Tele en el m¨®vil v¨ªa sat¨¦lite
Eutelsat y Solaris Mobile apuestan por servicios multimedia en banda ancha
En el fren¨¦tico mundo de los tel¨¦fonos m¨®viles, en que uno no ha acabado de aprenderse las instrucciones del aparato cuando ya ha salido otro modelo con nuevas prestaciones, est¨¢ a punto de entrar en Europa la opci¨®n realmente multimedia, interactiva y televisiva. Todo ello depender¨¢, dentro de poco, de un nuevo sat¨¦lite que est¨¢ listo para su lanzamiento a finales de este mes. Se trata del W2A, un equipo de comunicaciones de casi seis toneladas fabricado por Thales Alenia Espacio en su factor¨ªa de Cannes (Francia), que lleva, adem¨¢s de los repetidores habituales, una antena inusual, de 12 metros de di¨¢metro, para transmisiones en banda S.
El sat¨¦lite es de Eutelsat, que lo utilizar¨¢ para reforzar su oferta de telecomunicaciones en bandas Ku y C. Pero la carga ¨²til de la gran antena es de la empresa Solaris Mobile (una iniciativa conjunta de Eutelsat y Ses Astra). Con ella se quiere explotar lo que este consorcio considera un prometedor nicho de las comunicaciones v¨ªa sat¨¦lite en la banda S, que ya se explota en EE UU. El W2A dar¨¢ cobertura a toda Europa en esta banda, con excepci¨®n de gran parte del territorio escandinavo.
La antena, de 12 metros, es de un material similar a un nailon met¨¢lico
Solaris estima en mil millones los beleficios posibles en cinco-siete a?os
"Estimamos los beneficios de la televisi¨®n m¨®vil en Europa en m¨¢s de 1.000 millones de euros en los pr¨®ximos cinco a siete a?os", afirma Steve Maine, director ejecutivo de Solaris Mobile. "Con este sat¨¦lite proporcionamos una plataforma para nuevos negocios en Europa en el ¨¢mbito de los m¨®viles". A las prestaciones del sat¨¦lite se a?aden, adem¨¢s, las que se pueden ofrecer combinadas con una red terrestre.
?Qu¨¦ servicios se quieren ofrecer con esta banda S? En tel¨¦fonos m¨®viles y agendas electr¨®nicas se podr¨¢ disfrutar de radio y televisi¨®n digital v¨ªa sat¨¦lite, con acceso a m¨²ltiples canales de retransmisiones interactivas y de amplio acceso a contenidos elegidos; en autom¨®viles se podr¨¢ tener, adem¨¢s, la informaci¨®n de tr¨¢fico, actualizaciones de mapas, seguimiento de veh¨ªculos robados o pago de peajes; tambi¨¦n las comunicaciones de alerta y emergencia podr¨ªan gestionarse por esta v¨ªa.
"El objetivo de este servicio del nuevo sat¨¦lite es ofrecer televisi¨®n a los m¨®viles en ¨¢reas rurales y urbanas, incluyendo interiores de edificios, con un amplio rango de opciones de programaci¨®n y excelente calidad de imagen, independientemente del n¨²mero de televidentes simult¨¢neos", resumen los especialistas de Thales Alenia Espacio.
La transmisi¨®n de televisi¨®n a m¨®vil -al coche o a cualquier medio de transporte- v¨ªa sat¨¦lite, explican los expertos, tiene la ventaja de que garantiza una se?al continua, sin cortes debido a los saltos de una c¨¦lula terrestre a otra, as¨ª como la cobertura continental y la disponibilidad del servicio para miles de usuarios simult¨¢neamente.
La red tendr¨¢ una arquitectura mixta. Las emisoras de contenidos, aplicaciones y servicios transmiten al sat¨¦lite y ¨¦ste, a su vez, emite directamente a aparatos de telefon¨ªa m¨®vil especiales, a agendas electr¨®nicas y a coches, o a una red de repetidores terrestres que reemiten a los receptores particulares a su alcance. Para hacer realidad esta infraestructura, Solaris Mobile est¨¢ pendiente de la autorizaci¨®n de la Comisi¨®n Europea para explotar esta banda S (en la frecuencia de dos gigahercios). Los responsables de la empresa no creen que surjan complicaciones en este tr¨¢mite, teniendo en cuenta, argumentan, que, frente a otros competidores, ellos tiene listo el sat¨¦lite para salir al espacio.
En la sala limpia, de 500 metros cuadrados, de la factor¨ªa de Thales Alenia, en Cannes, hay media docena de sat¨¦lites en varias fases de fabricaci¨®n y montaje: algunos son a¨²n poco m¨¢s que una carcasa; otros est¨¢n ya acabados y pasando pruebas de temperatura, vibraci¨®n, presi¨®n, etc¨¦tera. Entre ellos destacaba hace unos d¨ªas el W2A por su tama?o y sus de 5,7 toneladas de peso.
