Valores que cotizan al alza
Pedro Almod¨®var rodar¨ªa una pel¨ªcula en este despacho. Abres la puerta y recibes el impacto de los a?os cincuenta. La tela atigrada de sillas y sillones, la forma ovalada de la habitaci¨®n, sus dos niveles, le dan aire de plat¨® de pel¨ªcula con Doris Day dentro.
Pero tras la amplia mesa de madera, no se encuentra una mojigata rubia, sino una mujer de larga y negra cabellera, enfundada en una cazadora de cuero, con aires de moderna ejecutiva.
-Todos deber¨ªamos trabajar m¨¢s. Para ello, tenemos que educar a nuestros j¨®venes en los valores de la honestidad, la responsabilidad, la productividad.
Dolores Jim¨¦nez Aguilar va directa al grano. Dirige una docena de empresas y preside la C¨¢mara de Comercio de C¨®rdoba. Pero no es una ejecutiva agresiva. Al contrario, es una persona preocupada por la p¨¦rdida de valores de la sociedad actual.
"Ha habido excesos de empresarios que han querido hacerse multimillonarios"
"Algunos ejecutivos sacrifican la amistad y la honestidad, para lograr su objetivo"
-Buena parte de la crisis se debe a que vivimos en una sociedad de excesos: en la pol¨ªtica, en la justicia, en el consumo, en la empresa.
?En la empresa? S¨ª. Lo tiene muy claro: "Ha habido muchos excesos entre empresarios que han querido hacerse multimillonarios a costa de extra?as habilidades y del todo vale".
Ella no es de ese tipo. Y no lo es porque aprendi¨® en la particular escuela de su padre, Jer¨®nimo Jim¨¦nez, un malague?o que aterriz¨® en C¨®rdoba hace medio siglo a hacer la mili y aqu¨ª encontr¨® amor y fortuna.
Jer¨®nimo comenz¨® en los primeros a?os cincuenta a trabajar en el sector del transporte en Montemayor, un pueblo a unos 30 kil¨®metros al sur de C¨®rdoba. Muy pronto conoci¨® a Pedro Carmona. Fundaron una sociedad, que resume sus apellidos, Jicar SA, dedicada a la obra p¨²blica. Hoy es la cabeza de un grupo con m¨¢s de una docena de variadas empresas, desde el turismo a la agricultura. Emplean a 380 personas y facturan 50 millones de euros al a?o. Pero los hijos de los fundadores, hoy tambi¨¦n accionistas, tienen muy claro c¨®mo se ha construido este imperio cordob¨¦s: sin excesos.
-Mis hermanos y yo hemos vivido con mucha disciplina. No hab¨ªa caprichos. Aprendimos que todo cuesta; lo que uno quiere, hay que ganarlo con el trabajo.
Jer¨®nimo y Anto?ita tuvieron seis hijos. Cinco chicas y un var¨®n. Todos ellos trabajan en el entramado empresarial de la familia. Pero es Dolores, la segunda hija, quien lleva el tim¨®n de la nave. Es consejera delegada de Jicar. ?Por qu¨¦ su padre no eligi¨® al hijo var¨®n?
-?Aunque tenga 80 a?os, mi padre es muy moderno! -dice orgullosa. En mi casa siempre se ha primado la val¨ªa de las personas, su disposici¨®n a trabajar y a resolver problemas. Cuentas con las personas, no con el sexo.
La larga jornada de Dolores comienza a las siete de la ma?ana. Toma un primer caf¨¦ con su padre, luego se re¨²ne con el equipo directivo del grupo y planifica el trabajo. A su casa regresa al caer la noche. Todos los d¨ªas acude a la C¨¢mara de Comercio. Hace tres a?os fue elegida presidenta por votaci¨®n, un cargo no remunerado.
Se mueve en un mundo con un fuerte componente masculino. En la ejecutiva de la C¨¢mara, la acompa?an seis hombres. En el pleno, del medio centenar de miembros, s¨®lo tres son mujeres. ?Ha tenido alguna vez problemas por ser mujer? Reconoce: "Alguna vez te encuentras a alg¨²n pesado, pero se tarda muy poco en ponerlo en su sitio".
No parece ser este el problema que m¨¢s le angustia. M¨¢s bien le preocupa la imagen de los empresarios y la actitud de los ciudadanos/consumidores.
-Hay que educar a los j¨®venes en actitudes, valores y habilidades. Los objetivos no consisten en arrasar y llevarte a todos por delante.
Hace unos d¨ªas, el obispo de C¨¢diz, Antonio Ceballos, ped¨ªa a los empresarios que recortaran sus ganancias y denunciaba "un mundo de desigualdades y de miserias, volcado en el ganar, gastar y gozar". Las tres G.
