El barullo de las tribus
Silencio. Recogimiento. Es cuaresma, pero ?qu¨¦ importa si ya nadie sabe de esa vieja se?ora con siete pies? El silencio y el recogimiento son hoy tan laicos como imprescindibles para no contribuir al inventario de desprop¨®sitos con el que los popes de las tribus ensordecen nuestros o¨ªdos y deslumbran nuestros ojos. ?Uf! El barullo, el caos y el despiste que hay aqu¨ª mismo -Barcelona es el mundo- al comenzar la primavera es tal que hasta profesionales del jaleo y de llamar la atenci¨®n como Pedro Almod¨®var y Pen¨¦lope Cruz, con sus pel¨ªculas y oscars a cuestas, logran pasar desapercibidos. Benditos sean quienes, como ellos, saben perfectamente que trabajan con material de fantas¨ªa: eso son las pel¨ªculas, puro espect¨¢culo para nuestro deleite o enfado, ambos leg¨ªtimos.
El barullo consiste en confundir el surrealismo y el espect¨¢culo con la vida cotidiana, que deber¨ªa ser algo m¨¢s comprensible
En la vida real, en cambio, el barullo consiste en confundir el culo con las t¨¦mporas, lo cierto con lo falso, el surrealismo y el espect¨¢culo con la vida cotidiana, que deber¨ªa ser algo m¨¢s comprensible. Ah¨ª est¨¢ lo de Bolonia: los Mossos cargan -?parece mayo del 68!- contra los estudiantes en plena plaza de la Universitat. Y el exceso se produce sobre un enredo de buena fe: ?qu¨¦ hay m¨¢s hermoso y saludable que equiparar los estudios espa?oles a los europeos?, ?no es estupendo que tales estudios puedan facilitar trabajo futuro a los j¨®venes?, ?de qu¨¦ se quejan?, ?por qu¨¦ han mantenido cuatro meses un encierro en el viejo rectorado?, ?c¨®mo es que tantos j¨®venes espa?oles -no todos- protestan y no lo hacen con similar intensidad los europeos? Si tenemos unas autoridades ministeriales, auton¨®micas y acad¨¦micas tan adecuadas, democr¨¢ticas, llenas de buenas ideas y convencidas de lo estupendo del plan de Bolonia, ?c¨®mo es que no saben explicar a los estudiantes que todo ser¨¢ en beneficio del alumnado y que, por esa v¨ªa, mejorar¨¢ la sociedad?, ?qui¨¦n es el tonto aqu¨ª: las autoridades o los estudiantes?, ?qui¨¦n es el listo?, ?por qu¨¦ tiene que intervenir la polic¨ªa?, ?no es esta situaci¨®n un barullo de primer orden?, ?qui¨¦n es capaz de entender algo?, ?sab¨ªa, intu¨ªa, preve¨ªa, la tribu de sabios universales -en ella militan catalanes selectos- que esta cosa llamada Bolonia iba a ser la excusa perfecta para hacer aflorar el malestar que muestran con claridad los estudiantes?, ?qu¨¦ se va a hacer ahora, cuando nadie se f¨ªa de nadie, cuando la Universidad catalana parece inmersa en una competici¨®n de fan¨¢ticos, cuando nadie es capaz de escuchar o entender a nadie?
Disculpad la retah¨ªla de preguntas (hay muchas m¨¢s). Es lo ¨²nico que, leg¨ªtimamente, se puede permitir un observador de vocaci¨®n neutral, que ha intentado entender, sin ¨¦xito, el problema Bolonia a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n. Los medios no hacen milagros: explican lo que ven, lo que oyen, lo que dicen los papeles legales y los protagonistas; no es poco, es much¨ªsimo. Ahora que tantos cantan, tan alegres, la muerte de los peri¨®dicos, es realmente imprescindible que sigan mostr¨¢ndonos el barullo real para hacernos preguntas sobre tanto malestar y tanta tribu en pie de guerra. Mientras Internet es una intrincada selva de mirada sectaria, subjetiva y parcial, un diario, hoy mismo -de papel o electr¨®nico, lo que cuenta es la solvencia de la marca-, selecciona de oficio los elementos que ocupan el espacio real. Y el resultado parece incomprensible, pero es una forma de entender y saber. El barullo de las tribus ya define el malestar de nuestro mundo, el m¨¢s pr¨®ximo y el m¨¢s lejano.
Barullo, tribus, primitivismo. Un superbanquero espa?ol diagnostica hoy una "situaci¨®n de emergencia econ¨®mica" para ma?ana decir que al final del a?o "se ver¨¢ la luz". Los obispos espa?oles comparan a los ni?os con los linces: ?ignoran que una mujer normal puede tener m¨¢s de 25 hijos? Si abogan por esto, ?por qu¨¦ no lo dicen? El Papa -?el Papa!- contradice, tan tranquilo, toda la sabidur¨ªa m¨¦dica desaconsejando el uso de preservativos para prevenir el sida. El vicepresidente de la Generalitat, se?or Carod Rovira, se fotograf¨ªa con un ind¨ªgena de Ecuador que le entrega una lanza a cambio del mill¨®n de euros que certifica que los catalanes defendemos las lenguas en todo el mundo; mientras, trabajadores de aqu¨ª salen a la calle por el desempleo, aceptan la congelaci¨®n del sueldo y la huelga de la ense?anza altera la vida cotidiana de tantos catalanes.
Los europeos acaban de crear un Consejo Europeo de Riesgo Sist¨¦mico -?qu¨¦ clase de mejunje ser¨¢?-; la tribu del G-20 calienta expectativas, Jordi Pujol revive como editor de (sus) libros y los de sus disc¨ªpulos a trav¨¦s de su fundaci¨®n; Mark Zukerberg, de 24 a?os, el genio de Facebook, logra 300.000 seguidores en Espa?a para su "negocio de la intimidad", mientras Google espera legitimar, mediante un acuerdo con escritores y editores estadounidenses, su monopolio sobre la producci¨®n de libros en ingl¨¦s.
Este inventario del desconcierto es incompleto, desde luego. Lo olvidaba: ?todos hablan de innovaci¨®n! Lo que eso quiera decir ahora es una monumental inc¨®gnita.
m.riviere17@yahoo.es
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