CiU quiere la menci¨®n expl¨ªcita al catolicismo en la nueva ley de culto
Las enmiendas nacionalistas, contrarias a la equiparaci¨®n entre religiones
La sombra del obispo Torras i Bages sobrevuela el esp¨ªritu de las enmiendas que Converg¨¨ncia i Uni¨® ha presentado al proyecto de ley de centros de culto del Gobierno catal¨¢n de noviembre de 2007. La federaci¨®n nacionalista quiere que el texto haga una menci¨®n expl¨ªcita a la religi¨®n cat¨®lica y que se subraye su preeminencia en la sociedad m¨¢s laica de Espa?a: la catalana.
De esta manera, los ecos de la frase -nunca escrita por el eclesi¨¢stico, pero que sintetiza el pensamiento de Torras i Bages ("Catalunya ser¨¤ cristiana o no ser¨¤")- han hecho fortuna en las enmiendas que para la ley ha presentado CiU. En el origen de la iniciativa legislativa del tripartito y especialmente de su vicepresidente, Josep Llu¨ªs Carod Rovira, est¨¢ combatir la marginaci¨®n que sufren algunas confesiones, como la musulmana, que encuentra muchas dificultades para ubicar sus centros de culto. En muchos ayuntamientos catalanes han surgido problemas -por oposici¨®n vecinal- cuando se trata de dar licencias de obras para construir oratorios isl¨¢micos, aunque se trate de zonas industriales.
La ley busca evitar el rechazo sistem¨¢tico a los oratorios de algunas confesiones
CiU, en una enmienda al art¨ªculo s¨¦ptimo del proyecto, sobre el uso espor¨¢dico de equipamientos de titularidad p¨²blica con finalidades religiosas, pide que se garantice el trato igualitario entre religiones "de acuerdo con el grado de implantaci¨®n de cada confesi¨®n religiosa en la sociedad". No obstante, y en el pre¨¢mbulo pide que se consagre que "en Catalu?a si se considera el grado de implantaci¨®n de cada confesi¨®n religiosa, la religi¨®n cat¨®lica contin¨²a siendo la mayoritaria del pa¨ªs".
Seg¨²n la diputada nacionalista Gl¨°ria Renom, con las modificaciones que ha presentado su grupo "se cambia la referencia de 13 grandes religiones en Catalu?a, que no corresponde con la realidad, por una descripci¨®n que considera que contin¨²a habiendo una religi¨®n mayoritaria en nuestro pa¨ªs en grado implantaci¨®n, la cat¨®lica, y una manifestaci¨®n emergente de nuevas confesiones que hace que la realidad religiosa de Catalu?a sea cada vez m¨¢s plural".
El Gobierno catal¨¢n defiende su proyecto con el argumento de que se debe luchar contra la "discriminaci¨®n" de algunas confesiones. Se pretende acabar con la discrecionalidad de algunos ayuntamientos para denegar la apertura de locales de rezo, especialmente de la comunidad musulmana. As¨ª, el texto pretende unificar los criterios de los ayuntamientos para dar licencias. CiU y PP siempre han criticado el texto porque, en su opini¨®n, cuestiona la tradici¨®n cat¨®lica catalana.
CiU tambi¨¦n la rechaza porque, en su opini¨®n, la ley limita la autonom¨ªa municipal. Los nacionalistas proponen eliminar la exigencia de una licencia de actividades para los locales de culto porque podr¨ªa suponer una "vulneraci¨®n de la ley org¨¢nica de libertad religiosa, al condicionarla a una autorizaci¨®n administrativa". CiU tampoco acepta que los municipios deban prever suelo para equipamientos religiosos.
La ley tambi¨¦n ha generado algunos roces en el tripartito. El PSC entiende que se deber¨¢n flexibilizar algunos puntos. El presidente de la Generalitat, Jos¨¦ Montilla, ha mantenido varios encuentros con el arzobispo de Barcelona, Llu¨ªs Mart¨ªnez Sistach, para evitar malestar en la jerarqu¨ªa cat¨®lica, molesta porque la ley equipara todas las religiones en deberes y derechos.
En Catalu?a hay censados 3.500 locales para uso religioso, en su mayor¨ªa iglesias cat¨®licas. Los municipios tendr¨¢n 10 a?os para adaptar toda su planificaci¨®n urban¨ªstica a la nueva ley.
El vac¨ªo legal ha generado disparidad de criterios entre ayuntamientos a la hora de conceder licencias. Algunos han aplicado de forma estricta la ley de polic¨ªa del espect¨¢culo. Otros han permitido que se abran oratorios sin medidas de seguridad.
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