La regularizaci¨®n masiva en Marbella irrita a Europa
La Euroc¨¢mara, preocupada por la inseguridad jur¨ªdica del nuevo PGOU
Marbella y su forma de seguir hacia adelante con las barbaridades urban¨ªsticas de los ¨²ltimos 15 a?os sigue preocupando al Parlamento Europeo. El ¨²ltimo informe sobre abusos urban¨ªsticos en Espa?a hace hincapi¨¦ en la situaci¨®n en la que queda la planificaci¨®n urbana de la ciudad con la regularizaci¨®n de 18.000 viviendas construidas "que infringen probablemente la legislaci¨®n comunitaria en materia de protecci¨®n de medioambiente, participaci¨®n p¨²blica, pol¨ªtica del agua y contrataci¨®n p¨²blica".
El informe, elaborado por la verde danesa Margrete Auken y aprobado por el Pleno de la Euroc¨¢mara por 349 votos contra 110 y 114 abstenciones, asegura que la legalizaci¨®n propuesta por el nuevo Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU) "priva de seguridad jur¨ªdica y de garant¨ªas a los compradores, los propietarios y los ciudadanos en general".
La "preocupaci¨®n" por Marbella es la ¨²nica referencia a un municipio andaluz que aparece desarrollada, pero en el informe tambi¨¦n se enumeran las quejas que los europarlamentarios han recibido en los ¨²ltimos diez a?os.
Algunas enviadas desde la comunidad andaluza han tenido car¨¢cter premonitorio porque despu¨¦s se han conocido denuncias y operaciones policiales. M¨¢laga y Almer¨ªa re¨²nen la mayor¨ªa de los casos, seguidas de C¨¢diz. No hay alusiones al resto de provincias.
- M¨¢laga. Patricia Corsgreen, de nacionalidad irlandesa, denunci¨® en 2004 que las autoridades locales de Marbella le hab¨ªan expropiado la mitad de unos terrenos en la zona de Elviria para construir una urbanizaci¨®n y que le estaban reclamando que pagara los derechos de urbanizaci¨®n.
David Milnes, brit¨¢nico, inform¨® en 2007 de la violaci¨®n de los derechos de propiedad y el desarrollo urban¨ªstico abusivo en Ronda. La promotora del proyecto de Los Merinos le denunci¨® junto a otros dos residentes extranjeros por decir que la zona no ten¨ªa suministro de agua suficiente para 800 chal¨¦s de lujo, dos campos de golf y tres hoteles previstos entonces en la zona. Ese mismo a?o, hay dos quejas m¨¢s de brit¨¢nicos en Estepona a los que las promotoras de sus casas reclaman gastos de infraestructuras de los que no les informaron.
- Almer¨ªa. La primera denuncia, de 2006, informa del proyecto ilegal de urbanizaci¨®n dentro del Parque Natural de Cabo de Gata. El hotel Algarrobico qued¨® paralizado aquel a?o y su licencia de obra se declar¨® nula en 2008.
El mismo a?o, Steve Tinmurth inform¨® de los problemas en el Ayuntamiento de Zurgena para conseguir licencias de viviendas que no sab¨ªan que eran ilegales. Hace un a?o su alcalde fue detenido en una operaci¨®n contra la corrupci¨®n urban¨ªstica.
Al Parlamento tambi¨¦n lleg¨® en 2007 el da?o que la construcci¨®n desaforada estaba haciendo en el lecho del r¨ªo Adra y violaciones de la legislaci¨®n europea en ¨¢reas protegidas en B¨¦dar.
- C¨¢diz. Brenda Marshall denunci¨® en 2007, igual que otros compatriotas hicieron en la Costa del Sol, inform¨® de que su promotora quer¨ªa hacerle pagar unos costes inesperados por el crecimiento de su urbanizaci¨®n en San Roque.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.