La crisis tambi¨¦n llega al 'top manta'

Hasta hace unos meses era imposible pasearse por las c¨¦ntricas calles de Barcelona sin hallar alg¨²n mantero vendiendo m¨²sica y pel¨ªculas pirateadas o bolsos falsificados. Sin embargo, la crisis y el aumento de la presi¨®n policial han provocado que ¨¦sta sea cada vez una escena menos com¨²n. Los manteros, la mayor¨ªa inmigrantes sin papeles, afirman que las ventas han sufrido un descenso significativo. Quieren mejorar su situaci¨®n y han empezado a organizarse.

Los manteros dicen que sin papeles la ¨²nica salida que tienen es vender en la calle. "Si no quieren despenalizar el top manta, que nos den una soluci¨®n, necesitamos trabajar para ganarnos la vida", afirma Mamadou Diagne, de 42 a?os. Mamadou es el fundador de la asociaci¨®n N¨®madas del Siglo 21, nacida en octubre de 2008, que lucha para mejorar la vida de los inmigrantes africanos. "He vivido situaciones que me hicieron pensar que ten¨ªa que abrir los ojos, porque si no hacemos algo y nos juntamos, no podremos conseguir nada", justifica.

"He perdido mucho tiempo aqu¨ª y no quiero volver a mi casa sin nada"

"Si no quieren despenalizar el 'top manta', que nos den una soluci¨®n"

Mamadou Diagne era profesor de ingl¨¦s en Senegal. Hace dos a?os lleg¨® a Espa?a porque pens¨® que su situaci¨®n mejorar¨ªa y podr¨ªa ayudar a su familia. Sin embargo, su vida en Barcelona no ha sido nada f¨¢cil. "Vivo en un piso de dos habitaciones con 16 personas m¨¢s. En Senegal ten¨ªa mi propio apartamento", explica. Desde que lleg¨® a Barcelona ha trabajado vendiendo CD y DVD en la calle, pero hace unas semanas lo dej¨® porque casi no sacaba nada.

Son muchos los manteros que explican que a causa de la crisis la gente compra menos en el top manta. "Llevo tres semanas sin ganar nada. Hay meses que no gano ni 50 euros", dice el tambi¨¦n senegal¨¦s Mustaf¨¢, de 35 a?os. Lleg¨® a Espa?a en 2006 para ayudar a su familia, aunque ya hace cuatro meses que no les puede mandar dinero. Dice que la vida en Barcelona es muy dura, pero a?ade que no quiere regresar a su pa¨ªs con las manos vac¨ªas: "He perdido mucho tiempo aqu¨ª y no quiero volver a mi casa sin nada".

A pesar de que ahora los manteros venden mucho menos, otro senegal¨¦s de nombre Babacar ha vuelto a poner su manta. Babacar tiene 34 a?os y lleg¨® a Espa?a hace seis porque su hermano estaba viviendo en Barcelona. Al principio se dedic¨® a vender CD y DVD en la calle, pero a los dos a?os obtuvo el permiso de residencia y empez¨® a trabajar en la construcci¨®n. Hace unos meses perdi¨® su trabajo y, si bien intent¨® por todos los medios encontrar otro, no tuvo suerte y la ¨²nica soluci¨®n que vio fue volver a vender en la calle. "Estoy muy mal y pierdo el tiempo vendiendo porque la gente ya no compra", afirma.

Otro factor que ha provocado el descenso de las ventas de los manteros es el incremento de la presi¨®n policial. La mayor¨ªa de los vendedores ambulantes han sido detenidos por la polic¨ªa alguna vez. Mamadou afirma: "Ahora hay m¨¢s vigilancia, te pueden coger en cualquier momento". Actualmente hay 62 presos en Espa?a y m¨¢s de 100 causas abiertas por reproducci¨®n, plagio o distribuci¨®n de obras con autor¨ªa registrada, un delito para el que el C¨®digo Penal prev¨¦ penas de hasta dos a?os de prisi¨®n y multas de 150 a 3.000 euros. Las consecuencias de la actuaci¨®n policial son visibles: por las calles de Barcelona cada vez se ven menos manteros.

Muchos se quejan del trato que les da la polic¨ªa, seg¨²n Mustaf¨¢. Mbaye, otro senegal¨¦s de 28 a?os que trabaja vendiendo chatarra, explica indignado una mala experiencia que tuvo con un polic¨ªa de paisano. Cuenta que lo arrest¨® cuando no estaba vendiendo nada y tampoco llevaba mercanc¨ªa encima. "Me detuvo porque buscaba a un chico que estaba vendiendo y se le hab¨ªa escapado. Estaba desesperado porque no me pod¨ªa defender", sostiene Mbaye.

Sin embargo, todas las experiencias de los manteros con los cuerpos policiales no son negativas. Mamadou explica que una vez invit¨® a los polic¨ªas que le hab¨ªan detenido a una reuni¨®n de la asociaci¨®n N¨®madas del Siglo 21. Agentes de los Mossos d'Esquadra asistieron al encuentro para explicar las leyes espa?olas y los derechos de los inmigrantes, y se interesaron por los problemas de ¨¦stos. "Los polic¨ªas son seres humanos, hay algunos que se pueden meter en tu piel, hay otros que van a aplicar la ley, les dan igual tus problemas. Depende de la persona", precisa Mamadou.

La vida de un mantero, como la de todas las personas que tienen que ganarse la vida en la calle, tiene m¨¢s sombras que luces. Sin embargo, ante un presente adverso, no se quedan de brazos cruzados y han empezado a luchar para mejorar su realidad. Crean asociaciones como N¨®madas del Siglo 21 y se re¨²nen para discutir su situaci¨®n, proponer soluciones y reclamar unos derechos que, como inmigrantes sin papeles, les son negados. Su lucha tiene un claro prop¨®sito: el derecho a una subsistencia digna.