-Exacto, se trabaja para tener dinero y gastarlo urgentemente -remata Dolores.
Rechaza a esos ejecutivos de grandes empresas "muy ambiciosos, que sacrifican todo en la vida, hasta la amistad, la honestidad y la lealtad, con tal de alcanzar su objetivo".
En el otro extremo, denuncia a muchos j¨®venes "a los que no les preocupa ni siquiera trabajar en lo que les gusta; su objetivo es tener un trabajo c¨®modo, ganar mucho dinero y trabajar poco; por eso hay tantos funcionarios".
Ha estudiado Turismo y Gesti¨®n y Administraci¨®n de Empresas en centros privados de C¨®rdoba. Pero su verdadero master ha sido el trabajo desde que cumpli¨® 19 a?os en la empresa familiar. "?Mi edad? No la ponga, soy muy presumida". Al final, claudica: "Cuarenta y tantos". Pero con una capacidad de trabajo envidiable que agota a quienes le rodean.
-?Qu¨¦ dice su marido, qu¨¦ dicen sus dos hijos?
Qu¨¦ van a decir. Sus hijos, Maril¨® y Pedro, estudiantes de Ciencias Medioambientales y de Empresariales, la llaman mama m¨®vil. Y s¨ª: "Siento remordimientos por haberle dedicado poco tiempo a mi familia. Pero a estas alturas...".
Eso s¨ª, los fines de semana son para los amigos y la familia. Cultiva aficiones y devociones. Es soprano en una filarm¨®nica y canta zarzuelas y piezas del compositor m¨¢s popular de C¨®rdoba, Ram¨®n Medina Ortega. Quiz¨¢ inspirada en su Serenata a la Mezquita, Dolores quiso fotografiarse en el Patio de los Naranjos, "bajo los arcos de la Mezquita, mansi¨®n que el arte diera a la fe", como escribi¨® Medina.
Tras la afici¨®n, la devoci¨®n. Los domingos, despu¨¦s de misa, da catequesis. Y pone flores a la Virgen de la Soledad. Y es de la Hermandad de San Isidro de Cabra. Y lleva una peque?a medallita colgando al cuello, de "mi virgen de la Sierra". Y dice con sinceridad y aplomo:
-Pues s¨ª, aunque no est¨¢ de moda, soy cristiana, de las de verdad. Para m¨ª, los valores son muy importantes y los resumen los Mandamientos: no mentir, no matar, no robar, no ser envidioso.
Valores que siempre cotizan al alza. O deber¨ªan.
"Ahora toca ayudar al Gobierno"
Crisis. Palabra maldita, hoy imprescindible.
-Es indudable que hay una crisis financiera mundial, pero tambi¨¦n una propia de Espa?a: somos poco competitivos.
Dolores Jim¨¦nez sabe de qu¨¦ habla. Adem¨¢s de consejera delegada de Jicar, participa en el supergrupo andaluz Gea 21 (con un 12%), preside la C¨¢mara de Comercio y pertenece a una docena de organizaciones patronales.
?Con ese curr¨ªculo, no le han tentado los partidos pol¨ªticos? "Soy empresaria y me gusta". Pero le interesa la pol¨ªtica: "Todos los partidos son necesarios, para que haya un equilibrio entre distintas posiciones ideol¨®gicas. Esto debe ser un p¨¦ndulo: unas veces est¨¢ uno, y otras otro". ?Qu¨¦ deben hacer en esta crisis?
-Todos tienen que trabajar para sacar al pa¨ªs adelante. Incluida la oposici¨®n. Ahora toca ayudar al Gobierno.
Por ahora, sus empresas capean el temporal. No ha habido despidos. Algunos han aprovechado para reajustar sus plantillas. A Dolores le preocupa que se deteriore la imagen del empresario:
-La mayor¨ªa creamos mucho empleo. Otros son oportunistas. Esos no son verdaderos empresarios.
Para que la econom¨ªa funcione, se anima al ciudadano a consumir, "porque si no, esto se hunde". Pero Dolores invita a "que se consuma con responsabilidad; nunca gastar por encima de tus posibilidades".
Por ello no le ha gustado que algunas entidades financieras hayan facilitado ese consumo irreal: "Se han dado cr¨¦ditos a j¨®venes que ganan 1.400 euros para comprarse un BMW; para irte al Roc¨ªo o para un piso de 600.000 euros".
Concluye con su argumento favorito: "Hemos vivido en una sociedad del todo vale: por ello, para salir de la crisis, lo primero que hay que hacer es cambiar los valores, volver a la honestidad, a la responsabilidad y a la productividad".
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