La ONU abre un tribunal en La Haya para juzgar a los asesinos de Hariri

Cuatro a?os despu¨¦s de la muerte, en atentado y en Beirut, del antiguo primer ministro liban¨¦s Rafik Hariri, abri¨® ayer sus puertas en La Haya el Tribunal Especial para L¨ªbano. Creado en 2007 por la ONU a petici¨®n del Gobierno liban¨¦s, incapaz de garantizar un proceso leg¨ªtimo, su estreno fue en parte simb¨®lico. Cuenta con una sede y un fiscal jefe, el canadiense Daniel Bellemare, pero su presidente y los jueces est¨¢n a¨²n por llegar. Con todo, cuatro generales de las fuerzas de seguridad libanesas, presuntamente implicados en el asesinato, ser¨¢n reclamados de inmediato.

"Su traslado ser¨¢ solicitado. No tengo motivos para pensar que las autoridades libanesas eludan colaborar con nosotros", asegur¨® el fiscal nada m¨¢s pisar la sede del Tribunal, que bautiz¨® "la primera corte mundial antiterrorista". Bellemare sabe que la imagen de transparencia y agilidad resulta esencial para la justicia internacional, y piensa aprovechar los 60 d¨ªas h¨¢biles de que dispone para solicitar a L¨ªbano la entrega de los primeros sospechosos.

El papel de Siria

Desde el punto de vista jur¨ªdico, el caso de los asesinos de Hariri es similar al de los procesados por el conflicto de los Balcanes. Se trata de un tribunal especial creado para esta ocasi¨®n, que desaparecer¨¢ en cuanto haya un veredicto. En el plano pol¨ªtico, las cosas cambian. Si en la antigua Yugoslavia se libr¨® una guerra inter¨¦tnica, en el atentado contra Hariri destaca la implicaci¨®n de la vecina Siria, cuyas tropas entraron en L¨ªbano en 1976, cuando el pa¨ªs se convirti¨® en escenario del conflicto ¨¢rabe-israel¨ª, y del contencioso entre cristianos y musulmanes.

Ahora, las fuerzas pol¨ªticas proclives al mandatario fallecido subrayan la tendencia prosiria de los generales reclamados por el Tribunal. Se trata de los ex jefes de la guardia presidencial, la seguridad del Estado, la polic¨ªa y el espionaje militar. Del mismo modo, Saad Hariri, hijo del pol¨ªtico muerto y jefe de la mayor¨ªa antisiria del Parlamento liban¨¦s, acusa a Damasco del ataque suicida. Por eso calific¨® ayer la apertura del Tribunal como un rayo de esperanza. "Por fin vemos un atisbo de que la impunidad en L¨ªbano tiene los d¨ªas contados", afirm¨®.

Tras el atentado contra Hariri, que hab¨ªa roto con Siria, las cr¨ªticas de la comunidad internacional no se hicieron esperar. Damasco neg¨® su implicaci¨®n, pero sac¨® a sus soldados, que llevaban tres d¨¦cadas dentro de las fronteras libanesas. Beirut y Damasco han reanudado desde entonces sus relaciones. La entrega de los generales supondr¨ªa un signo de acercamiento entre Siria y el Gobierno del nuevo presidente de EE UU, Barack Obama.

Un empresario millonario que se hizo a s¨ª mismo, Rafik Hariri fue primer ministro de L¨ªbano entre 1992 y 1998, y de 2000 a 2004. Domin¨® la vida pol¨ªtica de su pa¨ªs tras la guerra civil y se le atribuyen dos legados confrontados. Reconstruy¨® Beirut, pero no habr¨ªa contenido la corrupci¨®n que destruy¨® la econom¨ªa nacional.