Juegos de seducci¨®n
Ocho novelas de todos los tiempos sobre el universo del placer y el deseo.
La lozana andaluza
Francisco Delicado (Espa?a)
Escrita en di¨¢logos dram¨¢ticos a principios del siglo XVI, bajo la influencia de La Celestina, por un cierto Francisco Delicado, cl¨¦rigo de quien poco se sabe y que aparece como personaje en su propia ficci¨®n. La lozana andaluza es una obra maestra del Renacimiento espa?ol. Aldonza, la protagonista, es experta en las artes de la cocina y del dormitorio, y en enlazar los placeres del amor con los de la gastronom¨ªa. Contrapunto femenino de los h¨¦roes masculinos de la picaresca, sus aventuras de cama en cama retratan sin piedad la sociedad espa?ola (y sobre todo romana) de la ¨¦poca. Como apunta Juan Goytisolo, con La lozana andaluza "el amor carnal desaparece del horizonte de nuestra literatura". La lozana andaluza es no s¨®lo la ¨²ltima novela er¨®tica de la literatura espa?ola cl¨¢sica: es tambi¨¦n una de las m¨¢s audaces y m¨¢s divertidas.
La pianista
Elfriede Jelinek
M¨¢s fruto de los fantasmas patriarcales que del deseo er¨®tico femenino, la mujer que acepta o anhela ser sometida jalona la literatura amorosa, desde la demasiado paciente Griselda hasta la protagonista de L'histoire d'O. Elfriede Jelinek, utiliz¨® ese personaje cl¨¢sico d¨¢ndole otra vuelta de tuerca. La pianista que da t¨ªtulo a su novela ans¨ªa liberarse de los yugos sociales y familiares, y encuentra en el delirio amoroso, en el que parece rendirse a la dominaci¨®n de un hombre, una forma distorsionada de poder. Digo parece, porque es ella quien dicta las leyes del juego, oblig¨¢ndolo (y oblig¨¢ndose) a trascender todos los l¨ªmites. . Como todas las novelas de Jelinek, La pianista es una llamada a la rebeli¨®n contra el conformismo, en la cual la violencia f¨ªsica y mental parece ser el arma m¨¢s eficaz para redimir una causa que se daba por perdida.
Este latente mundo
Jose?Luis de Juan (Espa?a)
La literatura er¨®tica corre a menudo el riesgo de caer en la fr¨ªa descripci¨®n cl¨ªnica o en un vocabulario infantil y soez. En Este latente mundo, Jos¨¦ Luis de Juan evita ambas trampas, reinventando un lenguaje que hace eco a la antigua poes¨ªa amorosa y a la tradici¨®n m¨ªstica. Dos historias entrelazadas componen esta magn¨ªfica novela. La primera cuenta la vida de Mazuf, escriba sirio en la Roma del siglo I, pederasta y poeta; la segunda es la cr¨®nica de las aventuras er¨®ticas de un estudiante americano en Harvard hoy. Ambos protagonistas comparten la homosexualidad y el crimen; tambi¨¦n ambos buscan en el lenguaje literario un instrumento para dar sentido a sus desordenadas vidas. A trav¨¦s de estas narraciones paralelas, va revel¨¢ndose el mundo latente que da su nombre a la novela, un mundo sensual, febril, ininterrumpido, inolvidable.
La casa de las bellas durmientes
Yasunari Kawabata
El acto er¨®tico implica ardor, desasosiego, movimiento. Concebirlo en cambio como est¨¢tico, inerte, es depurarlo de su realizaci¨®n material y concederle una suerte de eternidad visionaria. La amada inm¨®vil que ansiaba Nervo, la callada seductora que cantaba Neruda, el dormido Adonis de Shakespeare son encarnaciones del deseo suspendido, nunca logrado. Yasunari Kawabata compuso a principios de los a?os sesenta una perfecta novela corta para relatar ese estado de erotismo contenido. Transcurre en un prost¨ªbulo de reglas particulares: las mujeres, todas muy j¨®venes, que all¨ª se encuentran, duermen a lo largo del d¨ªa. Los clientes, casi todos ancianos, pagan para mirarlas. La casa de las bellas durmientes es una de las m¨¢s logradas obras er¨®ticas de nuestro tiempo.
