Jos¨¦ Tom¨¢s contra Fran Rivera: un follet¨ªn de Berlanga
"El toreo es armon¨ªa, y eso dicen que son tambi¨¦n las bellas artes. Yo siempre entend¨ª el toreo como una inspiraci¨®n, como una forma de expresar el sentimiento, como lo muestra el compositor con sus notas o el pintor con sus pinceles. Para m¨ª, el toreo ha sido una armon¨ªa creadora de belleza y de equilibrio en una voluntad de perfecci¨®n". Estas bell¨ªsimas palabras las pronunci¨® Curro Romero el pasado abril, cuando tom¨® posesi¨®n como miembro de la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungr¨ªa de Sevilla. Las pronunci¨® un torero artista.
Cuando esa poes¨ªa a¨²n permanece en el alma de todos los esp¨ªritus sensibles, la Espa?a m¨¢s ca?¨ª discute acaloradamente sobre una pol¨¦mica de patio de vecindad que tiene todos los ingredientes de una comedia de Garc¨ªa Berlanga: un Gobierno que mantiene a los toros en el Ministerio del Interior pero que lava su mala conciencia permitiendo que el de Cultura conceda una medalla de Bellas Artes a un torero; un homenajeado que no es un artista, pero s¨ª un esforzado profesional, que dice que est¨¢ muy contento; un artista -Morante- que se suelta la melena y afirma que es una verg¨¹enza; el apoderado del medallista, que responde que el que no tiene verg¨¹enza es el artista; el hermano del medallista, que decide vetar al artista; dos maestros, Camino y Tom¨¢s, que deciden devolver las medallas que recibieron en su d¨ªa por verg¨¹enza torera; y la guinda la pone el ex cu?ado de Rivera, miembro de la casa de Alba, que califica de "pobre hombre, resentido y despreciable" a Morante. Y Espa?a entera que se olvida de la crisis y se desvive con la pol¨¦mica de los hermanos guaperas, a los que tantos envidian porque lo que hacen bien de verdad es pasearse con las mujeres m¨¢s bellas del pa¨ªs.
La decisi¨®n de Tom¨¢s y Camino no dice mucho de su compa?erismo
Y Curro, un torero artista, mientras tanto, hablando de armon¨ªa, belleza y voluntad de perfecci¨®n...
?Qu¨¦ gran incongruencia!
El toreo puede ser un arte muy bello, pero todos los toreros no son artistas. Todos son h¨¦roes, pero pocos est¨¢n tocados por la mano de Dios para crear un destello fugaz, un instante inapreciable y eterno. Rivera Ord¨®?ez no pertenece a este grupo. Y ¨¦l mismo lo ha confesado: "Creo que la medalla es un reconocimiento a mi trayectoria y a mi dedicaci¨®n; es un premio a mi vida, a mi esfuerzo". Es decir, que le ten¨ªan que haber concedido la medalla al M¨¦rito en el Trabajo, pero no la de Bellas Artes. El propio torero tiene la decencia de no considerarse un artista.
?Y qu¨¦ sentido tiene que Cultura conceda una distinci¨®n a un torero cuando no hay Gobierno que se atreva a considerar p¨²blicamente que la tauromaquia es un hecho cultural, y ah¨ª contin¨²a, abandonada por todos, en un oscuro despacho de Interior? ?Y por qu¨¦ una medalla a Rivera Ord¨®?ez? Tras concluir que tal pregunta no tiene respuesta l¨®gica, la decisi¨®n parece fruto del repentino deslumbramiento de un alto cargo de Madrid con el torero en la ¨²ltima corrida goyesca de Ronda, porque la argumentaci¨®n del ministerio no tiene desperdicio: "Tras cosechar ¨¦xitos en las distintas plazas, a partir de 2000 acort¨® su n¨²mero de actuaciones dando prioridad a afinar su t¨¦cnica, que resulta ahora m¨¢s est¨¦tica, reposada y profunda. As¨ª lo demuestra en sus ¨²ltimas faenas rese?ables, entre las que est¨¢n las ferias de Madrid del 2001 y 2002 o la Goyesca del pasado 2008". Estas l¨ªneas parecen escritas bajo la presi¨®n del aliento en la nuca, porque si algo est¨¢ claro es que su autor ni es aficionado a los toros ni sabe qui¨¦n es Rivera. Ni el autor ni el ministro que firm¨® el decreto.
Y Morante, que, al parecer, ha tenido en el pasado algunos desencuentros con Rivera, se hace un l¨ªo con el capote y dice lo que nadie es capaz de decir, pero que todo el mundo piensa: "M¨¦rito tienen todos los toreros; pero arte, no". Es verdad que a?ade lo de la "verg¨¹enza", pero no es menos cierto que dirige la culpa al ministerio.
Y la pol¨¦mica se aviva cuando Jos¨¦ Tom¨¢s y Paco Camino deciden devolver las medallas que recibieron a?os atr¨¢s "porque el concepto del toreo lo est¨¢n ustedes degenerando", seg¨²n le explican en una carta al ministro de Cultura.
No parece elegante la decisi¨®n de estos dos maestros. Eso de que su concepto era acertado cuando la medalla me la concedieron a m¨ª, pero no ahora, no dice mucho de su sentido del compa?erismo. Ni tampoco de su coherencia: cuando ellos la recibieron, el Ministerio de Cultura ten¨ªa el mismo concepto sobre el toreo que hoy; es decir, ninguno.
Lo del veto de Cayetano Rivera y las palabras gruesas del otro Cayetano (Mart¨ªnez de Irujo) sirven para que uno y otro se mantengan en el candelero del coraz¨®n, que tanto aman.
Enhorabuena a Rivera porque es un h¨¦roe, como todos sus compa?eros. Y suspenso para Cultura, porque su argumentaci¨®n es una gran incongruencia, fuera de toda l¨®gica. Ojal¨¢ el resto de los premiados no haya corrido la misma suerte.
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