Museo de autor

A comienzos de marzo se present¨® la reorganizaci¨®n de la colecci¨®n del Museo del Prado, que estar¨¢ lista en 2012, y la pasada semana ha sido el Reina Sof¨ªa el que ha informado de la nueva ordenaci¨®n de sus fondos. El alboroto lo ha producido el traslado del Prado al Reina Sof¨ªa, en r¨¦gimen de dep¨®sito, de un pu?ado de grabados de Goya. Las piezas de Los caprichos y Los desastres de la guerra servir¨¢n para mostrar la profunda influencia de Goya en el arte moderno.

Con estas propuestas, el Prado y el Reina Sof¨ªa invitan a acercarse a sus fondos de manera diferente. En el primer caso, se sigue un orden cronol¨®gico y por escuelas, y aparte de la incorporaci¨®n de nuevas piezas, la mayor innovaci¨®n es que el recorrido sugerido realiza un bucle: una idea posmoderna para una reforma discreta. En el segundo caso, el desaf¨ªo es m¨¢s audaz: la reordenaci¨®n que se hace tiene marca de autor, y obedece a la lectura que su actual director, Manuel Borja-Villel, hace del arte que se ha hecho desde 1881, la fecha arbitraria que fij¨® un real decreto de 1995 para establecer un corte limpio entre las colecciones de los dos museos.

Siempre son saludables los cambios, y los museos no son intocables: que corran nuevos aires por sus salas es un motivo de celebraci¨®n. La verdadera discusi¨®n es otra. Borja-Villel ha subrayado que su reinvenci¨®n del museo es estrictamente personal, que la suya es "una visi¨®n no formalista de la historia del arte" y que ¨¦pocas y escuelas pueden ser permeables si eso es necesario para contar una historia (la suya, ha explicado, "no es una gran narrativa, sino un c¨²mulo de micronarraciones"). Y ha a?adido a prop¨®sito de esta permeabilidad: "Eso no lo hace ning¨²n museo de arte moderno del mundo. Lo digo como un hecho objetivo".

Va a ser, pues, una aut¨¦ntica revoluci¨®n, un gesto in¨¦dito y audaz que, sin duda, reactivar¨¢ el Reina Sof¨ªa. Tiempo habr¨¢ de evaluar los resultados y de comprobar si el p¨²blico quiere visitar un museo de autor, de artista, o si, simplemente, lo que m¨¢s bien reclama es que le sirvan de la mejor manera posible a los artistas que hay en el museo. Por lo pronto, Borja-Villel ha confesado que no sabe muy bien qu¨¦ hacer con Antonio L¨®pez y Carmen Laff¨®n. La respuesta: el

28 de mayo.