Zapatero irrumpe en la batalla de Caja Madrid y rompe la estrategia de Aguirre

Durante meses fue una guerra abierta entre los dos sectores del PP madrile?o, liderados por Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallard¨®n, que Mariano Rajoy no consegu¨ªa controlar. El PSOE se coloc¨® siempre m¨¢s cerca de la presidenta madrile?a -lleg¨® a promover la expulsi¨®n de un dirigente socialista que vot¨® con los gallardonistas-, aunque mantuvo cierta distancia absteni¨¦ndose en la mayor¨ªa de las votaciones.

Pero, desde ayer, la batalla de Caja Madrid, la cuarta entidad financiera del pa¨ªs, con 260 millones de euros de volumen de negocio y siete millones de clientes, se ha convertido en una aut¨¦ntica guerra pol¨ªtica de alto nivel. El Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero decidi¨® recurrir ante el Tribunal Constitucional la Ley de Cajas de Madrid que los aguirristas hab¨ªan modificado para controlar m¨¢s claramente la instituci¨®n y echar al d¨ªscolo Miguel Blesa, el presidente, colocado ah¨ª por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en 1996.

El entorno de Rajoy se indigna por la "injerencia", pero el alcalde se alegra

El l¨ªder de la oposici¨®n no ha podido arreglar el conflicto interno

El golpe de autoridad de Zapatero desbarata por completo la estrategia de Aguirre y da la raz¨®n a Gallard¨®n, que con la nueva ley perd¨ªa 46 de sus 70 representantes en la asamblea general de la entidad. El recurso suspende la aplicaci¨®n de la nueva norma durante cinco meses, con lo que las elecciones, en mayo, de los 320 miembros de la asamblea general se regir¨¢n por la norma anterior.

El Gobierno lanza as¨ª dos mensajes. Primero, al PP: es Zapatero, y no Rajoy, quien va a resolver por la l¨ªnea recta la batalla por el control de la caja. Todas las fuentes del PP que siguen la negociaci¨®n ten¨ªan claro que el candidato a la sucesi¨®n de Blesa -muy quemado por esta batalla y los 12 a?os de mandato- tendr¨¢ que salir de un pacto entre el PP y el PSOE. Pero ahora ha quedado claro que el Gobierno no piensa seguir la pol¨¦mica sin actuar. El segundo mensaje, seg¨²n varios de los negociadores, es para las cajas y los gobiernos auton¨®micos de todo el pa¨ªs. En un momento de grandes turbulencias, que auguran ca¨ªdas y fusiones, el Ejecutivo ha dejado claro qui¨¦n manda en la econom¨ªa espa?ola y ha demostrado que no va a tolerar que los gobiernos auton¨®micos resuelvan los problemas por su cuenta.

El Ejecutivo sostiene que la decisi¨®n es estrictamente t¨¦cnica porque el Consejo de Estado y la Abogac¨ªa del Estado recomendaron el recurso, con lo que no hab¨ªa margen de actuaci¨®n. El recurso, seg¨²n explic¨® ayer el vicepresidente Pedro Solbes, era obligado porque la nueva norma altera la proporcionalidad que marca la ley de bases de las cajas (LORCA). Por tanto, Aguirre habr¨ªa violado la Constituci¨®n al invadir competencias estatales, seg¨²n figura en el texto. La reforma daba mucho m¨¢s poder al PP, se lo quitaba a IU y al PSOE. Ayuntamientos como el de Barcelona -donde la caja tiene muchas oficinas y por tanto tambi¨¦n representantes-, controlado por los socialistas, pasaban de 8 a 1 representantes mientras Majadahonda, en manos de aguirristas, pasaba de 1 a 14.

Solbes coment¨® tras el Consejo de Ministros que consideraba "un poco chocante" que, una vez iniciado el proceso electoral en Caja Madrid, "se hayan cambiado las normas".

La noticia dividi¨® r¨¢pidamente al PP, como ha sucedido siempre con cualquier novedad en esta larga y encarnizada batalla interna por el control de Caja Madrid. Mientras la mano derecha de Gallard¨®n, Manuel Cobo, mostraba su satisfacci¨®n porque en su opini¨®n el Gobierno "comparte los criterios del Ayuntamiento de Madrid", el responsable de Econom¨ªa del PP, Crist¨®bal Montoro, el negociador de Rajoy en este asunto, consider¨® que el recurso es "una injerencia inaceptable" y una "provocaci¨®n", que fue realizada "sin consultar al principal partido de la oposici¨®n".

La posici¨®n de Rajoy ha quedado muy deteriorada porque mientras Zapatero le urg¨ªa el mi¨¦rcoles en el Congreso a resolver el conflicto de Caja Madrid, ha sido finalmente el presidente el que ha zanjado la partida sin la participaci¨®n del l¨ªder de la oposici¨®n.