Hacia una conferencia de comunidades aut¨®nomas

Una de las particularidades de nuestro sistema auton¨®mico, en comparaci¨®n con otros Estados compuestos, es la falta de relaciones horizontales. Vivimos en un Estado descentralizado, pero las comunidades carecen de mecanismos de cooperaci¨®n intergubernamental eficaces y, adem¨¢s, de un Senado que ejerza de c¨¢mara de representaci¨®n auton¨®mica.

Esta situaci¨®n contrasta con la de Alemania, Austria y Suiza, donde funcionan conferencias sectoriales horizontales con la participaci¨®n de los ministros del ramo de cada land o cant¨®n. En estos pa¨ªses tambi¨¦n existe la Conferencia de presidentes de land o cant¨®n. Otro ejemplo es Canad¨¢, que cre¨® en 2003 el Consejo de la Federaci¨®n, que re¨²ne a los primeros ministros de las provincias y los territorios canadienses.

Para empezar a corregir esta situaci¨®n, los gobiernos de Andaluc¨ªa, Arag¨®n, Baleares, Castilla Le¨®n, Catalu?a y Valencia hemos celebrado ya tres encuentros de las comunidades que han reformado recientemente sus estatutos. Estos encuentros tienen la vocaci¨®n de ampliarse en el futuro al conjunto de comunidades. M¨¢s all¨¢ de las relaciones pol¨ªticas entre comunidades, el objetivo es mejorar la coordinaci¨®n en el ejercicio de las competencias, beneficiando a la ciudadan¨ªa en cuestiones concretas: en la lucha contra la violencia de g¨¦nero, en el reconocimiento rec¨ªproco de las licencias de caza y pesca, en cuestiones sanitarias, en la homologaci¨®n de determinados t¨ªtulos y cursos de formaci¨®n, etc¨¦tera. Otros objetivos son establecer una posici¨®n com¨²n de las comunidades aut¨®nomas en cuestiones de inter¨¦s compartido como el seguimiento de los proyectos normativos del Estado que incidan en las competencias auton¨®micas; la transposici¨®n de directivas europeas en materias de competencia de las comunidades, o los acuerdos entre comunidades para incidir en la formaci¨®n de la voluntad del Estado ante las instituciones comunitarias.

En el ¨²ltimo encuentro, celebrado en Valladolid, se decidi¨® impulsar una conferencia de presidentes auton¨®micos sin la participaci¨®n del presidente del Gobierno. Esta idea ya se plante¨® en la primera reuni¨®n que celebramos en Zaragoza en julio pasado, y tambi¨¦n ha sido defendida por el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fern¨¢ndez Vara. El objetivo final debe ser, a mi entender, la formalizaci¨®n de una conferencia o foro estable integrada por todas las comunidades y de una conferencia espec¨ªfica de presidentes auton¨®micos que nos sit¨²e al nivel de los Estados federales m¨¢s avanzados.

El desarrollo de estos mecanismos debe permitirnos ir m¨¢s all¨¢ del dilema bilateralidad-multilateralidad y del enfrentamiento Gobierno-oposici¨®n que tanto ha incidido en las conferencias de presidentes convocadas por el presidente del Gobierno. La bilateralidad prevista en Estatutos como el catal¨¢n o el andaluz y la multilateralidad, tanto con la participaci¨®n del Estado como exclusivamente entre comunidades, son mecanismos perfectamente compatibles que han de favorecer el desarrollo eficaz del autogobierno. Debemos recordar que para el buen funcionamiento de estos mecanismos es necesario que las competencias de unas y otras administraciones est¨¦n claramente definidas y sean respetadas, cosa que desgraciadamente no siempre sucede en Espa?a.

Seg¨²n una conocida definici¨®n, el federalismo es autogobierno m¨¢s gobierno compartido. En Espa?a tenemos autogobiernos, unos autogobiernos ampliados y mejorados por la nueva generaci¨®n de estatutos que impuls¨® el Estatuto de Catalu?a. Pero estamos a¨²n lejos del gobierno compartido, tanto en las pol¨ªticas del Estado que inciden directamente en las competencias de las comunidades como en aquellas pol¨ªticas que exigen el acuerdo de las distintas comunidades.

Joan Saura es consejero de Interior, Relaciones Institucionales y Participaci¨®n de la Generalitat y presidente de ICV