"Hacen falta tres o cuatro caf¨¦s para analizar al que se tiene enfrente"
"Si empiezas un negocio y ves que algo chirr¨ªa, p¨¢rate y ¨¦chale un vistazo a tu equipo directivo". Es el consejo de Celia de Anca, galardonada por su labor directiva el pasado a?o y experta en un campo poco conocido del mundo de la empresa, la diversidad. Prosigue con su teor¨ªa: "A menudo, el problema est¨¢ relacionado con la falta de diversidad de ese equipo, con algo cultural, de g¨¦nero, o con que el equipo es homog¨¦neo, s¨®lo de hombres, de espa?oles o de lo que sea... y eso hace que los mensajes no lleguen como deben".
Celia de Anca escoge la comida para las dos. Ha elegido tambi¨¦n el restaurante, un marroqu¨ª encantador en el centro de Madrid. Tiene ese acento mezclado, dif¨ªcil de identificar, de los pol¨ªglotas. Su curr¨ªculo corrobora que no es s¨®lo una impresi¨®n. La filolog¨ªa ¨¢rabe le tira de familia. Su madre ha sido profesora de Literatura ?rabe en la Universidad Aut¨®noma de Madrid y su sobrina va por el mismo camino, ya lo habla con 19 a?os.
La fil¨®loga ¨¢rabe es experta en promover la diversidad en las empresas
Adora la comida marroqu¨ª y el respeto de las tradiciones. "El cusc¨²s, con la mano". La pastela -un hojaldre relleno de carne picada con un toque de canela- est¨¢ exquisita, coincidimos. "Es muy t¨ªpico en Granada", dice la fil¨®loga recordando v¨ªnculos culturales. Entramos as¨ª en el tema.
Sabe mucho de culturas, de su fusi¨®n, hasta el punto de que ha convertido una vocaci¨®n de origen tan familiar en su especialidad profesional: la diversidad aplicada al mundo de la empresa. Lleg¨® a ella por consejo de su mentor, el h¨²ngaro Arpad von Lazar, experto en relaciones internacionales y asesor de diversos Gobiernos. "Todo el mundo necesita un mentor", sentencia con gran convicci¨®n. Entretanto llega el tagine de pollo. "Me gusta especialmente por el ritual. Se hace despacio, a fuego lento, y cocido en barro". Vuelve a su tema. ?C¨®mo se aplica la diversidad a la empresa? "Es una forma de utilizar la diferencia para que sea una ventaja competitiva. La clave es tener sensibilidad cultural, saber qu¨¦ lenguaje se habla en cada cultura, los matices", prosigue. Fue premiada como mejor directiva en 2008 por la Asociaci¨®n de Mujeres Empresarias Madrile?as. Desde hace seis a?os da clases de este tema en el Instituto de Empresa.
?Qu¨¦ explica a sus alumnos? "Que muchas veces no se cierran acuerdos por las diferencias culturales". Una cultura empresarial moderna debe atender la diversidad de ritmos. "Los ¨¢rabes, por ejemplo, tienen otros tiempos. A veces no dan una respuesta inmediata y la otra parte se precipita. Pensamos que es una p¨¦rdida de tiempo tomarse tres o cuatro caf¨¦s, pero en otras culturas se ve necesario para analizar qu¨¦ persona se tiene enfrente".
Parece que en estos cruces de culturas, los espa?oles salimos bien parados. "Ahora se nos mira mucho, estamos siendo muy demandados, sobre todo en el mundo anglosaj¨®n. Nos consideran un puente con el mundo ¨¢rabe, ?frica, Latinoam¨¦rica y Europa. Y lo explotamos poco. En el ¨¢mbito personal seguimos siendo muy del Sur (en valores, sentido del tiempo, la familia, la amistad...) y en el profesional somos m¨¢s del Norte".
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