Un polic¨ªa salva a una mujer que intentaba huir por la ventana

El miedo a represalias o a ser deportadas a su pa¨ªs mantiene bajo presi¨®n a las mujeres. Cuando la polic¨ªa lleg¨® el mi¨¦rcoles a uno de los pisos de la calle San Sebasti¨¢n, una de las chicas intent¨® huir saltando por una ventana del primer piso que da a un patio interior. Un polic¨ªa salv¨® su vida. El agente vio a la chica a punto de saltar y consigui¨® agarrarla por los brazos cuando ya estaba "en pleno vuelo al vac¨ªo".

La mujer se habr¨ªa matado, al caer desde una altura de ocho metros. El polic¨ªa sufri¨® un desgarro de fibras en el pecho. Sabe que arriesg¨® su vida, que podr¨ªan haber "ca¨ªdo los dos" al vac¨ªo. "Pero volver¨ªa a hacerlo, porque vinimos a sacarlas de aqu¨ª, y no puedes pararte a pensar en las consecuencias", coment¨® el agente, miembro de la unidad de Extranjer¨ªa que llev¨® a cabo esta Operaci¨®n Cascabel.

La polic¨ªa nacional destac¨® ayer que en este tipo de redes organizadas existe siempre mucha "reticencia" de las v¨ªctimas a denunciar. Sus explotadores establecen relaciones de tipo "laboral y contractual" con las mujeres que se prostituyen en "pisos de contactos". Les imponen horarios draconianos, obligaciones laborales y penalizaciones econ¨®micas que responden a la definici¨®n de esclavitud: "Sujeci¨®n excesiva por la cual se ve sometida una persona a otra, o a un trabajo u obligaci¨®n". Por miedo, las v¨ªctimas aceptan que se les recorte la libertad de movimiento, tanto dentro del piso en el que son explotadas como en la calle.