La Riviera vuelve a sonar

Al otro lado del tel¨¦fono hab¨ªa un jaleo impresionante. Muchos andaban de fiesta junto al Manzanares. Y no era para menos. "Estamos celebrando, no te oigo bien", dec¨ªa el abogado Miguel ?ngel Rubio. Y es que despu¨¦s de cuatro largos meses, la m¨²sica en directo vuelve a sonar en La Riviera. El Ayuntamiento decret¨® ayer la reapertura de la hist¨®rica sala de conciertos, que fue clausurada porque carec¨ªa de la licencia de funcionamiento. Esta noche, a las doce, ya abrir¨¢n las puertas, pero hasta el pr¨®ximo s¨¢bado, cuando actuar¨¢n Def con Dos, no volver¨¢ a haber m¨²sica en directo.

A ra¨ªz de la muerte del joven ?lvaro Uss¨ªa a manos de los porteros de la sala El Balc¨®n de Rosales el pasado noviembre, el Ayuntamiento comenz¨® una campa?a de inspecciones en los locales de ocio nocturno. La mano dura se hizo notar enseguida. Las primeras en caer fueron La Riviera, Moma y But. Pero la m¨¢s sonada, por emblem¨¢tica y representativa de la escena musical madrile?a, fue la sala del Manzanares, el 20 de noviembre. El ¨²ltimo que tuvo tiempo de subirse al escenario fue el ingl¨¦s Matthew Herbert y su big band en una potente actuaci¨®n que, sin saberlo, clausuraba la sala.

Abrieron ayer como bar de copas y el pr¨®ximo s¨¢bado act¨²a Def con Dos

El local carec¨ªa de la licencia de funcionamiento porque deb¨ªa subsanar deficiencias en las puertas de emergencia, el sistema el¨¦ctrico y los sistemas de extinci¨®n de incendios, y carec¨ªa de ba?os para minusv¨¢lidos. Pero el Ayuntamiento prometi¨® que ser¨ªa especialmente diligente en otorgar los permisos a las salas clausuradas una vez arreglasen lo que se les requer¨ªa.

"Ha costado. Hemos tenido que hacer un obr¨®n. Llev¨¢bamos mucho tiempo intentando hacerlo. Pero nos pill¨® en medio todo lo de las salas de Madrid y la muerte de aquel chico", explica Javier Garc¨ªa, responsable de la m¨²sica en vivo de la sala. Han sido cuatro meses duros, cuenta Garc¨ªa, especialmente para los promotores de conciertos que ten¨ªan contratadas actuaciones en la sala. "Nosotros ahora mismo estamos muy contentos, aunque no quiero ni saber las p¨¦rdidas que hemos tenido. Pero el mayor dolor ha sido por los da?os a terceros. Los promotores que tienen sus giras, suspendidas... Tal y como est¨¢ ahora la vida, es lo que m¨¢s nos ha dolido", se?ala.

La Riviera tiene m¨¢s de 1.500 metros cuadrados, siete barras para servir copas y un aforo de 2.500 personas que en ocasiones se queda peque?o. Su tama?o medio la convierte en una sala muy preciada en la capital, puesto que la mayor¨ªa de lugares donde se programa m¨²sica en directo son o muy peque?os o demasiado grandes.

El resto de salas que se cerraron siguen a la espera de que el Ayuntamiento les conceda la licencia. "Todas est¨¢n avanzando. Pero todav¨ªa no sabemos cu¨¢les obtendr¨¢n primero la licencia para reabrir", explicaron ayer fuentes de la Concejal¨ªa de Urbanismo.