres), directoras de Instituto (F¨ªsica o qu¨ªmica) o altas ejecutivas (Mujeres desesperadas).
A pesar del avance, a¨²n se nota la escasez de directoras y productoras
A pesar de esta transformaci¨®n, la profesora alerta de que a menudo siguen represent¨¢ndose bajo los mismos t¨®picos, asociados "con el mundo de las emociones, la pasividad o la maternidad y la sexualidad", incluso contin¨²an "preservando el orden en el ¨¢mbito dom¨¦stico y sacrificando en ocasiones su crecimiento laboral". Gal¨¢n lo achaca, entre otras causas, "a la escasez de directoras, guionistas y productoras en los equipos". "De esta forma no puede darse una visi¨®n compartida de la realidad", remata. Y de ah¨ª el abuso del estereotipo, "un recurso muy usado en televisi¨®n".
Para la profesora, "la repetici¨®n de modelos r¨¢pidamente identificables por el p¨²blico hace que comprendan mejor el planteamiento y se enganchen enseguida a la historia", dice. "Se trata de dar al p¨²blico lo que espera sin que piense demasiado o tenga que romper sus propios prejuicios".
El estereotipo, seg¨²n Gal¨¢n, se confunde en infinidad de ocasiones con el prejuicio y se olvida que puede transmitir tambi¨¦n modelos de socializaci¨®n positivos que hagan visibles determinadas situaciones a¨²n no asumidas del todo, como la inmigraci¨®n o la homosexualidad femenina.
En sus investigaciones, Gal¨¢n tambi¨¦n ha observado que las profesionales de las series se ven obligadas a demostrar su capacidad y por eso eliminan rasgos de debilidad o sensibilidad. "Visten como mujeres, pero se comportan como hombres en su forma de pensar o de actuar". "No obstante, acaparan puestos antes ocupados por los personajes masculinos y normalizan una situaci¨®n", indica la profesora, que apunta que en las relaciones amorosas "ahora son ellas tambi¨¦n las que toman la iniciativa y deciden cu¨¢ndo iniciar o terminar el affaire".
Por ¨²ltimo, Gal¨¢n pone a Mujeres, la serie que emiti¨® La 2 en 2005, como ejemplo de por d¨®nde debe discurrir la ficci¨®n. Para ella, el m¨¦rito de esta producci¨®n de El Deseo (compa?¨ªa de Almod¨®var) es que retrata a "unas mujeres de verdad, que hablan de la vida real y de sus problemas cotidianos, aunque con humor". Menos cr¨¦dito le merece Sexo en Nueva York, ficci¨®n que ha examinado con lupa. "Est¨¢n muy cualificadas y parecen muy transgresoras, pero en el fondo si no encuentran a su pr¨ªncipe azul se sienten muy frustradas", resume.
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