Mucho m¨¢s que una cara bonita
A¨²n no hab¨ªa alcanzado la mayor¨ªa de edad y ya caminaba entre veteranos reporteros curtidos en mil batallas. Lalia ten¨ªa una cara bonita y 17 a?os cuando entr¨® como becaria en el centenario Diario de C¨¢diz, el peri¨®dico decano de Andaluc¨ªa.
Lleg¨® en un momento hist¨®rico: pocos meses antes de la muerte de Franco, el dictador que hab¨ªa sometido a la prensa a un f¨¦rreo control durante cuarenta a?os. Pero la dictadura empezaba a resquebrajarse.
- Nos llegaban comunicados de los comunistas, de los socialistas. Los escond¨ªa e intentaba meterlos en las p¨¢ginas del peri¨®dico, sorteando al director falangista que ten¨ªamos entonces.
Lalia contaba con la complicidad y ayuda del entonces subdirector, Augusto Delkader, que iba a sustituir en 1976 a Emilio de la Cruz. La joven becaria hab¨ªa terminado el primer curso de Periodismo en Madrid. En el verano del 75 pisaba su primera redacci¨®n, plagada de hombres. S¨®lo hab¨ªa otra mujer, Ana Rodr¨ªguez Tenorio, adem¨¢s de una compa?era becaria, Gaby Ca?as. Treinta a?os despu¨¦s, Lalia se convert¨ªa en la primera mujer directora de un peri¨®dico de Andaluc¨ªa.
"Algunos pol¨ªticos entienden la cr¨ªtica; pero otros te llaman y te gritan"
"El laicismo es una de las grandes conquistas; hay que defenderlo a muerte"
Esos treinta a?os transcurridos han cambiado la base del periodismo en Espa?a, pero no la cabeza. El 70% de los 1.600 estudiantes de periodismo que hay en las facultades de Sevilla y M¨¢laga son mujeres. Las redacciones comienzan a ser mayoritariamente femeninas. Pero al restringido club de directores de peri¨®dico solo han ingresado dos mujeres: Lalia y m¨¢s recientemente Magdalena Trillo, que dirige Granada Hoy.
- La prensa escrita es la m¨¢s machista. Es un mundo de hombres en el que hay que estar a la que salta, sin horarios. Por eso, las mejores se largan en cuanto pueden.
Lalia es una mujer que acaba de pasar los cincuenta. No los aparenta. No es un cumplido. Menuda, aparentemente fr¨¢gil, termina sus frases colocando una sonrisa como punto y seguido. Con excepciones. Por ejemplo, cuando reflexiona sobre el abandono forzoso del periodismo por parte de muchas mujeres valiosas. En su propia empresa, se le acaban de despedir dos compa?eras en busca de un trabajo que puedan conciliar mejor con su vida familiar.
- Me duele que se normalicen estos casos. Que te digan ellos: claro, se van porque tienen hijos. Yo contesto: ?t¨² tambi¨¦n tienes hijos y te quedas!
Esa fue una de las razones por las que un buen d¨ªa de 2004 acept¨® dirigir un nuevo peri¨®dico en su ciudad natal: La Voz de C¨¢diz. Era todo un reto y lo asumi¨®.
Nacida en 1957 en el seno de una familia muy religiosa, Lalia era la mayor de diez hermanos. Ninguno sigui¨® la senda de la religi¨®n con el fervor de sus padres. Al contrario, "salimos superrebotados", afirma. Aunque se le iluminan los ojos al hablar de sus progenitores: "siempre fueron tolerantes y flexibles y encajaron bien todas las libertades que nos hemos tomado a lo largo de la vida".
Por ejemplo, la libertad de elegir carrera. Antonio, su padre, quer¨ªa que estudiara Derecho. Ella se inclin¨® por el periodismo. Como entonces no hab¨ªa centros en Andaluc¨ªa, se instal¨® en el agitado Madrid de 1974.
- ?Por qu¨¦ periodismo?
- Porque te pon¨ªa en contacto con la vida.
As¨ª de sencillo. Un d¨ªa, en el patio del colegio de San Jos¨¦ de las Esclavas, le lleg¨® la certeza: de mayor, ser¨ªa periodista. ?So?aba con ser enviado especial, viajar por la geograf¨ªa del conflicto? "No fui v¨ªctima del efecto Miguel de la Cuadra", dice sincera. Lo suyo era tan simple como simple es el origen del periodismo: "quer¨ªa interesarme por lo que suced¨ªa a mi alrededor y escribirlo".
Al a?o siguiente, llegaba al Diario de C¨¢diz. Le gust¨® tanto que, al terminar el segundo curso, s¨®lo viajaba a Madrid a examinarse. En C¨¢diz, ve¨ªa cosas y las escrib¨ªa. Vio algunas que a otros compa?eros les pasaban inadvertidas: la importancia que la cultura comenzaba a tener en su ciudad. Alguna influencia tuvieron sus padres.
