M¨¢s de 400 fragmentos de la colisi¨®n de dos sat¨¦lites

Los dos sat¨¦lites que colisionaron en el espacio sobre la zona norte de Siberia el pasado 10 de febrero se rompieron de forma muy distinta, han comprobado los especialistas que est¨¢n siguiendo por radar los centenares de grandes trozos resultantes. El sat¨¦lite militar ruso Kosmos 2251, que estaba inactivo, se rompi¨® en al menos 275 trozos, m¨¢s del doble de los 129 pedazos detectados del sat¨¦lite estadounidense comercial Iridium 33. Adem¨¢s, los restos en la ¨®rbita del primero se han extendido por una zona mucho m¨¢s amplia (entre 227 kil¨®metros y 1.690 kil¨®metros de altura) que los que est¨¢n en la ¨®rbita del segundo (entre 525 kil¨®metros y 1.265 kil¨®metros), seg¨²n Daniel Deak, de Canad¨¢. La colisi¨®n se produjo a 790 kil¨®metros y el Kosmos ten¨ªa 850 kilogramos de masa frente a los 560 kilogramos del Iridium.

Estos 400 fragmentos, que indican que los sat¨¦lites no chocaron de frente, se han a?adido a los m¨¢s de 18.000 objetos en ¨®rbita terrestre que sigue la Fuerza A¨¦rea de Estados Unidos, la ¨²nica fuente global de datos sobre la situaci¨®n de la basura espacial. Los militares est¨¢n dispuestos a impulsar un esfuerzo internacional para crear un sistema de control de tr¨¢fico espacial, ha se?alado el general Michael J. Carey, director adjunto del Mando Estrat¨¦gico de EE UU, en una reuni¨®n especializada en Estrasburgo, informa Space.com. Sin embargo, actualmente la prioridad es la seguridad de los vuelos tripulados y de los elementos espaciales de seguridad nacional, dijo Carey, y analizar los riesgos para cada sat¨¦lite no forma parte de su misi¨®n.

En 2007 China destruy¨® un sat¨¦lite suyo para demostrar su capacidad antisat¨¦lite y Estados Unidos hizo lo propio en 2008 con uno descontrolado, oficialmente para evitar da?os. Ahora, el Pent¨¢gono asegura que los restos de su operaci¨®n han ca¨ªdo sin causar percances mientras que siguen en ¨®rbita unos 2.200 restos de la maniobra china.