Londres y los cantos de sirena
Londres contra Nueva York. Los legisladores estadounidenses han puesto patas arriba el proteccionismo. Parecen empe?ados en bajarles los humos a los banqueros. La C¨¢mara de Representantes aprobaba el jueves un duro impuesto sobre bonificaciones para un gran n¨²mero de los que trabajan en Wall Street. Esto se une a la limitaci¨®n de la remuneraci¨®n m¨¢xima para la ¨¦lite bancaria aprobada con anterioridad.
La medida m¨¢s reciente establecer¨ªa un impuesto del 90% sobre algunas bonificaciones. Ese tipo draconiano ser¨ªa aplicable a los profesionales que ganen m¨¢s de 250.000 d¨®lares pertenecientes a empresas que hayan recibido m¨¢s de 5.000 millones de d¨®lares del Plan de Ayuda para Activos Insolventes (TARP, en ingl¨¦s). El impuesto ser¨ªa retroactivo al 31 de diciembre de 2008 y se mantendr¨ªa en vigor hasta que la empresa devolviera los fondos. Aunque el gravamen propuesto, o la versi¨®n m¨¢s leve que estudia el Senado, no llegue a convertirse en ley, los mejores banqueros de instituciones como Goldman Sachs, Citigroup y JPMorgan Chase probablemente no esperar¨¢n a descubrirlo.
El antiproteccionismo funciona en dos sentidos. Aumentar¨¢ la entrada de solicitudes en bancos extranjeros no afectados por la legislaci¨®n y dar¨¢ a los empleados de esas mismas instituciones menos lugares para huir. Dentro de Manhattan, Barclays, Credit Suisse, Deutsche Bank y Nomura deben de estar frot¨¢ndose las manos de contentos. Por ahora, estas empresas han eludido las restricciones de la propiedad estatal.
Pero Londres podr¨ªa beneficiarse a¨²n m¨¢s de la indignaci¨®n de Washington. Alistair Darling, ministro de Hacienda, declaraba que el Reino Unido no seguir¨¢ el ejemplo de Estados Unidos en la limitaci¨®n de la remuneraci¨®n m¨¢xima para los banqueros. El Partido Conservador planea prometer en su campa?a electoral subir los impuestos a los que m¨¢s ganan, pero hasta un 45%. En comparaci¨®n con los planes estadounidenses, ese porcentaje suena atractivo.
Ahora que el precio de las viviendas en Londres est¨¢ bajando y no hay ning¨²n cartel de Prohibida la entrada para los extranjeros -piensen en las restricciones de visados incluidas en el TARP-, muchos de los que pueden escoger continente pronto pensar¨¢n que la City es una especie de para¨ªso. Siempre que el Reino Unido no acabe sucumbiendo tambi¨¦n a la tiran¨ªa de las masas. -
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