De su madre, Lalia Guerrero, aprendi¨® a amar la pintura. A sus 76 a?os sigue con el pincel en la mano la senda de los postimpresionistas franceses. Su padre, que pose¨ªa una envidiable biblioteca, les recitaba a Lorca en una vieja edici¨®n del Romancero Gitano de Losada.
- Se reabr¨ªa el Falla con una programaci¨®n interesante; en Madrid, las colas le daban la vuelta al museo del Prado... Pero los temas culturales los met¨ªamos en el amplio caj¨®n de sastre de la secci¨®n nacional.
Convenci¨® a sus jefes de que Cultura necesitaba "rancho aparte". Naci¨® la secci¨®n de cultura a finales de los 80 y un suplemento cultural. Y llegaron los ascensos: jefa de secci¨®n (1984), redactora jefe (1988), subdirectora (2004) y por fin directora de un nuevo peri¨®dico. Hasta hoy.
En este largo viaje Lalia atraves¨® momentos personales duros que sin embargo no frenaron su carrera. Su marido, Ignacio de la Varga, al que hab¨ªa conocido nada m¨¢s llegar de jovencita al peri¨®dico, enferm¨® y sufri¨® tres operaciones. Era 1980, el mismo a?o en el que ?lvaro, su hermano peque?o, muri¨® en un accidente de moto.
A esas tristezas, sum¨® cuatro alegr¨ªas: sus cuatro hijos. Dos de ellos periodistas. Ignacio, en la SER. Mar¨ªa, en la televisi¨®n auton¨®mica, v¨ªctima reciente de la precariedad laboral, que afecta m¨¢s a la mujer. El profesor Pedro Farias Battle ha recogido estos datos: de los 397 periodistas en paro en septiembre de 2008, 250 eran mujeres, el 62%.
Pero la madre conf¨ªa en su hija y en la televisi¨®n. ?Un medio que utiliza la belleza femenina como gancho? "Supongo que si", afirma Lalia. "Pero ese estereotipo lo han marcado los hombres", puntualiza. Y remacha:
- Tambi¨¦n hay muy buenas profesionales en la tele. Y no estoy dispuesta a mosquearme nada m¨¢s que por cosas importantes. Lo que nosotras tenemos que hacer es seguir luchando y avanzar. No porque se nos considere una cara bonita, aunque a mi edad, eso se agradece mucho.
Y pone una sonrisa como punto y final.
Amistades imposibles
Ella les manda flores y algunos la llaman para gritarle. El periodista Jean Daniel habla de las "amistades imposibles" entre pol¨ªticos y periodistas.
- Hay un sector de la clase pol¨ªtica muy profesionalizado, que entiende las cr¨ªticas. Otros, se ponen muy nerviosos, te llaman y te gritan.
La Guardia Civil, la Polic¨ªa Nacional, el Rector, el presidente Chaves han recibido sus flores. ?Te¨®fila? No, la alcaldesa de C¨¢diz no esta en la lista de la florister¨ªa.
- ?Puede ser neutral un periodista?
- Lucky Luke dice: independiente, siempre; imparcial, nunca.
Lalia considera que "hay que comprometerse, porque hay cosas que est¨¢n bien y otras que no lo est¨¢n". Eso s¨ª, "nunca hacer prensa de partido; hay que dejar sitio a todo el mundo para que opine".
Desde que apareci¨® La Voz, en septiembre de 2004, se ha consolidado como segundo peri¨®dico en C¨¢diz con 12.800 ejemplares (OJD). Tiene una potente versi¨®n en Internet: "con 848.000 usuarios, duplicamos el tr¨¢fico de Diario de C¨¢diz".
La Voz es el benjam¨ªn del grupo Vocento. Lalia es la ¨²nica mujer al frente de una de sus catorce cabeceras. A sus ¨®rdenes est¨¢ medio centenar de periodistas, el 38% mujeres.
Vocento tiene su origen en la prensa de la burgues¨ªa vasca a la que se unieron otros medios procedentes de la antigua Editorial Cat¨®lica. ?Hay que ser de derechas para dirigir La Voz?
- No me considero ni de derechas, ni conservadora. En este peri¨®dico trabajo con m¨¢s libertad que en toda mi vida. Una libertad exquisita.
Tanta, que recuerda que la ¨²nica invitaci¨®n que no ha aceptado como directora de La Voz ha sido la de participar en el preg¨®n de Semana Santa.
- El laicismo es una de las grandes conquistas de la civilizaci¨®n y hay que defenderlo a muerte.
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