Las relaciones peligrosas
Pierre Choderlos de Laclos
Seg¨²n Denis de Rougemont, la aristocracia francesa de fines del siglo XVIII, al no poder ya demostrar su autoridad en conquistas militares, se resolvi¨® a hacerlo a trav¨¦s de conquistas er¨®ticas, narradas en obras libertinas cada vez m¨¢s audaces y desaforadas, que concluyen con los cat¨¢logos filos¨®fico-pornogr¨¢ficos del Marqu¨¦s de Sade. Para Pierre Choderlos de Laclos, el campo er¨®tico sirve de espejo a esta crisis de autoridad y al cambio social anunciado en v¨ªsperas de la Revoluci¨®n Francesa. Publicada en 1782, Las relaciones peligrosas es la culminaci¨®n de una larga trayectoria de literatura libertina y epistolar. La correspondencia entre el Vizconde de Valmont y la Marquesa de Merteuil propone un complejo y fatal juego er¨®tico de seducci¨®n y trampa, en el cual las reglas son dictadas por una sociedad a punto de expirar.
Lolita
Vladimir Nabokov (Rusia)
Desde Graham Greene a Borges, escritores del mundo entero se aliaron para declarar Lolita una obra maestra sat¨ªrica, sin duda er¨®tica, pero singularmente literaria. Narrada en la voz de un ped¨®filo engre¨ªdo y pedante, Lolita es una ambigua cr¨®nica de seducci¨®n y estupro en la cual la v¨ªctima acaba atrozmente redimida y el victimario condenado al rid¨ªculo por sus lectores. Nabokov invent¨® para esta novela un lenguaje generoso, recargado, barroco, que se desliza casi imperceptiblemente, a medida que avanza en su impudor, hacia lo sensual y delicadamente f¨ªsico. Sabemos que el objeto del deseo del narrador es inadmisible, nefasto, y sin embargo, al mismo tiempo, gracias a la magia literaria de Nabokov, descubrimos en ¨¦l un oscuro y febril erotismo que cobra fuerza en el hecho mismo de estar prohibido.
Satiric¨®n
Petronio Arbiter (Roma)
Petronio fue autor de una vasta novela picaresca de la cual s¨®lo sobreviven algunos fragmentos de dos de sus libros. ?stos sin embargo bastan para revelarnos una obra maestra. Dos j¨®venes libertinos, Encolpio y Ascylto, recorren Campania y el sur de Italia en busca de un ant¨ªdoto para curar la insuficiencia sexual de Encolpio, consecuencia de la maldici¨®n del dios Pr¨ªapo. Habita la novela un sinn¨²mero de personajes c¨®micos y tr¨¢gicos que se encuentran y desencuentran en desconectados episodios er¨®ticos y costumbristas. Rige la novela un regocijante desorden, mientras que su involuntaria naturaleza fragmentaria le otorga un ritmo fren¨¦tico y un extraordinario poder narrativo. M¨¢s que ninguna otra obra de la antig¨¹edad, el Satiric¨®n nos ofrece una visi¨®n privilegiada de la vida cotidiana en la Roma cl¨¢sica.
El amante
Marguerite Duras (Francia)
En 1984, con El amante, Duras se convirti¨® en un best seller mundial. Situada en la Indochina en guerra, la historia de la joven francesa enamorada de un hombre chino caus¨® esc¨¢ndalo. Primero porque la hero¨ªna que acepta los amores del enemigo era tildada de colaboracionista; segundo porque su relaci¨®n transgred¨ªa fronteras raciales; tercero (lo m¨¢s inadmisible para la burgues¨ªa francesa) porque describ¨ªa a una familia colonial que aceptaba dinero de un nativo para financiar sus exigencias. Secretamente, el esc¨¢ndalo mayor lo produjo la descripci¨®n f¨ªsica del amor prohibido, el placer carnal de la protagonista con su amante y que Duras transform¨®, con un lenguaje depurado, sensual y preciso, en escena de voyeurismo para el recatado lector. Despu¨¦s volver¨ªa a escribir la historia (que hoy sabemos autobiogr¨¢fica) bajo el t¨ªtulo El amante de la China de Norte.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.