"El teatro se revaloriza con Internet"
Ram¨®n Barea se ha recortado el bigote con el que estren¨® hace s¨®lo unas semanas Cartas de amor a Stalin, con Ur Teatro. El actor dej¨® atr¨¢s el personaje de Stalin para saltar otra vez al trabajo de director, al frente de una producci¨®n del Teatro Arriaga, Emma. La mujer m¨¢s peligrosa de Am¨¦rica, de Howard Zinn, que estrenar¨¢ el pr¨®ximo 12 de marzo.
Pregunta. ?Se siente m¨¢s actor o director?
Respuesta. El corazoncito est¨¢ en el Ram¨®n Barea actor. Desde que era adolescente mi idea era ser actor. Las cosas, sin haberlo buscado, me han llevado a dirigir, a escribir, y me han llamado para el cine. Siempre que he hecho una pel¨ªcula he pensado que era excepcional, que era la ¨²ltima. Yo mismo me sorprendo de las cosas que he hecho.
"Es hora que la gente del teatro, dirija los teatros"
"La realidad no se ajusta a la fantas¨ªa nacionalista de la cultura"
P. ?El reconocimiento que obtiene es el mismo?
R. No, en el teatro te quemas m¨¢s como director. Como actor, aunque una obra sea un desastre, siempre hay alguien que te dice que has estado bien. La sensaci¨®n es que como director nunca acabas tu trabajo; es donde m¨¢s solo est¨¢s.
P. Salta del teatro, al cine o la televisi¨®n
R. La popularidad, que no el reconocimiento profesional, te lo da la televisi¨®n. La profesi¨®n no est¨¢ valorada socialmente. Los actores no salen debajo de una piedra, pero en el imaginario colectivo est¨¢ la idea de que con un poco de morro cualquiera puede ser actor. Creo que en esta ¨¦poca el teatro, que no se puede piratear por Internet, va a ser uno de los espacios que convoque a la gente, porque el directo se va a convertir en algo dif¨ªcil de conseguir en un mundo invadido por los productos audiovisuales. El teatro, como otras actuaciones en directo, se revaloriza con Internet, porque no queda m¨¢s remedio que ir a verlo.
P. En su documental Nos sentamos a hablar retrat¨® hace dos a?os una situaci¨®n catastr¨®fica del teatro en el Pa¨ªs Vasco. ?Ha cambiado?
R. Tristemente, no. Ha servido para que la clase pol¨ªtica y la propia profesi¨®n vean qu¨¦ piensan los dem¨¢s y los puntos que tienen en com¨²n. El Plan Vasco de Cultura es muy lento y s¨®lo hay un par de cosas de teatro. Venga estudios estrat¨¦gicos y venga escribir memorias; es como si se viviera una pol¨ªtica cultural virtual, donde todo se llena de estad¨ªsticas y de estudios.
P. ?C¨®mo se puede revitalizar el teatro en Euskadi?
R. El problema est¨¢ en el alejamiento de la profesi¨®n de los recintos teatrales. Les ha entrado la pasi¨®n por programar y se les ha olvidado que eso que quieres programar hay que hacerlo. Tenemos infraestructuras y gente con talento: vamos a juntarlo, que los directores, los escritores, los actores, la gente de la danza y el teatro no tengan que ir a tocar la puerta de los teatros. Tendr¨ªan que estar dentro ya. En todos los ayuntamientos hay un animador cultural devenido a jefe de programaci¨®n o director de teatro. Ya vale. Es hora que la gente del teatro dirija los teatros.
P. ?Hacia d¨®nde podemos mirar para buscar modelos?
R. Un poco a Catalu?a, aunque all¨ª tienen una tradici¨®n cultural diferente. Tienen una necesidad creada por su teatro, cosa que aqu¨ª no ha habido. Quiz¨¢ ha sido porque el teatro no ha servido como sello de identidad nacional. La realidad es que peligrar¨ªa la existencia de una compa?¨ªa de teatro nacional si se plantea el problema de si tiene que ser en euskera o en castellano. Es, yo creo, en lo que no quieren entrar. Se elude el tema de fondo: ?hay que hacer una compa?¨ªa biling¨¹e, reflejo de la sociedad? Se deja que las compa?¨ªas elijan si montar obras en euskera, y se les da un poco m¨¢s de dinero, o en castellano. La realidad del pa¨ªs no se ajusta a la fantas¨ªa nacionalista de la cultura, y en el caso del teatro es muy evidente por el tema del idioma. Igual hab¨ªa que decir, no hagamos un teatro nacional de Euskadi pero acerquemos los proyectos m¨¢s consistentes, formemos equipos nuevos, para que se pueda crear espect¨¢culos en mejores condiciones. Soy m¨¢s partidario de crear compa?¨ªas residentes, que existan compa?¨ªas vinculadas a un teatro, a un sitio en concreto.
P. ?Cu¨¢l es la rentabilidad de asumir la producci¨®n?
R. La funci¨®n de los teatros p¨²blicos es hacer el teatro que no puede hacer la empresa privada. Ahora hacen de todo. La empresa privada se la han cargado los teatros municipales, que han absorbido muchos montajes comerciales que pod¨ªa mantenerlos la empresa privada. Los teatros han ido quebrando porque los municipales han sido los grandes competidores.
P. Usted pasa de interpretar a Valle-Incl¨¢n o a Shakespeare, a dirigir a un contempor¨¢neo.
R. El eclecticismo me viene dado por las oportunidades que he ido teniendo. Salvo los ¨²ltimos a?os, ha sido una lucha por la supervivencia. No he podido hacer un ejercicio de estilo, trabajar con determinados textos, o montar un equipo. Echo de menos ese trabajo con un grupo estable.
Ram¨®n Barea
Ram¨®n Barea (Bilbao, 1949), de formaci¨®n autodidacta, comenz¨® su carrera teatral en los grupos C¨®micos de la Legua y Karraka. En los ¨²ltimos 40 a?os ha trabajado en teatro, cine y televisi¨®n, como actor, escritor y director. En las ¨²ltimas temporadas ha colaborado con Ur Teatro en los montajes de Luces de bohemia y La tempestad, entre otros. En 2007 present¨® el documental Nos sentamos a hablar, con opiniones sobre las artes esc¨¦nicas en Euskadi.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.