Venezuela nacionaliza 'manu militari'
Escaso de recursos, el Gobierno de Ch¨¢vez expropia empresas sin garant¨ªa de pago
La primera lecci¨®n que ha aprendido el Gobierno venezolano en estos tiempos de crisis es que ser radical sale m¨¢s barato. En su plan socialista de nacionalizar sectores estrat¨¦gicos de la econom¨ªa, el presidente Hugo Ch¨¢vez ha comprobado que aplicar medidas dr¨¢sticas -expropiar sin ofrecer antes garant¨ªas de pago- es el camino m¨¢s expedito para hacerse con el control de las empresas que el Estado quiere pero ya no puede comprar. As¨ª parecen demostrarlo las tomas militares de empresas en el marco de la "revoluci¨®n agroalimentaria" que ha emprendido el Gobierno venezolano, y que contrasta con los procesos de nacionalizaci¨®n de la industria petrolera, de la electricidad y de las telecomunicaciones, decretados en 2007 y pagados billete sobre billete en tiempos de bonanza.
El Estado entra en la banca, la siderurgia, la construcci¨®n y la alimentaci¨®n
El Banco Central advierte de que no es viable mantener este ritmo
"Se las expropio, no tengo problema. Y les pago con papeles. Adem¨¢s, no creo que les vaya a pagar con dinero contante y sonante", fue el mensaje que envi¨® Ch¨¢vez a los propietarios el 28 de febrero pasado, cuando orden¨® la inspecci¨®n militar de las plantas procesadoras de arroz m¨¢s importantes del pa¨ªs como primer paso para alcanzar la "soberan¨ªa alimentaria". Esa misma semana decret¨® la expropiaci¨®n de la planta arrocera de la empresa estadounidense Cargill y de la finca El Pi?al, propiedad de la papelera irlandesa Smurfit Kappa Group. La falta de capacidad de pago -por la que a¨²n no se han concretado las nacionalizaciones de tres cementeras, de un banco y de una sider¨²rgica decretadas por Ch¨¢vez el a?o pasado- no ser¨ªa un impedimento para seguir adelante con el pase a manos p¨²blicas de los medios de producci¨®n.
Tras ser reelegido presidente para un segundo mandato, en diciembre de 2006, Ch¨¢vez anunci¨® que tomar¨ªa la propiedad de los "medios estrat¨¦gicos de producci¨®n" y nacionalizar¨ªa todo aquello que hab¨ªa sido privatizado. Un mes m¨¢s tarde, el Gobierno cerr¨® tres operaciones con las compa?¨ªas que dominaban los sectores el¨¦ctricos y de las telecomunicaciones con una inversi¨®n inicial de 1.417 millones de d¨®lares: negoci¨® con la compa?¨ªa estadounidense Verizon la compra de la Compa?¨ªa An¨®nima Nacional de Tel¨¦fonos de Venezuela (CANTV), que domina la telefon¨ªa m¨®vil y fija del pa¨ªs; compr¨® a la estadounidense AES la Electricidad de Caracas, la mayor el¨¦ctrica privada del pa¨ªs, y la estatal Petr¨®leos de Venezuela (PDVSA) adquiri¨® la el¨¦ctrica Seneca, de la compa?¨ªa estadounidense CMS Energy. Ese a?o el petr¨®leo venezolano se vendi¨® a un promedio de 65 d¨®lares por barril (hoy est¨¢ en torno a 40) y los precios estaban en ascenso.
El 1 de mayo de 2007, Ch¨¢vez anunci¨® "la recuperaci¨®n y nacionalizaci¨®n" de las actividades de la Faja Petrol¨ªfera del Orinoco, una de las mayores reservas de crudo del planeta. Organiz¨® un acto de masas y un despliegue militar para la toma de las petroleras, aunque no eran necesarios: mediante acuerdos amistosos con 11 de las 13 multinacionales que operaban en la zona se decret¨® la creaci¨®n de empresas mixtas en las que el Estado venezolano tendr¨ªa al menos el 51% de la participaci¨®n, y las compa?¨ªas extranjeras, el porcentaje restante. S¨®lo las estadounidenses Exxon Mobil y Conoco Phillips se negaron a acogerse al nuevo sistema e iniciaron procesos de arbitraje en tribunales internacionales.
