Liftar a 5.000 revoluciones por minuto
En el Open de EE UU de 1997 midieron a Sergi Bruguera 3.751 revoluciones por minuto (RPM) en un golpe liftado. Fue en el partido que perdi¨® frente a Marcelo R¨ªos. En el promedio de ocho liftados estudiados le tomaron a Sergi 3.331 RPM. John Yandell, que hizo el estudio de los efectos, fund¨® en 1984 una escuela de tenis que lleva su nombre en San Francisco y es un apasionado de la ense?anza del tenis. Particip¨® hace algo m¨¢s de una d¨¦cada en el proyecto que suscrib¨ªa la NASA sobre la ense?anza de principios de aerodin¨¢mica (http://wings.avkids.com/index.html), que incluye diferentes lecciones y estudios de la f¨ªsica del tenis. Entre ellos los efectos en varios golpes, como el drive, rev¨¦s, voleas, dejadas y los saques.
Yandell se gradu¨® en Historia en Yale. A pesar de no ser biomec¨¢nico, usa c¨¢maras de alta velocidad (entre 200 y 500 fotogramas por segundo) en situaciones reales de competici¨®n. Con ellas calcula, con un peque?o margen de error, las velocidades de giro de las pelotas. Como estudioso y docente del tenis, est¨¢ familiarizado, igual que muchos entrenadores, con el manejo de las grabaciones en v¨ªdeo convencional. En ellas, con en el sistema americano (NTSC) se obtienen 30 im¨¢genes (con todos los pixeles) o 60 campos (con la mitad de ellos) en cada segundo. Las c¨¢maras de alta velocidad de hoy en d¨ªa son relativamente f¨¢ciles de manejar y los c¨¢lculos de las revoluciones de las pelotas no requieren m¨¢s que algo de paciencia para digitalizar correctamente.
En el Open de 1997 Yandell midi¨® en el segundo servicio de Andre Agassi 4.998 RPM. Bruguera y Agassi fueron los jugadores que m¨¢s velocidad de giro imprimieron en el saque y el drive liftado, respectivamente. Pero recientemente Yandell ha medido en un liftado una extraordinaria velocidad de giro, superior a 5.000 RPM (83 vueltas en cada segundo). Se trataba de Nadal, que de promedio imprim¨ªa en sus liftados 3.200 RPM; un 25% m¨¢s que Federer. Los liftados, gracias al efecto Magnus, modifican las trayectorias respecto a pelotas golpeadas sin efecto, desde las mismas posiciones y con las mismas velocidades. Las bolas liftadas pueden permitirse mayores velocidades de avance, trayectorias m¨¢s altas al franquear la red y botar antes que una bola sin efecto. Estas tres diferencias pueden aumentar la seguridad de que la bola botar¨¢ dentro del terreno contrario y ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil de devolver. Por ejemplo, Nadal, en el Open de Australia, liftaba trayectorias que se levantaban 1,8 metros mientras que las de Tommy Haas escasamente ascend¨ªan 1,1 metros. Al tener la red una altura de 0,914m en su punto medio y 1,07m en los postes, las bolas de Haas corr¨ªan m¨¢s riesgo de no llegar a su destino y prueba de ello los resultados que obtuvieron ambos jugadores.
Para algunos f¨ªsicos del tenis como Rod Cross y Howard Brody el principal responsable de estas grandes velocidades que alcanzan hoy en d¨ªa los efectos no son los modernos cordajes de monofilamento. Son las raquetas m¨¢s anchas, que con mayor margen en la zona de golpeo, permiten agarres m¨¢s agresivos de la empu?adura (tipo oeste, como el de Nadal). La t¨¦cnica del golpe tambi¨¦n ha cambiado y a diferencia del pasado ahora ya no est¨¢n s¨®lo implicados el giro de codo y hombro. En los liftados intervienen ahora de forma importante el tronco y las extremidades inferiores.
Xavier Aguado J¨®dar es biomec¨¢nico de la Universidad de Castilla-La Mancha (xavier.aguado@uclm.es)
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