Patrimonio andaluz
Durante la pasada semana se ha venido desarrollando un debate en el seno de las hermandades y cofrad¨ªas de Andaluc¨ªa, como tambi¨¦n en otras comunidades del Estado, en orden a la utilizaci¨®n de la Semana Santa para llevar al debate p¨²blico la reforma de la Ley del Aborto. A la Conferencia Episcopal parece no bastarle su anuncio del ni?o bien crecido y el lince. Una publicidad que parece un chiste y que de hacerla cualquier otro anunciante es probable que ya hubiera sido retirada por capciosa y enga?osa. El ni?o no es un zigoto (c¨¦lula que resulta de la uni¨®n de un espermatozoide y un ¨®vulo). El lince no es ib¨¦rico. Es asi¨¢tico. Un enga?o que insin¨²a que en Espa?a tenemos leyes que permiten asesinar ni?os reci¨¦n nacidos. Una publicidad que, tal vez, pudo servir en tiempos de la dictadura franquista. En esta ¨¦poca la Conferencia Episcopal guardaba silencio ante una ley que, por su escasa penalizaci¨®n -de 1 a 6 meses de arresto- legitimaba asesinar ni?os reci¨¦n nacidos -no zigotos ni embriones- siempre que fuera para "ocultar la deshonra de la madre" (art¨ªculo 408 del C¨®digo Penal), entendiendo por tal nacimiento deshonroso el de aquellos hijos nacidos de padres que no pod¨ªan casarse, bien por estar alguno casado o bien por estar uncidos por el celibato.
Pero m¨¢s all¨¢ de la publicidad de chiste, s¨ª quiero hacer algunos comentarios sobre qu¨¦ es la Semana Santa. En parte es la conmemoraci¨®n de la pasi¨®n, muerte y resurrecci¨®n de Jes¨²s de Nazaret, pero s¨®lo en parte. Su mejor valor no reside en lo que conmemora, sino en lo que celebra. La Semana Santa andaluza celebra a Andaluc¨ªa, al pueblo que se festeja y se manifiesta. Es parte del legado de los andaluces. Es verdad que la utilizaci¨®n de s¨ªmbolos culturales por parte de una ¨¦lite sociopol¨ªtica, y la Conferencia Episcopal es uno de ellos, no es nada nuevo. Pero los andaluces siempre han sabido defender lo que es suyo y de todos. Los intentos, pues, de la Conferencia Episcopal de convertir la Semana Grande en una denuncia contra la ley del Aborto est¨¢n condenados al fracaso. No hay pueblo en Espa?a capaz de defender lo que es suyo con tanta fuerza, como el andaluz. Los s¨ªmbolos de las cofrad¨ªas, las calles de la fiesta, anuncian a Andaluc¨ªa tal como es.
En la Semana Santa est¨¢ representada nuestra sociedad y, por tanto, tambi¨¦n la Iglesia, en cuanto forma parte de esta sociedad. De ah¨ª que en esta ocasi¨®n, en la que la Conferencia Episcopal pretende apropiarse de todo el patrimonio de un pueblo para sus exclusivos fines, se equivoca. Es el mismo error que suelen cometer algunos grupos pol¨ªticos. El pueblo no habla a trav¨¦s de ninguno de ellos. Habla a trav¨¦s de su fiesta. Andaluc¨ªa se canta y se gusta en Semana Santa. Eso s¨ª para que no incomoden el pueblo concede sitios relevantes a los representantes pol¨ªticos del ayuntamiento e iglesia. As¨ª los personajes p¨²blicos quedan tranquilos pensando que, como est¨¢n en sitio visible, el pueblo se interesa por ellos. As¨ª estos figurantes quedan calladitos, y la Semana Santa se hace protagonista en la calle.
Hoy, cuando ya no hay autoridad a quien tirar un hisopo o colocar bajo palio, resulta que la Conferencia Episcopal monta en c¨®lera e invita a utilizar el patrimonio cultural de Andaluc¨ªa para su particular campa?a. Pero las cofrad¨ªas en general no se han equivocado. Saben que durante una semana ellas representan a todos los andaluces. Saben que este pueblo no es s¨®lo esta Iglesia oficial y pol¨ªtica. Volver¨¢n, un a?o m¨¢s, a ser protagonistas y nosotros con ellas. Tendremos una Semana Santa conforme a sus tradiciones, sin que la pasi¨®n, muerte y resurrecci¨®n de Jes¨²s de Nazaret se contagie de posicionamientos que desnaturalizan la festividad, y sin que ello suponga dejaci¨®n de sus posiciones sobre el aborto.
Las cofrad¨ªas andaluzas saben que ya hay instituciones y v¨ªas en un Estado democr¨¢tico para manifestar su opini¨®n. No es necesario usar el patrimonio como vocero de unos pocos. Bienvenida, pues, la negativa de la mayor parte de las hermandades y cofrad¨ªas andaluzas por no permitir que se desnaturalice el patrimonio cultural andaluz.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.