Rafael Bartolozzi, artista clave del pop espa?ol
Pintor y escultor, fue alcalde de Vespella de Gai¨¤
El pintor y escultor Rafael Bartolozzi (Pamplona, 1943) falleci¨® el 22 de marzo, v¨ªctima de un c¨¢ncer. Fue un artista prol¨ªfico y genial, insobornable miembro de la generaci¨®n de los sesenta, tanto en su pr¨¢ctica art¨ªstica como en su trayectoria vital. Ten¨ªa 66 a?os.
Su intervenci¨®n, junto al que fue su pareja art¨ªstica, Eduard Arranz-Bravo, en la f¨¢brica de pinturas Tipel, en Parets del Vall¨¨s, cerca de la autopista que lleva de Barcelona hacia el norte, define por s¨ª sola el pop espa?ol y tambi¨¦n el esp¨ªritu de unos a?os en los que casi todo parec¨ªa posible, incluso que un empresario encargara a dos artistas que, literalmente, le pintaran la empresa. Los 2.000 metros cuadrados de formas sorprendentes pintadas con los colores m¨¢s llamativos est¨¢n para siempre en la memoria de millones de personas. No sin raz¨®n fue calificada por un cr¨ªtico como la mayor obra pop del mundo. La pintura ha sido restaurada recientemente, pero la f¨¢brica est¨¢ cerrada.
El hijo de Pedro Lozano y Francisca Bartolozzi -ambos pintores- naci¨® en Pamplona en 1943 y lleg¨® a Barcelona en 1962 para estudiar Bellas Artes. Pronto, su primera fascinaci¨®n por la abstracci¨®n, por la obra de los T¨¤pies, Millares o Saura, qued¨® eclipsada por la emergencia del movimiento pop y la nueva figuraci¨®n.
En los setenta mantuvo una relaci¨®n simbi¨®tica con Arranz-Bravo. Eran una marca de f¨¢brica, trabajaban y expon¨ªan juntos, hasta el punto de que, de cara al p¨²blico, eran una especie de sociedad cooperativa que parec¨ªa indisoluble y de la que hab¨ªa paralelismos en el panorama art¨ªstico espa?ol, como el Equipo Cr¨®nica.
Pero se rompi¨® al entrar en los ochenta. Su consagraci¨®n individual le lleg¨® al ser escogido como representante de Espa?a en la Bienal de Venecia. Para entonces, Bartolozzi hab¨ªa empezado a dejar atr¨¢s los aspectos m¨¢s pop de su obra y se inclinaba hacia el informalismo, aunque siempre anclado en la figuraci¨®n.
Paisaje griego y romano
A finales de los ochenta se instala en Vespella de Gai¨¤, un peque?o pueblo de Tarragona, entre pinos, olivos y algarrobos, un ¨¢rbol, este ¨²ltimo, con el que se identificaba porque, seg¨²n la leyenda, necesita ver el mar.
Y se inserta de tal manera en este paisaje entre griego y romano que, en un momento dado, Bartolozzi decide convertirse en alcalde. Se presenta a las elecciones, las gana y transforma el pueblo en una experiencia art¨ªstica. Atra¨ªdos por el invento, poco a poco llegan otros creadores, como el realizador Bigas Luna.
El sue?o id¨ªlico de este Parnaso se rompe el 5 de agosto de 1993. El monte est¨¢ seco y una chispa desata un devastador incendio que arrasa 1.000 hect¨¢reas de las 1.824 que tiene el t¨¦rmino municipal y se lleva la vida de seis personas. El resultado es un paisaje dantesco, el infierno. Para Bartolozzi es un mazazo, pero tambi¨¦n una oportunidad para mirar hacia adentro, hacia la destrucci¨®n y la muerte.
Su obra posterior, en especial la serie de pinturas expresionistas bautizada como El incendio, queda como uno de los momentos insuperables de su carrera, as¨ª como la serie posterior, en la que la vida renace de entre las cenizas y los brotes verdes surgen del negro carb¨®n. Su escultura gigante Alfa & Omega, en el mar, frente a la playa de Torre-dembarra, tambi¨¦n es hija de este episodio.
Ser¨¢ incinerado ma?ana y sus cenizas reposar¨¢n dentro de un bloque de m¨¢rmol en su estudio de Vespella de Gai¨¤.
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