Teatro contra el estupor pol¨ªtico
'As dunas', de Manuel Lourenzo y Quico Cadaval, abarrota el Sal¨®n Teatro en la ¨²ltima producci¨®n del Centro Dram¨¢tico Galego en la actual legislatura
Un mundo en presunta decadencia -el de la depredaci¨®n paisaj¨ªstica y los estragos del dinero- y la potencia del sexo y el amor se hermanan, v¨ªa espect¨¢culo, en la inauguraci¨®n del free spa As dunas, punto de arranque de la ¨²ltima producci¨®n del Centro Dram¨¢tico Galego en la temporada 2008-2009, estrenada el viernes en el Sal¨®n Teatro de Santiago.
La obra, sobre un texto de Manuel Lourenzo dirigido por Quico Cadaval, content¨® al p¨²blico como lo hizo Noite de Reis, dejando aparte los debates sobre el lugar del teatro de riesgo, dentro y fuera de la compa?¨ªa p¨²blica. Lourenzo, el mayor exponente vivo de la Xeraci¨®n Abrente, quiso hacer "algo diferente" sobre un terreno conocido, como en A estratexia do narco. En este caso, el paisaje barbarizado de la costa de Lugo. "El protagonista bien podr¨ªa ser real", se?ala. Florencio Pardo (Rodrigo Roel), que monta un espect¨¢culo er¨®tico-cultural para legitimar su spa, construido sobre la punta de un castro, es un megal¨®mano dom¨¦stico.
Cadaval: "No es comedia. Da risa porque es c¨®mica, irrisoria o grotesca"
Lourenzo, sobre el futuro: "Confieso estupor y voluntad de participar"
Lo que se dice un personaje aleg¨®rico. "Su ¨²nica grandeza podr¨ªa provenir de la locura", dice Cadaval, que habla de las fuentes del humor en la obra de Lourenzo. "As dunas no es una comedia", sostiene con seriedad. "Puede dar risa por ser c¨®mica, irrisoria o grotesca". "En este sentido, el gran ¨ªdolo de Manuel es Otero Pedrayo, que era modern¨ªsimo. Hay una manera de re¨ªrse del dolor, la enfermedad y la familia en Otero que tambi¨¦n est¨¢ en la obra de Lourenzo".
No hubo problemas de autor¨ªa entre el de Ferreira do Valadouro y el c¨®mico ribeirense. "Fui escrupulosamente fiel al texto original", explica Cadaval. "El autor me dijo que hiciese lo que me viniera en gana". La primera versi¨®n de Lourenzo duraba cuatro horas, hasta que decidi¨® "cortar por lo sano" y dejarlo en diez int¨¦rpretes. Cadaval trabaj¨® sobre esa versi¨®n. Si el Premio Nacional pens¨® en free jazz para conducir la pieza, al final se opt¨® por m¨²sica africana, que permite mezclar coreograf¨ªas de funan¨¢ y morninhas -"fado, pero menos dr¨¢stico"- con sampleados de rap pol¨ªtico. La nave industrial abandonada que deb¨ªa reunir a constructor, pol¨ªtica (Susana Dans), funcionario realista (Evaristo Calvo) y artistas m¨¢s o menos mercenarios, acab¨® desech¨¢ndose por econom¨ªa esc¨¦nica.
El balneario, en esta ocasi¨®n, no es el que reun¨ªa a Jas¨®n y Medea en ?ltimas fa¨ªscas de setembro, sino un moderno centro de evasi¨®n con la est¨¦tica setentera -entre Berl¨ªn y el neorrealismo- de algunas pel¨ªculas de Dar¨ªo Argento. La mano de Baltasar Pati?o en la escenograf¨ªa y la producci¨®n musical de Bernardo Mart¨ªnez, con n¨²meros de danza a cargo del angole?o Paulo Oliveira, aqu¨ª burel¨¦s, Christian Escuredo e Iria Pinheiro, adem¨¢s de un Manuel Cort¨¦s convertido en maestro de ceremonias en la descacharrante proclama fuck & folk como estrategia de mercado, funcionan perfectamente integrados en el espect¨¢culo. La alegr¨ªa f¨ªsica, eso s¨ª, quiz¨¢ deja demasiado abiertas las partes narrativas de As dunas.
Entre sus cl¨ªnicas visibles, el marco es siempre actual. Desde el arribismo como adaptaci¨®n al medio a la mansedumbre del pensamiento ecologista. El "para¨ªso perdido" de Lourenzo no volver¨¢ cuando se le convoque, pero acaba mostrando su autonom¨ªa. Amante del escarnio, propio y ajeno, el terrorismo cultural y la filosof¨ªa que ayuda a vivir, el dramaturgo lugu¨¦s deja la "respuesta" para el final.
"Esa melancol¨ªa tiene que venir de alg¨²n lado. Yo es que tengo una visi¨®n del mundo pesimista, pero din¨¢mica". La misma respuesta le vale para aludir a los cambios que afectar¨¢n a la escena gallega tras las elecciones. Antes de recibir la ovaci¨®n del teatro lleno, con pol¨ªticos salientes y civiles haciendo c¨¢balas sobre el futuro, ahora que no se sabe si seguir¨¢ habiendo premios nacionais, Lourenzo imagina propuestas de "reconstrucci¨®n". "Confieso mi estupor y mi voluntad de participar", resume. As dunas permanecer¨¢ en el Sal¨®n Teatro hasta el 2 de abril, antes de iniciar una gira por ocho ciudades gallegas.
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