Santiago Garc¨ªa Bali?a, cabeza de un imperio de la madera

Respond¨ªa a lo que se suele pensar de un empresario gallego: trabajador, poco amigo de apariciones p¨²blicas, dedicado por completo a perpetuar el negocio familiar sin mayores aficiones que las que pueda tener cualquier persona sencilla: el mar y sus amigos. Santiago Garc¨ªa Bali?a, Tito, presidente y consejero delegado del grupo maderero Finsa, falleci¨® por sorpresa el jueves pasado v¨ªctima de un infarto cuando volv¨ªa a su casa de Santiago de Compostela desde Asturias. Estaba a la cabeza de un holding tan grande como poco conocido: con unas ventas anuales de 1.491 millones de euros, las casas de medio pa¨ªs tienen el tablero que fabrica colocado en suelos y paredes.

Naci¨® en Trasmonte, en el ayuntamiento coru?¨¦s de Ames, el 15 de enero de 1941. Fue el tercer hijo del matrimonio formado por Sara Bali?a P¨¦rez y Manuel Garc¨ªa Camb¨®n. Seg¨²n cuenta el periodista Juli¨¢n Rodr¨ªguez en su libro Se?ores de Galicia, el origen del imperio maderero que ¨¦l y sus hermanos perpetuaron fue obra de su padre, un trabajador precoz y constante que comenz¨® como ayudante en un taller de carpinter¨ªa. Santiago ten¨ªa cinco a?os cuando se fund¨® Finsa, que pronto abri¨® f¨¢bricas en las localidades de Padr¨®n, Ames, Negreira, Noia y Vilagarc¨ªa, con cabeceras en Pontecesures y Santiago.

El presidente de Finsa contribuy¨® a la expansi¨®n de la econom¨ªa gallega

En los a?os sesenta, ¨¦l y su hermano Manuel, Lolo, que tambi¨¦n falleci¨® hace poco m¨¢s de un a?o, ya estaban integrados en la empresa preparados para dar el paso al mercado exterior. Y lo hicieron sin el miedo que atenazaba a otras sociedades para asomarse fuera, llegando incluso a establecer las primeras relaciones comerciales de Espa?a con el Estado de Israel. Durante toda su carrera, Santiago estuvo dedicado a la empresa, de la que apenas se apartaba excepto para practicar su deporte favorito: la pesca de atunes en el Cant¨¢brico. Contribuy¨®, con su esfuerzo y el de su familia, a la expansi¨®n del gigante gallego dentro del sector del aserrado de madera. Lo consigui¨®: el grupo tiene hoy 5.289 trabajadores y es el fabricante de tableros de aglomerado m¨¢s antiguo de la Pen¨ªnsula, con una veintena de f¨¢bricas en Francia, Irlanda, Portugal, Sur¨¢frica y Estados Unidos.

Los hijos de Santiago (Eva, Sara y Tito) han seguido los pasos de la familia, "actuando con serenidad, sin ostentaci¨®n, apreciando a las personas honestas y generosas", como reza el dec¨¢logo de principios corporativos. El viernes, tras el minuto de silencio que guardaron miles de operarios en su memoria, todos sent¨ªan que con su muerte se pierde uno de los grandes empresarios gallegos.