Los jud¨ªos como chivos expiatorios

Para una dictadura, para cualquier r¨¦gimen autoritario, la identificaci¨®n de un chivo expiatorio sobre el que descargar todos los ataques resulta una t¨¢ctica muy ¨²til para agrupar a las multitudes. Fue la f¨®rmula ensayada por el nazismo para llegar hasta la cat¨¢strofe del Holocausto, pero tambi¨¦n represent¨® un sistema pol¨ªtico puesto en pr¨¢ctica por otros gobernantes a lo largo de la historia. "Los jud¨ªos", se?ala el historiador Enrique Moradiellos, "han formado siempre una minor¨ªa religiosa muy definida y endog¨¢mica, al tiempo que han desempe?ado oficios urbanos y especializados. Estos rasgos los han convertido durante siglos en una cabeza de turco, en los responsables de todos los males humanos o divinos".

Catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea en la Universidad de Extremadura, Enrique Moradiellos (Oviedo, 1961) acaba de publicar La semilla de la barbarie (Pen¨ªnsula), un libro que lleva como subt¨ªtulo Antisemitismo y Holocausto. El autor ha optado por dedicar la primera parte de su libro a la tragedia vivida por los jud¨ªos durante el nazismo para acercarse despu¨¦s a los or¨ªgenes hist¨®ricos del fen¨®meno y remontarse hasta la Antig¨¹edad. "Me parec¨ªa tan brutal el antisemitismo y pensaba que las consecuencias hab¨ªan sido tan terribles que pens¨¦ que iba a ser m¨¢s comprensible para el lector comenzar mi ensayo por el Holocausto", explica Moradiellos.

No son frecuentes en la bibliograf¨ªa escrita por espa?oles los libros que aborden el tema de las claves hist¨®ricas de la judeofobia y del antisemitismo. No obstante y a pesar de la ya lejana expulsi¨®n de los jud¨ªos a finales del siglo XV, los t¨®picos espa?oles perviven en refranes o en expresiones. La sentencia de "no seas jud¨ªo", como sin¨®nimo de taca?o y codicioso, se ha mantenido a lo largo de los siglos. "Desde luego, el aspecto que m¨¢s ha interesado a los historiadores espa?oles ha sido l¨®gicamente el de los jud¨ªos sefard¨ªes", comenta Moradiellos.

As¨ª pues, pocos pueblos tan castigados por los t¨®picos como los jud¨ªos. "El t¨®pico del jud¨ªo", escribe de forma muy did¨¢ctica Moradiellos en el ep¨ªlogo de su libro, "urbano por antinatural, codicioso en su amor al dinero, peligroso por su afici¨®n al saber oculto, no dej¨® de circular desde la Antig¨¹edad. Y, de hecho, se convertir¨ªa en una especie de profec¨ªa autocumplida cuando en el siglo XIX el jud¨ªo alcanzara un protagonismo muy relevante en las nuevas tareas y ocupaciones asociadas al proceso de modernizaci¨®n abierto por la Revoluci¨®n industrial".

Al igual que otros historiadores y expertos en el tema, Moradiellos muestra una cierta perplejidad por la falta de resistencia de los jud¨ªos frente a la pol¨ªtica de persecuci¨®n y exterminio desarrollada por los nazis durante su etapa de poder (1933-1945). De hecho, salvo la sublevaci¨®n del gueto de Varsovia fueron m¨ªnimas las luchas mantenidas por los jud¨ªos contra sus verdugos. "Creo", afirma Moradiellos, "que los jud¨ªos alemanes y de otros pa¨ªses ocupados por los nazis nunca imaginaron que el antisemitismo de Hitler y de su r¨¦gimen, que el odio racial, llegara a alcanzar tal grado de crueldad ni que la represi¨®n derivara en la llamada soluci¨®n final, en el exterminio en campos de concentraci¨®n. Tal vez cuando se dieron cuenta de las dimensiones de la barbarie ya fuera tarde para reaccionar". El historiador subraya que uno de los prop¨®sitos de su libro ha sido "el mantenimiento pedag¨®gico del recuerdo" del Holocausto para que nunca se repita.