Nace una estrella en la izquierda italiana

Habla claro y sin ret¨®rica. Comienza a soltar verdades entre sonrisas, con la voz suave y el ¨ªndice levantado. Enseguida, en la platea se deshacen los corrillos y surge el entusiasmo. Su cara redonda de ni?a, coleta y flequillo, enga?a. Tiene 38 a?os, es abogada, se llama Debora Serracchiani y es secretaria del Partido Dem¨®crata (PD) en Udine (noreste de Italia). Y en apenas dos d¨ªas se ha convertido en la nueva esperanza de una oposici¨®n que busca desesperadamente una voz nueva y unitaria.

Algunos optimistas dicen que ser¨¢ la Obama del centro-izquierda italiano. Como hizo en 2004 el actual presidente de Estados Unidos en la convenci¨®n del Partido Dem¨®crata, ella ha saltado a la fama con un discurso impactante y conmovedor. Dur¨® s¨®lo 13 minutos, pero fue el m¨¢s aplaudido en la Asamblea Nacional de los C¨ªrculos del Partido Dem¨®crata, reuni¨®n de las bases y dirigentes locales.

"No me reconozco en un pa¨ªs que cree que los inmigrantes son criminales"

El v¨ªdeo ha sido descargado miles de veces en Internet, y en la web del PD (Youdem.it) es el m¨¢s buscado del mes. Los comentarios son pura felicidad. "?Grande!". "Finalmente, una voz nueva". "?Eres de verdad o un espejismo?".

Serracchiani se present¨® diciendo: "Soy de Udine, la ciudad que acogi¨® a Eluana Englaro", la joven que permaneci¨® en coma durante 17 a?os antes de que sus padres lograran autorizaci¨®n judicial para suspender su alimentaci¨®n artificial. Luego pas¨® revista una por una a las torpezas e indecisiones que afligen a su partido, deprimido y dividido, que ha perdido el encanto y la estela que tom¨® en las primarias fundacionales de octubre de 2007.

"En estos meses se ha visto que el sentimiento de pertenencia al partido ha sido mucho m¨¢s sentido por las bases que por los dirigentes", dijo, resumiendo el estado de ¨¢nimo de miles de militantes. "La culpa no es de [el ex secretario general del PD, Walter] Veltroni, sino de la falta de un liderazgo que realice una s¨ªntesis de la l¨ªnea pol¨ªtica", continu¨®, fresca y simp¨¢tica. "La diversidad del partido es su riqueza, pero hay que aprender a hablar con una sola voz, a respetar a las mayor¨ªas, y si es necesario, a dejar a alguno en casa", proclam¨® entre ovaciones.

Seg¨²n avanzaba, cada frase era aclamada con aplausos y gritos de "?brava!". "Tenemos que superar protagonismos y personalismos, inventar una l¨ªnea pol¨ªtica nueva, dar paso a una nueva generaci¨®n, no s¨®lo de edad, sino de mentalidad".

Critic¨® la divisi¨®n ante el debate sobre el testamento biol¨®gico, la b¨²squeda desenfrenada de visibilidad medi¨¢tica, la lejan¨ªa de los dirigentes respecto a los problemas de los ciudadanos. Y mirando al secretario nacional, Dario Franceschini, le espet¨®: "No lo tienes f¨¢cil, porque no eres una cara nueva. Pero tienes que dar una nueva credibilidad, y lo est¨¢s haciendo".

Para acabar, dej¨® su idea de pa¨ªs: "No nos reconocemos en un pa¨ªs que deja la seguridad en manos de sheriffs despolitizados; que piensa que los inmigrantes son criminales; que no invierte en la escuela, universidad e investigaci¨®n, que cree que la crisis se arregla por tomarla m¨¢s alegremente, que invita a los m¨¦dicos a denunciar a sus pacientes, que no cobra impuestos a los m¨¢s ricos porque son pocos".