La vuelta al mundo de Fernando Z¨®bel

Fernando Z¨®bel (Manila, 1924- Roma, 1984) dec¨ªa que buscaba en el orden "la raz¨®n de la belleza". Lo recordaba Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald en un texto publicado en la revista Guadalimar en 1978 y que ahora recupera la Fundaci¨®n Juan March para la exposici¨®n Fernando Z¨®bel: viajar, dibujar, pintar que ayer se inaugur¨® en el Museo de Arte Abstracto Espa?ol de Cuenca. El pr¨®ximo 4 de junio se cumplir¨¢ un cuarto de siglo de la inesperada muerte del artista a causa de un infarto y el museo que fund¨® en 1966 en las Casas Colgadas, junto con sus amigos Gustavo Torner y Gerardo Rueda, quiere recordar el rasgo que mejor define su car¨¢cter y su obra: la pulcritud. Y qu¨¦ mejor homenaje, explicaba el pasado martes Manuel Font¨¢n, director de exposiciones de la Fundaci¨®n Juan March, que haber concluido para este aniversario la limpieza y restauraci¨®n de todas las obras de Z¨®bel de la colecci¨®n permanente del museo.

Esa pulcritud, entendida como b¨²squeda de la belleza, se reflej¨® tambi¨¦n en los 130 cuadernos de apuntes del artista que la fundaci¨®n conserva. Hijo de un hombre de negocios espa?ol, haber nacido en Manila sin duda debi¨® de imprimir car¨¢cter en el joven Z¨®bel, que se licenci¨® en Medicina en Filipinas, y luego en Filosof¨ªa y Letras en Harvard. Viaj¨® por todo el mundo y en 1960 decidi¨® establecerse en Cuenca y convertirse en palad¨ªn del arte abstracto espa?ol. "Me atrevo a decir que ha sido la ¨²nica persona que ha cre¨ªdo del todo desde el principio en el arte de esta generaci¨®n de espa?oles que ¨¦l recogi¨® en el museo para mostrarlo con mayor dignidad a la mirada internacional", dej¨® escrito Torner en este diario tras la muerte de su amigo.

Fernando Z¨®bel: viajar, dibujar, pintar, una exposici¨®n de medio centenar de esos cuadernos, es la otra pata del doble homenaje que ha preparado el museo. "Z¨®bel fue un viajero impenitente y el testimonio de sus viajes son esos cuadernos, que nunca antes se han exhibido", se?ala Font¨¢n. A trav¨¦s de sus notas se adivinan retazos del universo personal y creativo del artista. En ellos hay acuarelas, dibujos, estudios de color y de contraluces, fotograf¨ªas, entradas de museos, anotaciones... "Still life w. lemons. Aunque a m¨ª no me parecen limones, ni por el color, ni por la forma. Tampoco me atrevo a adivinar qu¨¦ son", escribe junto a un boceto de una naturaleza muerta con limones. En otro cuaderno cita a Unamuno -"Ese repugnante buen gusto, esa invenci¨®n de esp¨ªritus cobardes"- y en la p¨¢gina enfrentada recoge tres signos orientales junto con su transcripci¨®n fon¨¦tica y su significado en ingl¨¦s: play, flute, beautifully. El pol¨ªglota Z¨®bel hablaba ingl¨¦s, franc¨¦s, alem¨¢n y espa?ol, estudio la caligraf¨ªa china y tocaba la flauta travesera.

Tambi¨¦n se exhiben por primera vez en el museo 19 ¨®leos de Z¨®bel propiedad de coleccionistas. Y, detr¨¢s de todo, el latido del artista, que escribi¨®: "Mi pintura siempre ha sido tranquila. Busco el orden en todo lo que me rodea. En el orden, en el sentido m¨¢s amplio de la palabra, busco la raz¨®n de la belleza. Me impresion¨® hace mucho que en japon¨¦s una sola palabra sirve para decir limpio y bello".