Menos tragos fuertes

El mercado de bebidas espirituosas lleva varios ejercicios decreciendo a un ritmo del 1% anual, pero en el ¨²ltimo a?o lo ha hecho el 11% como media en sus dos grandes canales: hosteler¨ªa y hogares. En hosteler¨ªa, la ca¨ªda lleg¨® al 15%. La crisis llega, por tanto, al alcohol, lo que da al traste con el dicho popular de que hay que beber para olvidar.

El espa?ol, lejos de la percepci¨®n general, avanza en el sentido de la responsabilidad en el uso de la bebida. As¨ª lo entiende Jaime Gil-Robles, presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Bebidas Espirituosas (FEBE), quien a?ade que en Espa?a un 33% de la poblaci¨®n es abstemia. Es el quinto pa¨ªs europeo por nivel de abstemios y se sit¨²a ocho puntos por encima de la media europea del 25%, seg¨²n los datos de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). "El 97% de las personas que beben lo hacen de una forma responsable y al estilo mediterr¨¢neo, es decir, que son bebedores sociales", recalca Gil-Robles. Excluyendo a las cajas de ahorros, FEBE ocupa el noveno puesto en el ranking de inversi¨®n en responsabilidad social. Desde 2003, ha invertido m¨¢s de 10 millones de euros en este cometido.

FEBE aglutina a 130 empresas productoras y distribuidoras de bebidas alcoh¨®licas procedentes de la destilaci¨®n de materias primas agr¨ªcolas. El sector comercializa en el mercado espa?ol alrededor de 240 millones de litros, valorados en 7.000 millones de euros, lo que supone el 0,17% del PIB espa?ol. El empleo generado alcanza los 170.000 empleos directos e indirectos. En el turismo, principal industria nacional, cuenta con 41.000 empleos. El 12,5% del gasto de los turistas extranjeros se destina a bebidas alcoh¨®licas.

Precisamente, en estos momentos, la menor entrada de turistas (sobre todo del Reino Unido) es uno de los problemas con los que se enfrenta el sector espa?ol, en el que predominan las peque?as y medianas empresas, a pesar de que en los ¨²ltimos a?os se han producido fusiones, sobre todo de marcas europeas y en todo el mundo. Seg¨²n Gil-Robles, el sector de bebidas alcoh¨®licas es muy competitivo y adem¨¢s es muy marquista, porque as¨ª lo exigen los clientes.

El consumo de bebidas espirituosas per c¨¢pita mantiene una l¨ªnea estable desde 2003. Con este consumo estable es el crecimiento de la poblaci¨®n, especialmente la llegada de poblaci¨®n extranjera, el que permite un aumento del consumo total. Con un consumo per c¨¢pita de 2,4 litros de alcohol puro al a?o, Espa?a se sit¨²a en la media de la UE. Espa?a solamente est¨¢ por encima de la media europea en el consumo de vino.

El whisky sigue siendo la principal bebida espirituosa del mercado espa?ol y acapara el 31,8% del total de la demanda. Y dentro de este segmento, el whisky escoc¨¦s es el 70% del total. El ron es la bebida que ha registrado un comportamiento m¨¢s din¨¢mico y ocupa el segundo lugar. En Espa?a, las bebidas espirituosas se distribuyen, sobre todo, a trav¨¦s del canal Horeca (hosteler¨ªa y restauraci¨®n), con el 82% del total.

La estructura fiscal del sector es algo que preocupa a FEBE. "El sector soporta una fiscalidad discriminatoria con respecto al vino y a la cerveza, ya que las bebidas espirituosas soportan la mayor parte de la recaudaci¨®n de impuestos especiales cuando realmente su consumo no es mayoritario", recalca Gil-Robles. En principio, el sector no espera ning¨²n alza en los impuestos a corto plazo. El directivo de FEBE considera que si se subieran los impuestos podr¨ªa recaudarse menos y darse el efecto contrario al deseado por Hacienda por el d¨¦bil consumo.