El espejismo de Aguirre

La comisi¨®n que investiga en la Asamblea de Madrid la trama de espionaje a altos cargos de la Comunidad y del Ayuntamiento se inici¨® el pasado mi¨¦rcoles con casi un mes de retraso. El Partido Popular esper¨® hasta el ¨²ltimo momento para presentar la lista de comparecientes, intentando evitar que este esc¨¢ndalo influyera en las elecciones de Galicia y el Pa¨ªs Vasco, y, de paso, reducir a 12 las jornadas durante las que los parlamentarios podr¨¢n desarrollar su labor.

No es la ¨²nica estratagema del Gobierno de Esperanza Aguirre para convertir la investigaci¨®n parlamentaria en un apresurado tr¨¢mite con el que intentar sacudirse cualquier responsabilidad. Junto a la reducci¨®n del tiempo de trabajo de la comisi¨®n, el veto impuesto a la mitad de los documentos solicitados por la oposici¨®n y el rechazo a 18 comparecencias, el Grupo Popular en la Asamblea impuso unas arbitrarias reglas de funcionamiento, como la de impedir que los parlamentarios repregunten a los comparecientes.

La primera sesi¨®n mostr¨® que, pese a todo, el Gobierno de Aguirre podr¨ªa ser v¨ªctima del espejismo de creer que manipular la comisi¨®n es lo mismo que convencer a la opini¨®n p¨²blica de su voluntad de esclarecer los hechos. La parte del PP madrile?o que ha sido v¨ªctima de los seguimientos ha rechazado colaborar, como dej¨® patente en su comparecencia el ex consejero Pedro Calvo, hoy concejal en el Ayuntamiento de Madrid bajo las ¨®rdenes de Ruiz-Gallard¨®n. Calvo record¨® la inutilidad de su presencia en la comisi¨®n, al igual que las de otros ex consejeros de anteriores Gobiernos auton¨®mos de distinto signo, puesto que lo que se deber¨ªa investigar en la Asamblea no son las estructuras administrativas de la Comunidad, sino el uso que ha realizado el actual Ejecutivo.

Por m¨¢s que su curso haya sido demasiado lento hasta ahora, la justicia tambi¨¦n est¨¢ intentando esclarecer la trama de espionaje y Esperanza Aguirre corre el riesgo de cerrar la v¨ªa pol¨ªtica en falso. Al apostar por una comisi¨®n cuyas m¨²ltiples cortapisas afectan de manera directa a la credibilidad de los objetivos que la presidenta asegura perseguir, Aguirre queda a merced de los avances que puedan producirse en los tribunales. Mucho m¨¢s cuando no ha dudado en ofrecer un completo respaldo a alguno de los altos cargos envueltos en la trama.

Y a¨²n le quedar¨ªa un ¨²ltimo obst¨¢culo que superar para que la encorsetada comisi¨®n establecida en la Asamblea de Madrid cumpla el papel preasignado de exonerar a su Gobierno: la direcci¨®n nacional del PP suspendi¨®, no cerr¨®, la investigaci¨®n interna sobre el caso. Si Aguirre pretende convertir este procedimiento parlamentario en una pantomima con la que cubrir las apariencias, no s¨®lo ella habr¨¢ incurrido en graves responsabilidades pol¨ªticas. Tambi¨¦n Rajoy y la secretaria general del partido, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, se acabar¨ªan viendo afectados por las maniobras de la presidenta de Madrid.