M¨²sico, profesi¨®n de riesgo en Teher¨¢n
![?ngeles Espinosa](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F32bb7ff4-537e-43ea-9dab-0cb3f83ba60b.png?auth=fe7906998c48e4418837148be26d16b394f20655dd6a58f57c74c79fe3150bd9&width=100&height=100&smart=true)
La tarjeta dice "asesor de piano". "Ser m¨²sico no est¨¢ bien visto en este pa¨ªs", asegura V., en un descanso de su grupo que, para evitarse problemas y sobrevivir, se dedica a animar las veladas de la colonia diplom¨¢tica de Teher¨¢n. La situaci¨®n se complica a¨²n m¨¢s si quien siente la llamada de Euterpe (musa griega de la m¨²sica) es una mujer. Las vocalistas s¨®lo pueden actuar ante audiencias femeninas y la segregaci¨®n de sexos oficial dificulta que las instrumentistas reciban clases de los grandes maestros hombres.
Tras la revoluci¨®n isl¨¢mica de 1979, los cl¨¦rigos prohibieron todo tipo de m¨²sica por considerarla pecaminosa. La decisi¨®n constituy¨® un duro golpe en un pa¨ªs que se precia de gran tradici¨®n mel¨®dica. El esfuerzo de algunos consagrados logr¨® que se permitiera la m¨²sica cl¨¢sica persa aunque con restricciones: s¨®lo pod¨ªan interpretarla hombres y no estaban autorizados a tener alumnas. Los sonidos de grandes cantantes como Parisa o Sima Bina quedaron encarcelados en sus casas.
Hasta que la revista Zanan se atrevi¨® a sacar en portada a Ghashang Kamkar con su sehtar (la¨²d de tres cuerdas). Era la primera vez desde la revoluci¨®n que se reconoc¨ªa la existencia de mujeres m¨²sicos. Corr¨ªa 1997 e Ir¨¢n acababa de elegir al presidente reformista Mohamed Jatam¨ª. Con ¨¦l, las cantantes recuperaron el derecho a actuar aunque fuera ante audiencias exclusivamente femeninas, y algunas mujeres se atrevieron a formar grupos musicales.
Aun as¨ª, los sectores m¨¢s conservadores mantienen sus recelos. Los conciertos de mujeres no se anuncian. Es el boca a boca el que logra que llenen las salas. Y como sigue en pie la prohibici¨®n de los solos femeninos, las cantantes se ven obligadas a distribuir sus discos fuera de Ir¨¢n. Tal es el caso del Saye-ye Mehr, el primer trabajo independiente de Mehrbanu, la l¨ªder del Ensemble Mehr.
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