De religi¨®n laica

En medio de una pol¨¦mica confusa, y siendo el blanco se?alado de la pol¨ªtica cultural, Nacho Duato sigue haciendo lo que mejor sabe, estrenando en Madrid dos piezas que, con sus altos y sus bajos, son la evidencia de su sofisticado lenguaje, siempre marcado por la musicalidad, la poes¨ªa de los cuerpos y un modo de decir reconocido y reconocible que es su gran patrimonio como creador. O domina nostra tiene ecos de la ya lejana pero todav¨ªa vigente Sinfon¨ªa de los salmos, de su maestro Jiri Kyli¨¢n, en tanto que trata un tema profundamente religioso desde una posici¨®n laica, pero respetuosa y emocionada.

La partitura de Gorecki, con aires de letan¨ªa minimalista, se inspira, m¨¢s que en la todopoderosa figura religiosa de la Virgen, en una particular: la Virgen Negra que en Polonia es venerada por obreros. Todas las sugerencias que se desprenden de este ritual de admiraci¨®n son recogidas por el core¨®grafo valenciano con verdadero tacto.

Nacho Duato ha sido m¨¢s sensual que sexual en su trayectoria

Una bailarina rodeada de 10 hombres puebla esta obra que se sirve de la solemnidad de Gorecki para articular una cadena de im¨¢genes por las que transitan, en referencias sutiles, iconos cat¨®licos como la Piedad, la crucifixi¨®n, la imagen venerada o la cruz en la iglesia. Pero la Virgen de Duato, con enorme falda gitana, no es de altares sino terrenal y sus adoradores no son beatas sino hombres rudos. Por este camino, que no le impide ser po¨¦tico y delicado, conecta m¨¢s con la sinceridad terrenal de Pasolini y el Neorrealismo que con elucubraciones y exaltaciones en terrenos religiosos.

Aunque parece ubicada en el extremo opuesto, Cobalto, el estreno mundial de la noche, tambi¨¦n va de interioridades, pero cierta timidez y recato hacen poco excitante esta representaci¨®n on¨ªrica del erotismo, que parece una masturbaci¨®n de adolescente escondido m¨¢s que reflexi¨®n aut¨¦ntica y profunda sobre sexualidad. Duato ha sido, en su trayectoria, m¨¢s sensual que sexual y su nueva pieza, incursi¨®n furtiva en terrenos ajenos, no es del todo feliz a pesar de algunos momentos de gran belleza y la entrega absoluta de los fant¨¢sticos bailarines de la Compa?¨ªa Nacional de Danza.

Justamente para uno de ellos la noche fue a¨²n m¨¢s especial. Gentian Doda debutaba como core¨®grafo de la CND con su pieza De paso. Lo primero que hay que agradecer es el alejamiento de la est¨¦tica de su maestro Duato, aventur¨¢ndose en una investigaci¨®n de movimiento propia con eficaces resultados. De paso habla de identidad y libertad, colocando sobre la escena un homog¨¦neo grupo social que, como buenos urbanitas, se ignoran los unos a los otros, lo que otorga libertad de acci¨®n a los que quieran tomarla. La propuesta, envuelta en esa semipenumbra inquietante y con ese incesante deambular de bailarines, tiene rigor, inteligencia, personalidad y sensibilidad, lo cual no es poco en un core¨®grafo emergente.