Los problemas de caja comenzaron a manifestarse en 2008, cuando el Gobierno intent¨® extender las nacionalizaciones a los sectores de la construcci¨®n, la siderurgia y la banca. Entre abril y junio, Ch¨¢vez orden¨® la nacionalizaci¨®n de la sider¨²rgica Ternium Sidor y de las cementeras Cemex (M¨¦xico), Holcim (Suiza) y Lafarge (Francia). Y en julio anunci¨® la compra del Banco de Venezuela, filial del Banco Santander. En su conjunto, seg¨²n estimaciones extraoficiales, estas adquisiciones sumar¨ªan m¨¢s de 4.000 millones de d¨®lares. Y aunque los ingresos de Venezuela se dispararon cuando el petr¨®leo venezolano super¨® la barrera de los 120 d¨®lares por barril, hasta el momento ninguna de estas operaciones se ha concretado por falta de fondos.
Ante la perspectiva de la recesi¨®n mundial y la ca¨ªda de los precios del crudo, en enero de 2009 el ministro de Finanzas, Al¨ª Rodr¨ªguez Araque, apunt¨® la posibilidad de suspender la compra del Santander. As¨ª tambi¨¦n lo aconsej¨® Armando Le¨®n, el m¨¢s antiguo de los directores del Banco Central de Venezuela, para quien ya no es viable continuar con este ritmo de nacionalizaciones: "No podemos adquirir empresas que a la vuelta de tres meses son un desaguadero y generan p¨¦rdidas. (...) Si en un determinado momento alguien pens¨® que se pod¨ªa tener cierta laxitud mientras una empresa pasaba de un modelo de producci¨®n a otro, ya eso se acab¨® porque las p¨¦rdidas de una empresa terminan carg¨¢ndose el presupuesto", dijo Le¨®n en una entrevista publicada por el diario ?ltimas Noticias.
Pero ni los consejos ni la falta de dinero han inhibido al presidente Ch¨¢vez de comprometer al Estado en nuevas nacionalizaciones. Para analistas como Pavel G¨®mez, especialista en el ¨¢rea de pol¨ªticas p¨²blicas, el Gobierno se mueve ahora hacia un esquema m¨¢s parecido al de la confiscaci¨®n en el que, con la toma de cada empresa, procurar¨¢ "disciplinar" a las dem¨¢s.
Hacia la "cogesti¨®n obrera"
Cada intento de Hugo Ch¨¢vez por controlar los medios de producci¨®n ha coincidido con alguno de sus triunfos electorales. Tras ganar el refer¨¦ndum revocatorio convocado en su contra en el a?o 2004, inici¨® una campa?a de "reactivaci¨®n" de industrias paralizadas y de recuperaci¨®n de tierras en manos de "latifundistas". A partir de ese a?o fueron expropiadas las primeras empresas: la Compa?¨ªa Nacional de V¨¢lvulas y la empresa Venezolana de Papel, que ahora funcionan bajo el modelo de "cogesti¨®n obrera" y que han producido m¨¢s p¨¦rdidas que beneficios. En los ¨²ltimos cinco a?os y en nombre de la "guerra contra el latifundio" tambi¨¦n han sido expropiadas, intervenidas o invadidas m¨¢s de 450 haciendas, seg¨²n la Federaci¨®n Nacional de Ganaderos (Fedenaga).
Al ser reelegido, Ch¨¢vez nacionaliz¨® las telecomunicaciones, la electricidad y la producci¨®n petrolera. Y esta vez, en 2009, tras ganar el refer¨¦ndum sobre la enmienda constitucional que permitir¨¢ su reelecci¨®n indefinida, ha ordenado nuevas expropiaciones de tierras y de plantas productoras de alimentos.
La Confederaci¨®n Venezolana de Industriales (Conindustria) acusa la falta de condiciones econ¨®micas y jur¨ªdicas para la inversi¨®n, que ha conducido al cierre del 36% de las empresas que operaban en el pa¨ªs hace ocho a?os. "La amenaza no es s¨®lo que te quiten la empresa. Si no produces perdiendo, te la quitan. Si produces algo distinto para buscar la rentabilidad, tambi¨¦n la intervienen", se?ala Eduardo G¨®mez Cigala, presidente de Conindustria. "Es una intervenci¨®n completa para obligar a la producci¨®n de productos regulados. Y la constante es que no hay ninguna inversi¨®n. El control de los precios y la situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs hacen inviable nuevas inversiones. Tenemos a las viejas empresas operando, pero no hay actualizaci¨®n, ni ampliaciones, ni incremento de capacidad. ?se es el origen de esta tragedia". -
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