De Blas gana la batalla por la junta

La junta electoral del Madrid es el diamante m¨¢s brillante de la corona. Su poder de fiscalizaci¨®n queda resumido en el art¨ªculo 56 del Estatuto que sancion¨® Florentino P¨¦rez en 2004: "Contra las decisiones de la junta electoral, dentro del club, s¨®lo podr¨¢ recurrirse ante el mismo ¨®rgano". Sus cinco miembros tienen potestad para controlar al presidente y para constituir la asamblea general sin apenas limitaciones. Controla sin ser controlada. De ah¨ª que la designaci¨®n de sus cinco miembros obsesione a los dirigentes y a los que aspiran a entrar en el Madrid en el futuro. Como, por ejemplo, Eduardo Fern¨¢ndez de Blas, el hombre que, a los ojos de los compromisarios, es el vicario inconfeso de Florentino P¨¦rez en la asamblea.

Haciendo ademanes en¨¦rgicos, Fern¨¢ndez de Blas, presidente de la plataforma ?tica Madridista, se subi¨® al p¨²lpito y emiti¨® un discurso catastrofista para defender la ratificaci¨®n de Vicente Boluda ayer por la ma?ana. "?En nuestras manos est¨¢ la estabilidad institucional o el caos y el esc¨¢ndalo!", exclam¨®; "los que anteponemos el Madrid a los intereses personales debemos dar ejemplo. Puede ser el comienzo de una etapa ilusionante".

Fern¨¢ndez fue el ¨²nico compromisario al que Boluda despidi¨® trat¨¢ndole con la dignidad del don. "Muchas gracias, don Eduardo", le salud¨® el presidente. La complicidad debi¨® de resultar evidente para muchos socios, conocedores de los entresijos del club. Sobre todo, cuando lleg¨® el turno de debatir el tercer punto del orden del d¨ªa, sobre la elecci¨®n de una nueva junta electoral que dejara sin efecto la nombrada el pasado 7 de diciembre. Uno de los socios m¨¢s indignados fue Francisco Gaspar Riquelme, que, habiendo sido nombrado miembro de dicho organismo hace cuatro meses, se enter¨® por terceros que su designaci¨®n quedar¨ªa sin efecto y ser¨ªa reemplazado por otro en lo que entendi¨® como un atentado contra su dignidad. En su intervenci¨®n, Riquelme record¨® que lo que estaba en juego era la limpieza de las pr¨®ximas elecciones: "En las ¨²ltimas elecciones, la junta electoral fue responsabilizada por el juez de no velar por la limpieza del voto por correo y propici¨® su anulaci¨®n".

Riquelme, que record¨® la falsificaci¨®n de votos por correo encubierta por la anterior junta electoral, nombrada durante el mandato de Florentino P¨¦rez, lleg¨® a decir que la nueva junta que propon¨ªa Boluda para la votaci¨®n hab¨ªa sido "impuesta". Se refer¨ªa a una posible presi¨®n de Fern¨¢ndez de Blas. Ante esta acusaci¨®n, Boluda neg¨® con rotundidad: "No es as¨ª". Pero Riquelme no fue el ¨²ltimo compromisario en sugerir pactos secretos entre los representantes de Florentino P¨¦rez y Boluda. La sombra del ex presidente estuvo siempre presente en el acto.

El pasado diciembre, en la asamblea anulada, los socios aprobaron a Jos¨¦ Mar¨ªa Paz, Javier Granda, Guillermo Carrillo, Juan Manuel Trillo y Francisco Gaspar Riquelme para componer la junta electoral. El presidente no consigui¨® aclarar a qu¨¦ se deb¨ªa exactamente la modificaci¨®n. Cuando algunos compromisarios pidieron la palabra para solicitarle que explicase las causas del cambio de nombres, su respuesta fue vaga. "He recibido a todo aqu¨¦l que quiso verme", dijo; "a distintas tendencias de pe?as, a asociaciones de pe?as y a representantes de tendencias del madridismo. Producto de nuestras conversaciones, he sacado estos nombres, que creo que estar¨¢n de acuerdo con lo que piensa la mayor¨ªa. Pero yo no he dado nada a cambio de nada". Los compromisarios aprobaron la nueva junta por 783 votos a favor, 150 en contra y 47 abstenciones. Los nuevos miembros electos fueron Jos¨¦ Mar¨ªa Paz, Luis Alejandro Huerta, Guillermo Marcos, Lorenzo ?lvarez y Juan Ra¨²l Castellanos.

Guillermo Carrillo, miembro ahuecado de la junta nombrada en diciembre y posteriormente anulada, se manifest¨® con vehemencia: "Usted no quiere pacificar el club. Se lo quiere entregar en bandeja de plata a ese candidato que ya todos saben".