El entrenamiento del cerebro
El Madrid abre un centro para que los jugadores aprendan a controlar sus emociones
Von de Sede es el fabricante de algunas de las sillas que utiliza la reina de Inglaterra. El cuero de las seis tumbonas de la Sala de Entrenamiento Mental y Neurofisiolog¨ªa del Madrid, en Valdebebas, es suave, rojo, bien acomodado al respaldo de dise?o ergon¨®mico, especialmente concebido para relajar los m¨²sculos del ocupante hasta sumergirlo en un estado prehipn¨®tico. Pero en este caso no son las nalgas lo que deben ablandar las sillas, sino los cerebros de los futbolistas. Su director, Walter di Salvo, se inclina sobre una de ellas y muestra la etiqueta: "De Sede".
Di Salvo explica que el dise?o no es banal. Que, recostados en estas poltronas, decenas de jugadores, desde los chavalines de la cantera hasta los profesionales, podr¨¢n preparar su mente para controlar las perturbaciones del ¨¢nimo que afectan al rendimiento deportivo. Especialmente, el miedo.
Hace un mes que Di Salvo abri¨® las puertas del centro, el Real Madrid Tec, que re¨²ne la maquinaria y la infraestructura m¨¢s avanzada del f¨²tbol mundial. Ideado, seg¨²n ¨¦l, para "construir" futbolistas, es un laboratorio de formaci¨®n dividido en ¨¢reas de biomec¨¢nica, prevenci¨®n de lesiones, neurofisiolog¨ªa y estudio videogr¨¢fico de los partidos. Al final del pasillo se halla el m¨®dulo de Entrenamiento Mental. Cuando ense?¨® el gabinete a los t¨¦cnicos de la cantera, Di Salvo les puso sobre aviso reiteradamente: "?La mente es lo m¨¢s importante!".
El m¨®dulo de Entrenamiento Mental se compone de una zona de control, reservada a los neur¨®logos, y una sala con capacidad para seis jugadores. La zona de control cuenta con seis monitores en los que el neur¨®logo dirige los ejercicios. "Trabajamos con seis ordenadores en l¨ªnea", asegura Di Salvo. "El sistema est¨¢ dise?ado por el Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts. Funciona con sensores que, adheridos al cuerpo del jugador, miden la conducci¨®n galv¨¢nica de la piel; el transporte de las ondas cerebrales; la frecuencia cardiaca; la respiraci¨®n... Cada tumbona tiene un monitor en el que cada jugador observa sus par¨¢metros fisiol¨®gicos. Los operadores controlan todos los ejercicios desde la cabina. Van a hablar directamente con cada jugador. Van a orientarlos sobre qu¨¦ hacer. Son ejercicios de reacci¨®n, de colores, de buscar soluciones... Muy sencillos. Estresar el cerebro no es dif¨ªcil. Se empieza por unas preguntas directas: '?C¨®mo est¨¢s?, ?cu¨¢ntos a?os tienes?'. Tu actividad es normal. Est¨¢s en tu lugar. Entonces se cambia: '?Qu¨¦ puesto consigui¨® Brasil en el Mundial de 1990?'. El cerebro se estresa. Los par¨¢metros suben. Empiezas a sudar. Var¨ªa el factor emocional. Entonces debes hacer ejercicios para volver al nivel ideal. Cada uno es capaz de controlar su mente y su cuerpo. Escuchando y mirando el monitor. Escuchas una m¨²sica s¨®lo si tus par¨¢metros est¨¢n correctos. Cuando te relajas, la m¨²sica se oye. Si no est¨¢s en tu nivel ¨®ptimo, se corta. As¨ª te habit¨²as a controlar las emociones. Cuando dominas estos ejercicios, eres el due?o de tus emociones. Entonces, vas a poder controlarlas en el campo de juego. Y, si las controlas en el campo de juego, tus posibilidades de ¨¦xito en el f¨²tbol van a aumentar exponencialmente".
El ex responsable de la preparaci¨®n f¨ªsica del Manchester United se muestra entusiasmado ante lo que cree un paso adelante sin precedentes. "Hasta ahora nadie ha ayudado a los jugadores en este sentido", dice; "les fichamos y los echamos al campo. El que tenga la capacidad de relajarse y concentrarse para jugar ante 80.000 personas sale adelante. Al que no le vendemos. El f¨²tbol ha estado siempre en la retaguardia del entrenamiento cerebral. Pero en los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn los tiradores estadounidenses trabajaron con este m¨¦todo".
La asamblea, el d¨ªa 29
El Madrid ha ratificado que el pr¨®ximo d¨ªa 29 se repetir¨¢ su pol¨¦mica asamblea de diciembre pasado, en la que se aprobaron las cuentas del club, pero, seg¨²n trascendi¨® m¨¢s tarde, con la intervenci¨®n de personas que no eran socios compromisarios y que, por tanto, no ten¨ªan derecho a asistir ni, por supuesto, a votar. Un esc¨¢ndalo que termin¨® abocando al presidente de entonces, Ram¨®n Calder¨®n, a presentar su dimisi¨®n a pesar de que, en principio, se resisti¨® a hacerlo.
El orden del d¨ªa de la nueva cita se redactar¨¢ el domingo que viene en una reuni¨®n al efecto de la actual junta directiva, presidida por Vicente Boluda.
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