Duelo de titanes
No pod¨ªa seguir otro camino, no s¨®lo por la libertad, que siempre me fue querida, sino por la verdad, que est¨¢ a¨²n por encima de la libertad. Si lo hubiera hecho -entrar al servicio del sistema romano, as¨ª lo veo hoy-, habr¨ªa vendido mi alma al diablo por el poder de la Iglesia". As¨ª se expresa el te¨®logo suizo Hans K¨¹ng en el segundo volumen de sus Memorias titulado Verdad controvertida.
Es, sin duda, el mejor resumen de su largo itinerario intelectual en ese duelo de titanes que ha mantenido durante m¨¢s de medio siglo contra el poder absoluto de la Iglesia cat¨®lica, o mejor, del Vaticano, y contra el peligro del actual pontificado de convertir a la Iglesia cat¨®lica en una secta.
Hans K¨¹ng es la conciencia cr¨ªtica del fundamentalismo instalado en la c¨²pula del Vaticano
El te¨®logo suizo es, sin duda, uno de los intelectuales m¨¢s respetados. En septiembre de 2005 era incluido en la lista de los 100 intelectuales m¨¢s influyentes del mundo por las revistas Foreign Policy y Spectator. Es, a su vez, uno de los te¨®logos cristianos m¨¢s reconocidos internacionalmente.
Dif¨ªcilmente se encontrar¨¢ en el panorama de la teolog¨ªa cristiana del siglo XX una obra tan extensa, sistem¨¢tica, rigurosa y creativa como la suya, que suma m¨¢s de 50 t¨ªtulos, con numerosas ediciones y traducciones a los principales idiomas.
Se trata de una teolog¨ªa hermen¨¦utica, cr¨ªtica e interrogativa, que reformula la identidad cristiana en el horizonte de los nuevos climas culturales, desmitifica la autoridad eclesi¨¢stica, libera a la Iglesia cat¨®lica de violencias e infidelidades antiguas y modernas de la Administraci¨®n romana y es sensible a los problemas e inquietudes de los hombres y mujeres de nuestro tiempo.
Nada que ver con la cruel definici¨®n que diera del te¨®logo William Temple, arzobispo de Canterbury: "Es una persona muy sensata y sesuda que pasa toda una vida intentando dar respuestas exact¨ªsimas y precisas a preguntas que nadie se plantea".
K¨¹ng se ha convertido en la conciencia cr¨ªtica quiz¨¢s m¨¢s l¨²cida de la Iglesia cat¨®lica, y m¨¢s concretamente del fundamentalismo instalado en la c¨²pula del Vaticano. Este fundamentalismo se hace realidad en el dogma de la infalibilidad, cuestionado en su ra¨ªz en el pol¨¦mico libro ?Infalible? Una pregunta, en el que, a la luz de la filosof¨ªa del lenguaje, defiende la necesidad de que los dogmas se atengan a las leyes por las que se rigen todo tipo de proposiciones, ya que participan del car¨¢cter problem¨¢tico de cualquier proposici¨®n humana.
El libro es comparable al Yo acuso (1898), de Zola. Los dos est¨¢n guiados por una raz¨®n moral: uno, contra el hip¨®crita poder del Estado, con motivo del caso Dreyfus; otro, contra el incontrolable poder de la Iglesia en la figura del Papa, que act¨²a como monarca absoluto.
Tras la publicaci¨®n del libro, Roma inici¨® un largo proceso contra Hans K¨¹ng que termin¨® en 1979 con la retirada de la licencia eclesi¨¢stica para ense?ar como te¨®logo cat¨®lico. A pesar de la dolorosa derrota, K¨¹ng sali¨® ganando, ya que, a sus 50 a?os, comenzaba una nueva etapa m¨¢s fecunda todav¨ªa que la anterior en su trayectoria intelectual en torno a tres iniciativas.
La primera, el trabajo interdisciplinar con expertos en literatura y religi¨®n, f¨ªsicos, economistas, psic¨®logos, cient¨ªficos sociales y pol¨ªticos, que ha dado lugar a importantes e innovadoras investigaciones.
La segunda, el di¨¢logo entre religiones, culturas y cosmovisiones, con respeto a las diferencias y sin imperialismos de ning¨²n tipo, ni culturales ni religiosos ni pol¨ªticos.
La tercera, la propuesta de una ¨¦tica mundial compartida por toda la humanidad en tiempos de salvaje globalizaci¨®n neoliberal, que formula en torno a cuatro principios 1. No habr¨¢ paz entre las naciones sin paz entre las religiones. 2. No habr¨¢ paz entre las religiones sin di¨¢logo de las religiones. 3. No habr¨¢ di¨¢logo de las religiones sin est¨¢ndares ¨¦ticos globales. 4. No habr¨¢ en nuestro Globo supervivencia en paz y justicia sin un nuevo paradigma de relaciones internacionales basadas en est¨¢ndares ¨¦ticos globales.
Hans K¨¹ng ha llevado a cabo el duelo de titanes con el Vaticano de manera elegante, como demuestran las respetuosas, e incluso elogiosas, referencias a Joseph Ratzinger, colega suyo, primero, en el Concilio Vaticano II y en la Universidad de Tubinga, despu¨¦s inquisidor durante casi un cuarto de siglo al frente de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, y ahora, Papa.
En el pr¨®logo a su libro La Iglesia, K¨¹ng agradec¨ªa a su colega la valiosa ayuda que le hab¨ªa prestado. En la ¨²ltima de las siete lecciones dictadas en el semestre de invierno de 1995-1996 en la Universidad de Tubinga, volv¨ªa a referirse a Ratzinger de esta guisa: "Quisiera en este momento confiar -y lo digo sin el menor asomo de iron¨ªa- en que mi compa?ero en edad y en gran parte del camino, Joseph Ratzinger, que escogi¨® otro camino y que tambi¨¦n ser¨¢ nombrado profesor em¨¦rito este a?o, al mirar hacia atr¨¢s y a pesar de lo sufrido, est¨¦ tan contento y feliz como yo".
Juan Jos¨¦ Tamayo es director de la C¨¢tedra de Teolog¨ªa y Ciencias de las Religiones en la Universidad Carlos III de Madrid y autor de El Islam. Cultura, religi¨®n y pol¨ªtica.
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