Ni lluvia ni nada, s¨®lo pretensiones

El t¨ªtulo de esta pel¨ªcula navega entre lo esforzadamente l¨ªrico y la cursiler¨ªa. Digno de la hipersensible Isabel Coixet. Tambi¨¦n inequ¨ªvocamente franc¨¦s o porte?o. Lo cual no significa ni remotamente un dem¨¦rito, s¨®lo una constataci¨®n hist¨®rica. Pero los t¨ªtulos de cr¨¦dito logran ahuyentar mis prejuicios ante enunciado tan sugerente.

El gui¨®n est¨¢ firmado por esa pareja art¨ªstica y sentimental tan inteligente y creativa formada por Agn¨¨s Jaoui y Jean-Pierre Bacri y la dirige Jaoui. Tambi¨¦n la interpretan. O sea: autor¨ªa completa. Algo temible en algunos casos y esperanzador en otros. En este caso, promete mucho. Han parido dos de las pel¨ªculas m¨¢s interesantes en los ¨²ltimos a?os del cine franc¨¦s, el de la excepci¨®n cultural (cuyo modelo de financiaci¨®n p¨²blica y afluencia de p¨²blico nativo hace suspirar de envidia a tantos e incomprendidos productores y artistas espa?oles), el que lleva demasiados a?os sin levantar cabeza internacionalmente aunque los espectadores franceses sigan fieles a la grandeur o se enamoren masivamente de una fervorosa exaltaci¨®n de aldea tan carente de gracia como Bienvenidos al Norte.

Esas cr¨®nicas del anverso y el reverso de gente cotidiana, de una visi¨®n mordaz y comprensiva de seres humanos con irreprimible afici¨®n o necesidad de mentirse a s¨ª mismos y a los dem¨¢s, de la sutileza y la iron¨ªa juzgando los comportamientos, las verdades, las medias verdades, los enga?os relativos y los enga?os absolutos, lo que se dice y lo que se siente, estuvieron admirablemente expresados en las originales, frescas, sarc¨¢sticas, complejas, humanistas y muy atractivas Como una imagen y Para todos los gustos.

Lo que me resultaba fluido, ¨¢cido y convincente en esas pel¨ªculas aqu¨ª me resulta fofo, previsible, amateur, pretencioso, un quiero y no puedo con afanes l¨ªricos sobre personajes y situaciones que te resultan forzados y esp¨²reos.

El estilo para contar las miserias de una se?ora feminista y con carrera pol¨ªtica, su despechado amante, su casada e infeliz hermana, sus traumas de infancia, la maltratada y resignada criada magreb¨ª, el concienciado y resentido hijo de la multiculturalidad, el periodista antiguamente riguroso que sobrevive pat¨¦ticamente tir¨¢ndose el rollo sobre el malicioso retrato de las mujeres con poder, el bistur¨ª sobre lo que lo que intentamos parecer y lo que somos, es digno de una cortometrajista con abusivas ilusiones, es intrascendente, no provoca ni fr¨ªo ni calor.

Tengo inmensas ganas de recomendarme a m¨ª mismo y a ustedes alguna obra de arte que no est¨¦ hablada en ingl¨¦s. No hay manera. No puedo hacer europe¨ªsmo ni patria. Solo me seduce el imperialismo cultural y la vacuidad art¨ªstica de las pel¨ªculas seleccionadas al Oscar.