Pero desde el punto de vista tecnol¨®gico, lo espectacular es su antena de 12 metros de di¨¢metro, hecha de un material similar al nailon, pero met¨¢lico. Son hilos tejidos de manera que la superficie resultante es extremadamente suave, y la antena completa resulta ligera: s¨®lo 177 kilos, explica en la sala limpia el ingeniero Patrick Leotard.
La antena ir¨¢ plegada en un lateral del W2A dentro del cohete para el lanzamiento y se desplegar¨¢ una vez en ¨®rbita, abri¨¦ndose como un paraguas. Para probar esta delicad¨ªsima maniobra, explican los t¨¦cnicos, han usado globos y pesos que contrarrestasen la gravedad terrestre, pr¨¢cticamente ausente en el espacio. S¨®lo hay otra antena de este tama?o en ¨®rbita, en un aparato estadounidense, y ahora se est¨¢ dise?ando una m¨¢s grande a¨²n, de 18 metros, comenta Leotard.
El W2A ser¨¢ lanzado con un cohete ruso Proton y se colocar¨¢ en ¨®rbita a 36.000 kil¨®metros de altura, sobre el ecuador, y a 10 grados de latitud Este. Desde all¨ª tendr¨¢ cobertura para toda Europa y, dependiendo de las diferentes frecuencias y bandas de los repetidores, a gran parte de ?frica y de Asia. Su vida ¨²til se estima en 15 a?os. Eutelsat no hace p¨²blico el coste del sat¨¦lite, pero se sabe que la aportaci¨®n de Solaris Mobile es de 130 millones de euros.
Si todo va bien en el lanzamiento y puesta en ¨®rbita, el sat¨¦lite pasar¨¢ las pruebas de rigor y estar¨¢ funcionando antes del pr¨®ximo mes de julio, explic¨® Jagger Blaise, vicepresidente de Thales Alenia Espacio para telecomunicaciones.
Para la empresa de Cannes, el W2A es ya casi pasado. Los casi dos a?os de dise?o y construcci¨®n y los nueve meses dedicados a someterlo a todas las pruebas pertinentes han quedado atr¨¢s, y ahora s¨®lo queda colocarlo debidamente en la punta del cohete y enviarlo al espacio. En la sala blanca de Cannes, con mucho de artesan¨ªa, aunque haya elementos comunes y estandarizados en los diferentes sat¨¦lites, los especialistas est¨¢n ya volcados en nuevos artefactos espaciales. El 55% de sus productos es de telecomunicaciones y el 19%, de observaci¨®n de la Tierra, y casi la mitad (47%) de su clientela son empresas privadas. -
?Espacio sin crisis?
La crisis no ha llegado, ni se la espera en un par de a?os, a la industria espacial dedicada al dise?o y fabricaci¨®n de sat¨¦lites. Jaeger Blasie, vicepresidente de Thales Alenia Espacio para telecomunicaciones, est¨¢ todo lo seguro que se puede estar al respecto y basa su confianza en los pedidos recibidos en su propia empresa y los esperados en el mercado internacional. "Las previsiones para 2008-2012 son que se hagan unos 26 o 27 sat¨¦lites de comunicaciones y teledetecci¨®n al a?o en el mercado mundial abierto, frente a 24 anuales de los ¨²ltimos tiempos", explic¨® Blasie en Cannes. Thales Alenia cuenta con fabricar media docena en 2009. Eso s¨ª, para despu¨¦s de 2010, Blasie no se atreve a pronosticar si la crisis har¨¢ mella en el sector. Pese a este mensaje prudente, algunas empresas espaciales notan ya la escasez financiera.
Los grandes sat¨¦lites comerciales de comunicaciones salen de cuatro empresas principales en el mundo: Astrium y Thales Alenia, en Europa, y Boeing y Loral, en EE UU. Los contratos se mantienen repartidos m¨¢s o menos mitad y mitad a ambos lados del Atl¨¢ntico.
Dado que el sector espacial trabaja con proyectos y contratos a largo plazo, es dif¨ªcil para los expertos aventurar si se va a salvar de la crisis -al menos, no sufrirla de lleno- o si el zarpazo acabar¨¢ por llegar. De momento, la producci¨®n y los lanzamientos de equipos orbitales mantienen su ritmo y, en Europa, la producci¨®n prevista de varias decenas de sat¨¦lites del sistema de posicionamiento Galileo supone un buen colch¨®n para la industria. Sat¨¦lites hacen falta y seguir¨¢n haciendo falta, dicen las empresas. Adem¨¢s, se ocupan de fabricar tambi¨¦n equipos espaciales institucionales (incluidos los de los programas cient¨ªficos), y los 10.000 millones de euros para los pr¨®ximos a?os comprometidos en la ¨²ltima reuni¨®n de ministros de la Agencia Europea del Espacio (ESA) han dado un poco de tranquilidad al sector. -
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