Oubi?a pone el contador a cero
El futbolista del Celta empieza de nuevo tras superar una grave lesi¨®n
Al sol de A Madroa a Borja Oubi?a se le pierde la mirada en el horizonte y se apresta a la conversaci¨®n entre la melancol¨ªa y el realismo. Hace casi a?o y medio que se destroz¨® la rodilla izquierda. "Tengo clavada la imagen de la lesi¨®n, el momento", dice. Luego aclara que ese recuerdo no le impide volver a meter el pie, pero que jam¨¢s olvidar¨¢ aquel 22 de septiembre en Anfield, su segundo partido con el Birmingham City, a donde lleg¨® cedido para evitar la Segunda Divisi¨®n y mantener su estatus de futbolista de elite. Oubi?a lo ten¨ªa todo. Acababa de finalizar la carrera de Empresariales, era capit¨¢n del Celta, el equipo de su coraz¨®n, y estaba en el grupo que armaba Luis Aragon¨¦s de cara a la Eurocopa, pero el descenso le llev¨® a la Premier League y le puso frente a Dirk Kuyt, un delantero del Liverpool acostumbrado a fajarse al l¨ªmite. "Lo vi venir. Era una acci¨®n que igual repito tres o cuatro veces en un partido, metes la pierna en cualquier fregado y no pasa nada, pero...".
Se destroz¨® la rodilla izquierda en su segundo partido con el Birmingham City
"Estoy convencido de que evolucion¨¦ como futbolista por tener una vida ordenada"
Su rodilla se quebr¨®. Luego lleg¨® el quir¨®fano y una recuperaci¨®n que no fue sencilla. Son procesos en los que hay mucho tiempo para pensar y Oubi?a ha llegado a una conclusi¨®n: a nivel futbol¨ªstico nada de lo hecho le sirve ahora. "He tenido que resetearme y empezar de cero", asegura. Quiz¨¢s exagere. En el f¨²tbol vales tanto como tu ¨²ltima actuaci¨®n, pero tambi¨¦n hay resquicio para la memoria. "Ya, pero todo ser¨ªa diferente si el Celta estuviera en Primera -reflexiona- y el f¨²tbol es un deporte colectivo. Con todo, Oubi?a tiene la receta para llegar a la cumbre. Lo consigui¨® una vez y no descarta regresar porque en ese reseteo asegura que ha puesto a cero el contador de la ilusi¨®n. Es bueno en su trabajo, un medio centro cabal, atento al corte y con capacidad para sacar la pelota bien jugada, ayuda a hacer mejores a sus compa?eros, pero no hace milagros. No es Messi. "Jugadores que cambien la din¨¢mica del grupo se cuentan con los dedos de una mano", advierte. Salir de un Celta deprimido en el que le quedan dos a?os y medio de contrato podr¨ªa ser una soluci¨®n. "No lo veo..., pero ahora ya no es como antes y es complicado empezar y culminar una carrera en un mismo club, la gente siempre busca novedades".
Oubi?a asume los meses que quedan hasta el verano como un periodo para probar su nivel y ayudar al equipo a salvar la temporada sin agobios. Luego se ver¨¢ qu¨¦ ocurre. Su ilusi¨®n ser¨ªa seguir en Vigo. "Jugar en tu equipo es algo incomparable", confiesa. Borja, que lleg¨® de ni?o desde Vilagarc¨ªa con sus padres, ingres¨® con doce a?os en el Celta. Siempre tuvo compa?eros que llamaban m¨¢s la atenci¨®n, pero nunca dej¨® de ser imprescindible para sus entrenadores. "Igual no ten¨ªa las condiciones de otros, pero evolucion¨¦ m¨¢s que ellos porque tuve un entorno favorable en casa y siempre supe escuchar", explica. Todav¨ªa sigue con la antena puesta para no caer en la din¨¢mica de divismo que envuelve el f¨²tbol profesional.
El capit¨¢n del Celta creci¨® como futbolista al tiempo que se licenciaba en Ciencias Empresariales. Dice que compaginar f¨²tbol y estudios no le resultaba especialmente trabajoso. "Era mi mundo, en el que me mov¨ªa y al final me dio valores como el sacrificio o el esfuerzo que me sirven para jugar al f¨²tbol. Estoy convencido de que he evolucionado como futbolista por tener una vida ordenada", matiza.
Todo conforma una base de la que obtuvo frutos cuando lleg¨® a la medular de un Celta que se iba a Segunda o cuando Fernando V¨¢zquez le dio galones de mando en el Celta para devolverlo a Primera. Oubi?a recopila experiencias y las procesa para que su reseteo culmine con ¨¦xito. Incluso el mes y medio que pas¨® en Inglaterra sirvi¨® para algo m¨¢s que lesionarse. "Aprend¨ª el respeto a la profesi¨®n y al compa?ero, al directivo, el entrenador o el aficionado". Todav¨ªa en rodaje tras una lesi¨®n dram¨¢tica, Oubi?a busca su mejor versi¨®n, mira los partidos de la selecci¨®n, triunfante en Austria el verano pasado y favorita de cara al pr¨®ximo Mundial y lanza una exclamaci¨®n al sol de A Madroa: "Claro que lo piensas. ?Yo estaba ah¨ª!"
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