Dirigentes conectados en redes
En medio de tel¨¦fonos port¨¢tiles, ordenadores y sitios web como MySpace, Facebook y LinkedIn, resulta trivial decir que vivimos en un mundo conectado en redes. Ahora bien, las diferentes redes ofrecen nuevas formas de ejercer el poder y requieren estilos diferentes de direcci¨®n. Barack Obama lo entiende; de hecho, esta comprensi¨®n le ayud¨® a conseguir su victoria. Ahora tiene que plantearse la cuesti¨®n de c¨®mo utilizar las redes para gobernar.
Hay redes de muchas formas y tama?os. Unas crean v¨ªnculos fuertes, mientras que otras producen lazos d¨¦biles. Pi¨¦nsese en la diferencia entre amigos y conocidos. Es m¨¢s probable que se comparta informaci¨®n valiosa con los amigos que con los conocidos, pero los lazos d¨¦biles tienen una extensi¨®n mayor y aportan informaci¨®n m¨¢s novedosa, innovadora y no redundante.
Obama lidera en un mundo donde la informaci¨®n y la decisi¨®n ya no van s¨®lo de arriba abajo
Las redes basadas en v¨ªnculos fuertes crean el poder de la lealtad, pero pueden convertirse en c¨ªrculos que redistribuyan conocimientos tradicionales. Pueden sucumbir al "pensamiento de grupo". Por eso, es importante la diversidad de los elegidos por Obama para que formen parte de su Gobierno. Se le ha comparado con Abraham Lincoln por su disposici¨®n a incluir a rivales, adem¨¢s de amigos, en su equipo de Gobierno.
Los lazos d¨¦biles, como los que encontramos en la red Internet, son m¨¢s eficaces que los v¨ªnculos fuertes para aportar la informaci¨®n necesaria a fin de conectar grupos diversos de forma cooperativa. Dicho de otro modo, las redes d¨¦biles son uno de los factores aglutinantes de sociedades diversas. Son tambi¨¦n la base de la direcci¨®n democr¨¢tica.
La informaci¨®n crea poder y en la actualidad hay m¨¢s personas que tienen m¨¢s informaci¨®n que en ning¨²n otro momento de la historia humana. La tecnolog¨ªa democratiza los procesos pol¨ªticos y sociales y, para bien y para mal, las instituciones desempe?an en menor medida un papel mediador. De hecho, el concepto b¨¢sico llamado Web 2.0 se basa en la idea de que el contenido procedente de los usuarios vaya ascendiendo desde abajo, en lugar de descender desde la cima de una jerarqu¨ªa tradicional de la informaci¨®n.
Hist¨®ricamente, los Gobiernos han sido muy jer¨¢rquicos, pero la revoluci¨®n de la informaci¨®n est¨¢ afectando a la estructura de las organizaciones. Las jerarqu¨ªas se est¨¢n volviendo m¨¢s llanas y quedando inmersas en redes fluidas de contactos. Los trabajadores de oficinas que utilizan el conocimiento responden a incentivos y llamamientos pol¨ªticos diferentes a los de los trabajadores industriales. Las encuestas de opini¨®n muestran que actualmente los ciudadanos tienen una actitud menos deferente para con la autoridad en las organizaciones y la pol¨ªtica.
Los estilos tradicionales de direcci¨®n de empresas se han vuelto menos eficaces. Seg¨²n Sam Palmisano, director gerente de IBM, los m¨¦todos jer¨¢rquicos de mando y control han dejado de funcionar, por decirlo lisa y llanamente. Obstaculizan las corrientes de informaci¨®n dentro de las empresas y entorpecen el car¨¢cter colaborador y fluido que hoy tiene el trabajo bien hecho.
Seg¨²n un estudio de las m¨¢s importantes empresas que combinan las operaciones inform¨¢ticas con las tradicionales, la distribuci¨®n de la direcci¨®n era esencial. En el ambiente de la red Internet, la concepci¨®n tradicional de un dirigente que mantiene un control total de las decisiones resulta dif¨ªcil de conciliar con la realidad. Al contrario, la direcci¨®n eficaz depende de la utilizaci¨®n de m¨²ltiples directores con vistas a una competente adopci¨®n de decisiones. El profesor de la Escuela de Administraci¨®n de Empresas de Harvard John Quelch escribe que "el ¨¦xito empresarial depende cada vez m¨¢s de las sutilezas del poder blando".
El ex presidente George W. Bush se llam¨® a s¨ª mismo "el encargado de decidir", pero en la actualidad la direcci¨®n es m¨¢s colaboradora e integradora de lo que da a entender esa expresi¨®n. Resumiendo estudios recientes, un experto en gesti¨®n se?ala que ¨¦stos confirman un aumento del recurso a procesos m¨¢s participativos. Dicho de otro modo, la era de Internet requiere nuevos estilos de direcci¨®n en los que el atractivo poder blando debe complementar el tradicional poder duro del mando. En un mundo conectado en redes, la direcci¨®n consiste m¨¢s en estar situado en el centro del c¨ªrculo y atraerse a los dem¨¢s que en ser "el rey de la monta?a" y dar ¨®rdenes a los subordinados de abajo.
Barack Obama entiende esa dimensi¨®n de la direcci¨®n conectada en redes y la importancia del poder blando de la atracci¨®n. No s¨®lo utiliz¨® con ¨¦xito las redes en su campa?a; ha seguido recurriendo a Internet para llegar a los ciudadanos.
As¨ª ha complementado sus m¨¢s importantes discursos televisivos y radiof¨®nicos con v¨ªdeos en YouTube, y su estilo pol¨ªtico se ha caracterizado por intentar llegar, mediante el procedimiento bipartidista, a c¨ªrculos amplios de dirigentes pol¨ªticos. Aunque estamos en el comienzo de su presidencia para juzgar el resultado, est¨¢ claro que est¨¢ intentando cambiar los procesos y adaptar la direcci¨®n a un mundo m¨¢s conectado en redes.
? Project Syndicate, 2009.
Traducci¨®n de Carlos Manzano.
Joseph S. Nye, Jr. es profesor en la Escuela Kennedy de la Universidad de Harvard y autor de The Powers to Lead (Las capacidades para dirigir).
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