Julio Martel, voz entra?able del tango
Si bien Julio Martel, que falleci¨® el pasado 19 de febrero a los 85 a?os en Buenos Aires, estaba retirado de la vida art¨ªstica, su c¨¢lida voz de bar¨ªtono, su fraseo tan colorido y atrayente, estaba metido en el coraz¨®n de los amantes del tango y sigue reinando en todas las pistas del mundo donde se baila esta m¨²sica tan porte?a. A tal punto, que en sus ¨²ltimos a?os pudo vivir de sus derechos de int¨¦rprete. Naci¨® como Julio Pedro Harispe, en Baigorrita, localidad de Jun¨ªn (provincia de Buenos Aires) el 14 de mayo de 1923.
Cuando contaba cinco a?os, la familia se traslad¨® a la localidad de Caseros, cercana a la capital, y Julio acompa?¨® las madrugadas a su padre llevando corderos al mercado vecino de San Mart¨ªn. A los 16 a?os comenz¨® a cumplir sus sue?os de cantor de barrio, esos que pululaban en casi todos los caf¨¦s porte?os, y actu¨® en un cine de Munro, donde se hab¨ªan mudado, con dos guitarristas.
A¨²n menor de edad, su madre le autoriz¨® con su firma a actuar en la orquesta t¨ªpica de Juan Giordano. Cumpli¨® sus flamantes 18 a?os encaramado al escenario del Hotel Hurlingham de Mar del Plata y el City Hotel del centro de Buenos Aires.
Pero su salto mortal lo da dos a?os m¨¢s tarde. La celebrada orquesta de Alfredo de Angelis seleccionaba un cantor y se present¨® a la prueba entre m¨¢s de 100 aspirantes. Su voz peque?a, gutural, muy personal y emotiva resulta el complemento ideal para el otro cantor del conjunto: Floreal Ruiz. Su estampa atrayente, la sonrisa galana y el clavel en la solapa llenar¨¢n toda una ¨¦poca.
Radio El Mundo contrata a la orquesta en 1946 para el Glostora Tango Club, programa que estar¨ªa 22 a?os en el aire patrocinado por un fijador del cabello. De all¨ª saltaron al cancionero popular infinidad de ¨¦xitos. El presentador del conjunto, N¨¦stor Rodi, le puso el seud¨®nimo art¨ªstico por una copa de co?ac Martell, con el que brindaron por su incorporaci¨®n a la orquesta.
Debut¨® en el Caf¨¦ Marzotto cantando No creas, pero lo esperaba el espaldarazo total con la incorporaci¨®n de Carlos Dante, que reemplaz¨® a Ruiz. Juntos constituyeron el binomio m¨¢s celebrado del tango, con sus voces complementarias. Su metro ochenta y cinco y la pinta ganadora lo llevaron a protagonizar la pel¨ªcula El ¨ªdolo del tango. Y tras ocho inolvidables a?os en la orquesta De Angelis, se despidi¨® llorando de la misma en 1951 con el tango Por qu¨¦ te habr¨¦ conocido.
Sigui¨® cantando y recorriendo triunfalmente Am¨¦rica, especialmente Colombia, donde permaneci¨® hasta que se retir¨® en diciembre de 1959 en la ciudad bonaerense de Luj¨¢n. Con De Angelis dej¨® 63 registros y 17 a d¨²o con Dante. En Munro segu¨ªa siendo un ¨ªdolo y, al cumplir 80 a?os, en la ciudad lo pasearon en auto descubierto y los vecinos le arrojaron flores desde los balcones. Una plaza lleva su nombre. Quedan aquellas noches de verano en el recuerdo, cuando los vecinos sacaban sus sillas a la vereda y comentaban el ¨²ltimo tango que acababa de estrenar la orquesta de Alfredo de Angelis y que al d¨ªa siguiente cantar¨ªa y silbar¨ªa media Buenos Aires.
Al evocarlo, el reproductor nos devuelve la voz chiquita pero entra?able de Julio Martel en uno de sus tantos ¨¦xitos: "La vida es este r¨ªo / que me arrastra en su corriente / blando y yacente, l¨ªvida imagen, / de vuelta ya de todos los nost¨¢lgicos paisajes, / muerta la fe, marchita la ilusi¨®n...".
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