"La gente se mira m¨¢s a los ojos antes de un bombardeo"
Silvia Hidalgo es asidua del Gumbo, un restaurante ¨ªntimo en el barrio madrile?o de Malasa?a donde sirven cocina de Nueva Orleans y ponen m¨²sica de jazz. Su especialidad tiene nombre de pel¨ªcula: tomates verdes fritos. Llega temprano y acompa?a la espera con un vino tinto. Invita la casa.
Hidalgo, de 37 a?os, lleva desde los 23 viajando all¨¢ donde la tierra haya temblado, donde la lluvia haya arrasado cualquier signo de civilizaci¨®n, o donde los hombres se matan. No es m¨¦dico, ni misionera. Su trabajo consiste en analizar hasta qu¨¦ punto son ¨²tiles los donativos de los pa¨ªses ricos para aqu¨¦llos inmersos en tragedias y en evaluar la capacidad de reacci¨®n de los Gobiernos ante emergencias humanitarias.
La analista en cooperaci¨®n conf¨ªa en que la crisis fuerce un cambio de valores
La sesi¨®n de fotos se ha alargado y nos sentamos a la mesa a eso de las tres y cuarto. "No pasa nada, esta tarde no tengo ninguna reuni¨®n". Algo extra?o en una mujer que en el ¨²ltimo mes ha estado en Maldivas, Berl¨ªn, Washington y Sri Lanka.
Hidalgo sabe lo que quiere: "Tomates verdes para compartir y para m¨ª, cangrejo rebozado". Trabaj¨® en Nueva Orleans tras el paso del hurac¨¢n Katrina, pero no es ¨¦se el ¨²nico motivo que le trae a menudo a este rinc¨®n de Madrid. Aunque su familia es espa?ola, naci¨® y se crio en EE UU y el lugar le devuelve a su infancia. Su padre trabajaba en el Banco Mundial como experto en ?frica y su madre era fotoperiodista. "Cuando era peque?a todos mis juguetes ten¨ªan que ver con eso. Puzzles, p¨®sters... En mi casa todo ten¨ªa que ver con ?frica".
Durante los cinco a?os que trabaj¨® para la Comisi¨®n Europea de Ayuda Humanitaria en Sarajevo (de 1993 a 1998), Silvia se dio cuenta de que "en cooperaci¨®n se cometen siempre los mismos errores. Por ejemplo, una monja de Nicaragua recibi¨® financiaci¨®n para construir casas para 86 familias. Por no excluir a nadie ampli¨® el proyecto a 236 viviendas... Cre¨® un foco m¨¢s de marginalidad".
Para evitar estos sinsentidos, Hidalgo fund¨® en 2003 DARA (Donor Accountability in Humanitarian Action, Responsabilidad del Donante en la Acci¨®n Humanitaria). "Ante las grandes cat¨¢strofes ning¨²n pa¨ªs est¨¢ preparado, pero despu¨¦s de ellas siempre se sacan conclusiones". DARA crea bases de datos internacionales con protocolos de actuaci¨®n "para que en las situaciones de emergencia se puedan rescatar esas p¨¢ginas, poner en marcha ejemplos que ya han funcionado y aprender de los errores que otros cometieron".
Quiz¨¢ todo comenz¨® en su infancia. "Esto se me meti¨® en el cuerpo en Sarajevo", sostiene ella. ?Esto? "S¨ª. Antes de un bombardeo la gente se mira m¨¢s a los ojos, se tocan m¨¢s. En momentos tan duros todo el mundo se vuelve m¨ªstico y se recupera otro tipo de comunicaci¨®n". Hace a?os que se estableci¨® en Madrid y procura no hacer viajes de m¨¢s de 15 d¨ªas para no alejarse de sus dos hijos, de cinco y ocho a?os.
Con el dulce, brownie de fresa con helado, llega la reflexi¨®n sobre la crisis. "En DARA nos agobia que se reduzcan las donaciones. Muchos donantes nos han asegurado ya que eso va a suceder. Yo, sin embargo, estoy ilusionada porque creo que esta mala coyuntura va a forzar un cambio de valores".
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