Una decisi¨®n prematura con un a?o de retraso

El pasado d¨ªa 5, el Reino Unido anunci¨® que antes de septiembre reducir¨¢ su contingente en Kosovo hasta dejarlo en puramente testimonial. Y justific¨® su decisi¨®n por la mejora de la estabilidad de la zona, un argumento muy parecido al empleado por Zapatero para explicar la retirada espa?ola. Sin embargo, nadie critic¨® al Reino Unido como ahora a Espa?a.

As¨ª se lo record¨® la ministra de Defensa, Carme Chac¨®n, cuando el jueves por la noche habl¨® por segunda vez en 48 horas con el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, para pedirle explicaciones por sus duras declaraciones.

La diferencia es que quedan pocos soldados brit¨¢nicos en la fuerza de la OTAN para Kosovo (Kfor), s¨®lo 167, y el Reino Unido no tiene discrepancias con la deriva que est¨¢ tomando la operaci¨®n, pues ha reconocido al nuevo Estado. De Hoop Scheffer explic¨® a Chac¨®n que su temor es que el repliegue espa?ol provoque una desbandada entre los pa¨ªses que aportan tropas. Especialmente, entre quienes, como Espa?a, rechazan la independencia de Kosovo: Grecia (638 efectivos), Rumania (148) y Eslovaquia (140). Pero tambi¨¦n entre los que s¨®lo pretenden ahorrar costes en tiempo de crisis.

La marcha de los 620 soldados espa?oles no es un drama para la Kfor, que tiene 15.000 efectivos, casi los mismos que la misi¨®n m¨¢s numerosa de la ONU (Congo, con 17.000). Con la diferencia de que Kosovo tiene un tama?o equivalente al de Asturias y la superficie de Congo es cinco veces Espa?a. Por eso, est¨¢ en estudio reducir progresivamente sus efectivos a la mitad.

Lo l¨®gico era haber esperado a esa reducci¨®n, o a la activaci¨®n de la tercera fase del plan de operaciones, en el que la Kfor quedar¨¢ reducida a una fuerza disuasoria, pero en contra de esta opci¨®n ha pesado el continuo retraso en los calendarios.

Hace casi un a?o que Espa?a propuso poner el broche final a la operaci¨®n en Bosnia-Herzegovina, dirigida por la UE, pero los socios no han sido capaces de ponerse de acuerdo. Como consecuencia, algunos pa¨ªses (como Finlandia) se han largado de una misi¨®n de la que Espa?a es la principal contribuyente. "Espa?a ha tomado una decisi¨®n que no es compartida por todos", dijo el viernes el Alto Representante de la Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad de la UE, Javier Solana, "pero no es el ¨²nico [pa¨ªs] que lo ha hecho de esa manera".

Para el Gobierno espa?ol, la decisi¨®n no es prematura, sino tard¨ªa, pues debi¨® producirse cuando Pristina proclam¨® su secesi¨®n de Serbia, el 17 de febrero de 2008, y se ha retrasado un a?o por solidaridad con los aliados. Lo cierto es que la negativa espa?ola a reconocer a Kosovo, que al principio era de car¨¢cter t¨¢ctico -Moratinos repet¨ªa entonces que Espa?a no ser¨ªa de los primeros pa¨ªses en reconocer al nuevo Estado, pero no descartaba hacerlo a medio plazo-, se convirti¨® en una cuesti¨®n de principios, como proclam¨® Zapatero durante la reciente visita a Madrid del presidente serbio. El punto de inflexi¨®n fue la guerra de Georgia y el reconocimiento por Rusia de Abjazia y Osetia del Sur, que reafirm¨® su convicci¨®n en la inviolabilidad de todas las fronteras.

Cuando la OTAN decidi¨® asumir nuevas misiones -como la construcci¨®n de un cuerpo paramilitar en Kosovo o la puesta en marcha de un embri¨®n de Ministerio de Defensa-, Espa?a no las vet¨®, pero decidi¨® mantenerse al margen por considerar que contribu¨ªan a consolidar el nuevo Estado. Lo mismo sucedi¨® con la misi¨®n Eulex de jueces y polic¨ªas de la UE.

El problema es que, a medida que el proceso avanzaba y las estructuras del Estado kosovar se consolidaban, la situaci¨®n se hac¨ªa insostenible. "Los mandos militares dicen que cada vez es m¨¢s dif¨ªcil separar las misiones que pueden hacer de las que tienen vetadas por el Gobierno", reconoce un alto cargo de Defensa. "Si se produjera una baja, incluso por accidente, ser¨ªa muy dif¨ªcil justificar qu¨¦ hacen all¨ª los soldados espa?oles", agrega.